Un plato de pasta y flan casero, la receta de Simeone para esperar al Bayern

Mientras el Atlético de Madrid jugaba su partido en casa contra el Deportivo, el resto de equipos que tienen jornada de Champions League la próxima semana estaban o bien descansando o bien preparando en el entrenamiento sus planteamientos de cómo serán los encuentros que les toca jugar en la máxima competición europea. El Atlético, en cambio, estaba disputando un partido oficial en el que se jugaba acercarse al liderato de LaLiga Santander. Era el único de los 32 participantes que lo hacía, el único de todos. Y estamos hablando del actual subcampeón de Europa, que a veces ese dato lo pasamos por encima como si no fuera significativo.

Los titulares del Bayern pudieron descansar tras ganar al Hamburgo.

A Simeone se le ha insistido en cada rueda de prensa de la última semana por este tema. Que si pensaba presionar al club para que no se quedara callado ante esta situación, que cómo lo iba a afrontar, que si iba a tener que rotar mucho. El Cholo se ha limitado en cada ocasión a decir que él es el entrenador, le dicen el horario al que tiene que jugar y que a partir de ahí prepara el partido para afrontarlo en las mejores condiciones, que eso son cosas de la directiva y que si ellos consideran que deben hacer algo, lo harían. Evidentemente, le falta un toque de verdad a esas afirmaciones, porque el argentino influye enormemente en toda la parcela deportiva del club y, si tiene que hacerlo, también en la extradeportiva.

Después de ganar a un Deportivo con diez por un escueto 1-0 se le volvió a cuestionar por el mismo tema, pero se mostró enigmático, como si no fuera un tema importante. "Lo que tenemos que hacer es comer un buen plato de pasta, un buen flan casero, comer tranquilos, dormir, entrenamiento regenerativo el lunes, el martes otra vez entrenar por la tarde para imaginar cómo será el partido, dormir bien el martes y el miércoles a las 20:45 al campo a jugar sin excusas. Vaya como vaya, no las habrá", dijo.

TE PUEDE INTERESAR

Griezmann hace que las lesiones no duelan al tumbar a un Dépor con diez

Jesús Garrido

Evidentemente, si el resultado no es positivo, Simeone no se va a escudar en el hecho de haber tenido un día menos de descanso en comparación con sus rivales (y con el resto de equipos de la competición). Dejará caer algún comentario jocoso en el sentido del anterior, porque nunca se conforma con dejarlo pasar. En realidad, si analizamos con frialdad el caso, podemos ver cómo el Atlético de Madrid tuvo un día más de descanso con respecto al partido que jugó entre semana, que fue nada menos que contra el Barça (los culés juegan el martes también y tienen de margen entre partidos tres y cuatro días respectivamente). El Madrid, por ejemplo, jugó el miércoles ante el Villarreal, el sábado lo hizo ante Las Palmas y el martes lo hará ante el Dortmund. Es decir, tres días entre cada partido, viajes a Gran Canaria y Alemania mediante.

Simeone quiso aprovechar el único partido 'sencillo' que tiene en dos semanas para hacer unas mínimas rotaciones en el once para descansar a algunos jugadores importantes. Dejó fuera de la convocatoria a Saúl, que no jugó por segunda vez de los últimos 31 encuentros oficiales del Atlético. Y quiso también que Gabi estuviera tranquilo en el banco, porque el capitán ya tiene una edad y hay que cuidarle. Pero la grave lesión de Augusto (rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha), hizo que Gabi jugase 75 minutos ante el Deportivo. Otro que descansó fue Gameiro, que se antoja titular ante el Bayern. Tres cambios de once posibles. Y lo que juegue ante los campeones alemanes será muy parecido a lo que salga en Mestalla el próximo domingo. Muchos minutos en las mismas piernas en pocos días.

Si el Atlético pierde contra el Bayern no será por esto. "Siempre nos cuesta contra equipos que se nos encierran", dijo el Cholo el sábado. Y es verdad, porque este Atlético está construido para jugar partidos grandes, ante el Bayern, contra el Barça, contra el Madrid siempre que no sea en Champions. La filosofía 'cholista' funciona mejor cuanto más se le pone a prueba, en las grandes plazas. Claro que los de Ancelotti son, junto al Manchester City de Guardiola, los únicos que lo han ganado todo hasta ahora. Este Bayern juega diferente, no es tan elegante como el de Pep, pero sí igual de mortífero. Y tiene a todos en forma. Hasta Robben está de vuelta.