"¿Si ya toca ser campeón? Por justicia deberíamos tener cuatro Champions"

Hace apenas unos días, el ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial se acordó de su pasado. No hablamos de Felipe II ni de ningún rey. Tuvo reminiscencias de su pasado rojiblanco, porque la ciudad imperial fue un día del Atlético, y lo será para siempre, porque de rey se puede cambiar, pero no de equipo. Y esos recuerdos los quiso compartir con el mundo y por ello crearon una exposición fotográfica de los años en los que el Atlético se concentraba allí, en San Lorenzo de El Escorial, para preparar sus encuentros más determinantes, como una final.

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Poco antes de que su equipo, el de su corazón, juegue otro de esos partidos que marcan a toda una generación, aquellos que vivían las horas previas con impaciencia y aburrimiento en un paraje incomparable, volvieron a reunirse en el mismo lugar y allí, varios de esos jugadores históricos colchoneros hablaron con El Confidencial para explicar qué significaría para el Atlético de Madrid ser, por fin, después de 60 años, campeón de Europa por primera vez.

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"Significaría el esfuerzo de muchísimos años. Siempre hemos tenido la ilusión de ser campeones", dice Juan José Rubio, delantero del Atlético en los 70 y 80, de esa generación sucesiva a la que perdió la final en Bruselas. "Lo hemos tenido en la mano un par de veces y, por ello, el Atlético ya se merece una Copa de Europa", reconoce, en un sentimiento que se repite en varias ocasiones durante las charlas con estos exmiembros del club rojiblanco. "Sería una victoria también para nosotros, para la afición. Para toda la familia atlética, en realidad", dice. El mismo Rubio cree que "sería justicia divina".

Sin embargo, el que fuera ayudante de Luis Aragonés y exmadridista, Jesús Paredes, no se atreve a hablar en esos términos. "Eso son palabras mayores. Si ya la justicia es otro cantar, la divina es sobrenatural". Pero sí entiende como pocos lo que sería para el Atleti ser campeón. "Mi hijo, que es muy atlético, dice que sería la culminación ver al Atlético ganarlo todo. Es la guinda del pastel, lo que le falta", dice Paredes. Pepe Navarro, exportero del club, considera que la justicia en el fútbol "es muy relativa". "Puedes ser mejor que un equipo y a un partido te gana. Por justicia deberíamos llevar cuatro si nos ceñimos a la historia, a ciertas eliminatorias, a los árbitros...". Y claro, si luego el Real Madrid vuelve a quitarle la gloria al Atlético, "ya habrá que pensar otra vez en la justicia", añade Navarro.

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Quizá Navarro sea uno de los más pesimistas en cuanto al futuro rojiblanco. "Es una aspiración de muchos años, desde que el Madrid nos eliminó en la cuarta que ganaron. Y creo que si no la ganamos ahora, lo vamos a tener muy difícil". Sin embargo, Luís Pereira está convencidísimo de que sí, de que esta vez toca. "Tenemos capacidad para eso. Es un equipo aguerrido que se entrega siempre, que lo da todo. Y tiene un entrenador y un cuerpo técnico espectaculares, que les ha sabido dar esa fuerza para dar en el campo lo máximo posible", dice el brasileño.

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Otro que sabe lo que es jugar una final de la Copa de Europa y quedarse con la miel en los labios es Marcos Alonso, pero esta vez fue en el Pizjuán, con el Barça y contra el Steaua de Bucarest. "Es lo máximo a lo que se puede aspirar. Es el trofeo que todo futbolista desea ganar. Los que somos atléticos creemos que por entidad y grandeza del club, un club como el Atlético de Madrid debe tener una Copa de Europa".

Alonso no pudo ganarla, pero otra leyenda rojiblanca, Adelardo Rodríguez, que hoy en día sigue siendo el jugador con más partidos en la historia del Atlético de Madrid, fue en su día campeón del mundo. "Yo jugué la final de la Intercontinental, fue una alegría grande, pero nos falta el título europeo. Sería lo más grande que podría conseguir el club". Esa Intercontinental ganada a Independiente le sabe a poco. Por supuesto, tuvo una trascendencia histórica enorme, pero no se jugó por ser el mejor de Europa. Eso sí, prefiere que no se diga que, de ganarse, también sería un éxito en parte de los jugadores de su generación. "Más que justicia por nosotros, sería por la díficl competición que han tenido hasta llegar a la final, eliminando a equipos enormes", dice.

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Todos ellos son muy conscientes de lo mucho que ha costado llegar hasta aquí. De hecho, a Juanjo Rubio le cuesta creer lo que está viendo. "Es inexplicable que haya llegado a dos finales en tres años, porque si comparamos al Atlético con el potencial económico y social de otros equipos, es impensable. Cuando jugamos la otra final contra el Real Madrid, ni por asomo pensaba que jugaríamos otra en dos años", reconoce. Entonces, en 2014, Navarro no tenía "nada claro" que fueran a ganar la final. "Se pudo ser campeón, pero no hicimos un gran partido. Nos encontramos en un gol y lo mantuvimos a duras penas hasta que empataron".