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El Athletic mira a Europa con una sonrisa
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los leones afrontan su peor arranque en 35 años

El Athletic mira a Europa con una sonrisa

Inmersos en el peor arranque liguero en 35 años, los 'leones' miran a la Champions con el objetivo de remontar el vuelo. Hoy llega el Bate Borisov (20.45)

Foto: Muniain y Valverde sonríen durante la rueda de prensa previa al encuentro ante el Bate Borisov
Muniain y Valverde sonríen durante la rueda de prensa previa al encuentro ante el Bate Borisov

La gente en Bilbao anda con el gesto torcido y no es para menos. Hace poco más de un mes, el Nuevo San Mamés entraba en ebullición tras certificar su billete para la presente edición de la Champions. La primera gran noche de la nueva plaza bilbaína ha tornado en una pesadilla insufrible. Siete partidos después (seis de Liga y uno de Champions), los aficionados no alcanzan a explicar cómo su Athletic luce en la decimosexta posición en la tabla. Los de Ernesto Valverde suman cuatro puntos, empatados con el Levante, decimonoveno, y a un punto del Córdoba, farolillo rojo. Una victoria (3-0 al Levante), un empate a nada ante un debutante en Primera como el Eibar (0-0) y otro con el mismo resultado ante el Shaktar en Champions constituyen el pírrico botín hasta la fecha. Irreconocible.

La peor versión de un equipo que el pasado curso, el primero en el regreso de Valverde tras sus ocho años lejos del País Vasco (2005-2013), hizo de su nueva casa un feudo casi inexpugnable donde sólo Espanyol y Atlético de Madrid lograron salir vencedores. Los ‘leones’ hilvanaban y fabricaban centros al área a espuertas, marcaron en todos los partidos, obligando a los rivales a meterles al menos dos goles para doblegarles. Ahora llevan cuatro a favor (dos de Aduriz, uno de Iturraspe y otro de Muniain) y seis en contra en siete partidos. El sábado, tras el pitido final, otro dato más a añadir a la lista de despropósitos: era el tercer partido consecutivo la grada de San Mamés se queda sin ver marcar a su equipo, algo que no ocurría desde marzo de 1996. Mucho ha llovido desde entonces. Quitando al Eibar por carecer de antecedentes, el año pasado el Athletic alcanzó 12 puntos en los mismos cinco duelos disputados en Liga hasta el día de hoy (Málaga, Levante, Barcelona, Granada y Rayo). Sin ambajes: el peor inicio liguero en los últimos 35 años.

Ni en la temporada 2006-2007, la capital vizcaína estuvo a punto de ver por primera vez a su equipo en el infierno de la Segunda División, los rojiblancos empezaron tan mal (5 puntos de 18). Tampoco en la 2011-2012, a pesar de sellar la permanencia in extremis ganando al Levante (2-0) en la última jornada, arrancó el curso con tanta agonía (5 puntos de 18). El ‘Txingurri’ se limita a condensar obviedades para acabar transmitiendo un mensaje vacío que nos deja exactamente en el mismo lugar del que partíamos. “Somos el mismo equipo y tenemos los mismos problemas, aunque sí es cierto que necesitamos crear más peligro. Tengo la sensación de que exponemos mucho. El año pasado estábamos acostumbrados a solventar estos partidos y este año nos está costando”, comentaba tras la insípida igualada ante el Eibar. Hablamos del sexto equipo de la Liga que más recursos destina a fichas (49,9 millones), sólo por detrás de Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia y Sevilla.

Algunas voces ya miran con recelo el regreso a la Champions 16 años después. Pese a los 11,2 millones asegurados -2,1 por superar la ronda previa, 8,6 por estar en el bombo de Ginebra y 500.000 por el empate de la primera jornada- muchos creen que la temporada puede hacérseles muy cuesta arriba. Porque el ‘virus Champions’, ese que alude al sufrimiento de los clubes con un fondo de armario limitado cuando tienen que alternar dos competiciones de las exigencias de Liga y Champions, sobrevuela el ambiente. En la retina de todos, los casos del Málaga en la temporada 2011/2012, o los de la Real Sociedad (seis partidos en Champions con cinco derrotas y un empate) y el Betis (cuartofinalista en la Europa League y descendido tres jornadas antes del final de Liga) el pasado curso.

