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¿Por qué Zidane cuida tanto a Modric?
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le ha dado descanso después de su lesión

¿Por qué Zidane cuida tanto a Modric?

Desde que cayese lesionado contra el Málaga, el croata no ha vuelto a encontrar su mejor versión y el entrenador le ha ido dando progresivos descansos para que esté al 100% en los días clave

Foto: Modric durante un partido en el Bernabéu. (Cordon Press)
Modric durante un partido en el Bernabéu. (Cordon Press)

Llega un momento en la cima de un futbolista en el que se convierte en símbolo del deporte que practica. No les pasa a todos, solo a algunos que han mantenido una trayectoria tan límpida y excepcional, que adquieren ese derecho automáticamente. Ese instante de gloria se refleja en un acto tan simple como maravilloso por lo inesperado y admirable. El entrenador decide retirar a ese jugador del campo en un momento de un partido como visitantes, y en ese instante, la afición rival, la que copa el graderío, se alza en pie para aplaudir a un jugador que ha fastidiado a su equipo. Al último que le pasó, el último en entrar en ese grupo de elegidos, fue Luka Modric en Eibar.

Zidane cambió a Modric cuando el partido estaba ya más que ganado y, de repente, mientras el menudo croata encaraba hacia su sustituto, Ipurua reventó en una ovación a la que el mismo jugador no tuvo más remedio que responder, agradecido y sorprendido. Hasta a Zidane le dejó algo descuadrado: "Cuando el contrario te ovaciona es raro, no es habitual. Luka es fundamental para nosotros. Maneja muy bien los tiempos del partido. Los compañeros quieren mucho a Luka Modric". Son pocas palabras, pero el técnico francés resumió así lo que es Luka para el Real Madrid. Es el que mejor entiende el fútbol de toda la plantilla, lo cual lo convierte en el pilar maestro y gracias a su personalidad es adorado por el vestuario.

Foto: Benzema, James y Asensio, los tres goleadores (Juan Herrero/EFE).

Siempre al margen de la polémica

Esa relación interna en el Madrid se traslada hacia el exterior. No hay un aficionado de otro equipo ajeno al club blanco que tenga una mala palabra hacia Modric. Siempre con la sonrisa por delante, se ha mantenido siempre al margen de cualquier polémica que haya podido existir en el Real Madrid, y vistos los últimos años no han sido pocas en las que se ha podido meter. Más bien al contrario. Se ha mantenido siempre al margen o, más bien, ha mostrado siempre una cara positiva. En todo caso, la única vez en la que se salió del carril oficial del club fue cuando Florentino Pérez decidió destituir a Carlo Ancelotti. En aquellos días, Modric fue preguntado al respecto y no le salió otra cosa que una declaración de amor: "Con Ancelotti he jugado el mejor fútbol de mi vida".

No le faltaba razón al rubio de Zadar. El Madrid de Mourinho le fichó en 2012, pero el entrenador portugués nunca supo muy bien qué hacer con él. Modric no encajaba en el esquema invariable de 4-2-3-1 que construyó Mourinho y en el que la pareja de centrocampistas estaba, indiscutiblemente, formada por Khedira y Xabi Alonso. Tampoco en la mediapunta, lugar en el que se desempeñaba habitualmente en los Spurs, ya que Özil impedía cualquier variación en ese lugar del campo. Luka se pasó un año aprendiendo español y a soportar la presión de jugar en el Madrid, pero nadie le entendió hasta que Ancelotti le ubicó como interior derecha en el 4-3-3 que hasta hoy ha sido un mantra en el Madrid contemporáneo.

Modric, como bien comprendió él mismo, jugó entonces el mejor fútbol de su vida, y el mejor que ha jugado el Madrid en al menos una década. Su presencia fue tan determinante que cuando se perdió buena parte de la segunda temporada de Ancelotti por lesión, el equipo se vino abajo y perdió todos los títulos cuando los tenía muy bien encarados. Fue entonces cuando el Madrid se dio cuenta de que necesitaba una alternativa real a su centrocampista y el propio Modric sugirió el nombre ideal: Mateo Kovacic.

