El Bayern de Guardiola se lleva un buen susto antes de eliminar al Manchester United

Guardiola suma y sigue. Ya está en semifinales de la Champions con un Bayern que parece alejarse de esa contundencia de meses atrás, pero que sigue mostrando fiabilidad y solvencia. Es el campeón y defiende esa condición con dignidad pese a que abuse del toque, eso que tanto le gusta a su entrenador. El Manchester United, a su manera, plantó cara y llegó a poner en aprietos al Bayern, pero la maquinaria alemana fue superior en los momentos decisivos. Robben, Müller y Ribèry dejaron en nada el gol de Evra y el ímpetu inglés.

El técnico de los seis títulos en un año se enfrentará con su pasado en la penúltima ronda de la Copa de Europa. No queda otra. Bien Atlético o bien Real Madrid, será como volver a ver en el camino a un conocido;mientras que si el rival es el Chelsea, será Mourinho el que vuelva a ponerse delante del ex del Barcelona, rememorando episodios de un pasado reciente y que,según algunos, le llevó a dejar el banquillo de la entidad azulgrana.

Una hora de siesta y treinta minutos de fútbol, intensidad y, sobre todo, emoción. Moyes lo tenía claro. Guardiola, también. El inglés buscaba dejar pasar los minutos, encerrarse atrás y sorprender en la segunda. El ex del Barcelona queríatocar y tocar hasta aburrir al United y al público, algo que le reprocharon desde la grada del Allianz Arena. Uno y otro cumplieron con el guion, pero el poder ofensivo, la contundencia del Bayern, terminó con la resistencia inglesa, que durante treinta segundos fue capaz de eliminar al campeón gracias al gol de Evra. El problema es que a la siguiente jugada Mandzukic ponía la igualada en el marcador.

Dio la sensación de que el Bayern necesitaba un estímulo para meterse de lleno en el partido. Llegó con el gol de Evra, pero cuando un equipo es campeón, no se rinde fácilmente y eso fue lo que pasó en Múnich. Casi sin querer, el United se vio por delante en el marcador, pero lo que no esperaba es que los de Guardiola no le dejaran ni celebrar el tanto del francés. Un minuto, y gol de Mandzukic. Igualada y golpe definitivo.

A partir de ese momento, el convencimiento y la calidad del Bayern destrozaron al United. Por un momento, los jugadores alemanes se olvidaron de aquello de llegar a la portería con el balón en los pies, para mostrarse verticales y profundos al máximo. Ribèry la tuvo, pero fue Müller, diez minutos después del empate, el encargado de dejar las cosas en su sitio tras un preciso pase de Robben, jugador que sentenció con uno de esos goles que lleva marcando toda la vida y que nadie acierta a parar. Arranca desde la derecha para golpear cruzado con la izquierda. El de toda la vida.

El Bayern cumple y está entre los cuatro mejores del continente. No hay que olvidar que en los últimos cuatro años ha llegado en tres ocasiones a la final y que fue el Inter de Mourinho el último equipo en impedir su acceso al partido definitivo. La trayectoria del equipo alemán habla del mejor equipo de la década, y pelea para seguir siéndolo.

Ficha técnica

3 - Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Kroos; Robben, Götze (Rafinha, 65), Ribery; Müller (Pizarro, 84), Mandzukic.

1 - Manchester United: De Gea; Jones, Smalling, Vidic, Evra; Valencia, Fletcher (Hernández, 75), Rooney, Carrick, Kagawa; Welbeck (Januzai, 81)

Goles: 0-1, min.58: Evra. 1-1, min.59: Mandzukic. 2-1, min.68: Müller. 3-1, min.76: Robben.

Árbitro: Per Goran Eriksson (Suecia). Amonestó a Vidic, Evra y Rafinha.

Incidencias: partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 60.000 espectadores.