Este verano, el equipo bilbaíno sólo ha desembolsado un millón de euros para fichar al delantero, ex de la Real y procedente del Alavés, Borja Viguera. A principios del pasado mes de julio, se confirmaba la renovación de Iker Muniain hasta 2017, una gran noticia si tenemos en cuenta la marcha en los últimos dos años de Amorebieta y Fernando Llorente, los dos a coste cero, Javi Martínez (40 millones) y Ander Herrera (36), piezas clave del Athletic finalista de la Europa League y de la Copa del Rey en 2012. Un dinero para invertir en el nuevo San Mamés y la prolífica cantera. La fidelidad y el respeto a la idiosincrasia del club bilbaíno no se negocian. "No podemos vivir del pasado ni de los jugadores que estaban antes. Hay que solucionar las cosas con los que estamos ahora. Lo pasado, pasado está", explicaba Valverde en la previa del partido de esta noche donde se las verán con el Bate Borisov (20.45, Canal+ Liga de Campeones). Una derrota podría suponer el paso previo al abismo, antes incluso de viajar a Do Dragao para medirse al Oporto.

Tras aterrizar en Minsk después de casi cuatro horas de vuelo, la expedición bilbaína decidió quedarse en la capital y no recorrer los 75 kilómetros para ejercitarse en el Borisov Arena, el escenario del partido donde al fin podrá volver a disputar sus compromisos europeos el conjunto bielorruso. Con Borja Viguera, delantero titular ante el Eibar, fuera de la convocatoria, Valverde sigue estrujándose los sesos para dar con la tecla que impulse a un equipo timorato. De Marcos puede ser el pulmón que arengue a sus compañeros desde el carril derecho. Del resto, no se prevén novedades relevantes respecto del arquetipo por el que suele apostar el técnico cacereño. Pese a todo, viajaron 21 jugadores con la intención de estar unidos en estos momentos donde la búsqueda de la identidad perdida oprimen el pecho. "Vamos a aparcar la crisis un rato para luego retomarla cuando acabe este partido", comentaba el hombre encargado de enderezar el rumbo de la nave. El domingo, en medio del calvario que está siendo este tortuoso arranque, toca visitar el Santiago Bernabéu (21.00).

En este crudo panorama emerge la figura del BATE Borisov, un habitual para los equipos españoles en la máxima competición continental. Los bielorrusos ya se midieron a Real Madrid (2008/09), Barcelona (2011/12) y Valencia (2012/13), con un balance desastroso: seis derrotas en seis partidos. Nutriente básico (con permiso del Dinamo de Minsk) de la selección y sempiterno dominador de la liga nacional, donde han conseguido alzarse con los últimos ocho títulos de manera consecutiva, el equipo dirigido por Aleksandr Yermakovich acude tras el set que le endosó el Oporto de Julen Lopetegui hace quince días. En su zurrón un empate ante el Milan (1-1) y la sonada machada ante el Bayern en 2012 (3-1) como hitos más destacados de una de las escuadras más flojas del torneo. Pese a su debilidad sobre el papel, el BATE cuenta con dos alicientes que juegan a su favor: el rodaje de un grupo que ya ha disputado 25 jornadas en la competición nacional y el arropo que suscita poder jugar en su rejuvenecido estadio.

Alineaciones probables:

BATE Borisov: Chérnik; Mladenovic, Poliakov, Filipenko, Khagush; Volodko, Pawlaw, Hardzeichuk; Aleksíyevich, Signevich; y Rodiónov.

AthleticClub: Iraizoz; De Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Beñat, Rico; Susaeta, Muniain y Aduriz.

Árbitro: Stéphane Lannoy (FRA).

Campo: Borisov Arena (13.000 espectadores).

La gente en Bilbao anda con el gesto torcido y no es para menos. Hace poco más de un mes, el Nuevo San Mamés entraba en ebullición tras certificar su billete para la presente edición de la Champions. La primera gran noche de la nueva plaza bilbaína ha tornado en una pesadilla insufrible. Siete partidos después (seis de Liga y uno de Champions), los aficionados no alcanzan a explicar cómo su Athletic luce en la decimosexta posición en la tabla. Los de Ernesto Valverde suman cuatro puntos, empatados con el Levante, decimonoveno, y a un punto del Córdoba, farolillo rojo. Una victoria (3-0 al Levante), un empate a nada ante un debutante en Primera como el Eibar (0-0) y otro con el mismo resultado ante el Shaktar en Champions constituyen el pírrico botín hasta la fecha. Irreconocible.

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