No está en su mejor momento

Esos aplausos en Eibar ocurrieron cuando Modric está sufriendo para disfrutar del fútbol como suele hacer. Es consecuencia directa de la involución futbolística del Real Madrid en estas semanas de 2017 que el croata no se ha encontrado en su plenitud física ni deportiva. Si Modric está al 100%, el Madrid funciona como un reloj. De lo contrario, las agujas pueden señalar una hora equivocada. Hace poco más de un mes desde que salió de su último problema físico y desde entonces no ha vuelto a brillar de la misma manera. El paradigma de su situación ocurrió en Mestalla. El Madrid estaba perdiendo y dejando escapar la oportunidad de dar un golpe mortal a la Liga, y entre todas las posibilidades que tenía Zidane, eligió quitar del campo a Modric. Sus números aquel día rozaron la excelencia (94% de acierto en el pase), pero no resultó en absoluto influyente en el juego, a la par que Kroos, ciertamente. La variación del técnico no surtió efecto y la derrota se consumó.

Foto: Morata es el último en caer por problemas musculares. (Reuters)

Tampoco ha tenido continuidad, pero eso es cuestión más del entrenador. A Zidane no le apetece que le ocurra lo mismo que en la temporada pasada. Modric llegó a la final de Milán con la lengua fuera, como medio equipo, en realidad. En la prórroga, el Atleti tuvo la oportunidad de matar al Madrid, pues Bale, Modric y Marcelo estaban con problemas físicos. El resto de jugadores son importantes, pero Modric es el faro, y sin él, los barcos no vislumbran la costa. En cuanto ha podido, Zidane le ha dado descanso. No lo convocó para jugar contra el Espanyol, no jugó contra Las Palmas y cuando el partido estaba resuelto, lo mandó al banquillo en Eibar.

Encara el final de su carrera

El potencial que tiene la plantilla del Real Madrid, especialmente en el centro del campo, donde comparten posiciones similares Kroos, Modric, Kovacic, Isco y James, debería de ser más que suficiente (como así ha sido durante toda la temporada) para superar los partidos de menor exigencia, en esos en los que Modric pueda reposar bien en la grada, bien en el banquillo. Modric cumplirá 32 años en septiembre (tiene contrato hasta 2020), lo que le coloca como el tercer jugador más veterano de la plantilla, después de Pepe y Cristiano Ronaldo. Para hacernos a una idea, a Xabi Alonso se le abrió la puerta de salida con 33 años. Son edades peligrosas para el físico. Ninguno de los tres, precisamente, está teniendo una temporada fácil en cuanto a lesiones o molestias. De hecho, Modric es solamente el noveno jugador de campo más utilizado, cuando es sin duda uno de los básicos en el equipo. La lesión de rodilla que se produjo en octubre y las diferentes rotaciones le han restado protagonismo.

Partidos como el de San Paolo son los que Modric confecciona en su cabeza y los plasma en el campo con un criterio solo comparable al de los más grandes de este deporte, y otorgan una seguridad y confianza al Madrid que no le da ningún otro jugador de la plantilla. No hay otro como 'Lukita'.

Alineaciones probables:

Nápoles: Reina; Hysaj, Albiol, Koulibaly, Ghoulam; Zielinski, Diawara, Hamsik; Callejón, Insigne, Mertens.

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR)

Estadio: San Paolo.

Hora y TV: 20.45, Antena3.

Llega un momento en la cima de un futbolista en el que se convierte en símbolo del deporte que practica. No les pasa a todos, solo a algunos que han mantenido una trayectoria tan límpida y excepcional, que adquieren ese derecho automáticamente. Ese instante de gloria se refleja en un acto tan simple como maravilloso por lo inesperado y admirable. El entrenador decide retirar a ese jugador del campo en un momento de un partido como visitantes, y en ese instante, la afición rival, la que copa el graderío, se alza en pie para aplaudir a un jugador que ha fastidiado a su equipo. Al último que le pasó, el último en entrar en ese grupo de elegidos, fue Luka Modric en Eibar.

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