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El peor Real Madrid en años sufre y padece en Dortmund para pisar las semifinales
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LOS ALEMANES, CERCA DE REMONTAR EL 3-0 DE LA IDA

El peor Real Madrid en años sufre y padece en Dortmund para pisar las semifinales

El peor Real Madrid en años, sufrió como nunca para poder pisar las semifinales (2-0). Ni la ventaja de la ida fue un alivio ante un intenso y buen Dortmund

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El peor Real Madrid en años sufrió como nunca para poder pisar las semifinales. Ni el 3-0 del partido del Bernabéu sirvió de alivio para un equipo tocado, sin ideas, sin argumentos y sin carácter alguno. Un Borussia Dortmund que en nada se parece al de hace un año estuvo a un paso de forzar la prórroga. Le faltó suerte y se encontró a un Casillas que volvió a salvar al Real Madrid, algo que lleva haciendo en los últimos catorce años pese a que Mourinho le señalara y le pusiera en duda.

Un penalti fallado por Di María y decisiones inexplicables de Ancelotti, como la de colocar al argentino en punta otra vez meses después o la de retrasar al equipo hasta formar dos líneas de cinco y cuatro defensas en la frontal del área, llevaron al Real Madrid a ofrecer una imagen endeble, sin argumento alguno al que agarrarse y al que sólo la falta de acierto del Borussia en la segunda parte, el hundimiento físico de los alemanes y, como decíamos antes, la aparición de Casillas salvaron el tipo a un cada día más cuestionado Carlo Ancelotti.

Cuarta semifinal consecutiva del Real Madrid, pero llega con la peor imagen posible. Jugadores como Pepe, Xabi Alonso, Coentrão, Illarramendi o Benzema se empequeñecieron al primer contratiempo. Desaparecieron. Coentrão habilitaba a los rivales una y otra vez, Xabi Alonso se metió entre los centrales sin querer saber nada a la hora de construir el juego; Illarramendi estuvo superado tras el fallo, y Pepe desconectó para regresar a tiempo.

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En este panorama, el Borussia se lo fue creyendo. Jugadores como Lewandowski o Reus siguen dejando rastro de ese equipo campeón que construyó Klopp y ante el Real Madrid les faltó ese empujón definitivo para volver a hacer historia. Mhkitaryan no es Götze y Jojic no es Gündogan, algo que se nota. El armenio tuvo hasta tres claras ocasiones para igualar la eliminatoria, pero el palo y Casillas hicieron el resto para dar vida al Real Madrid.

El inicio relajado del partido y con aparente control de los blancos no hacía presagiar unos minutos finales de la primera mitad tan trepidantes como increíbles. El Real Madrid se fue dejando llevar y terminó buscando el descanso como único argumento para poder seguir con vida después de los primeros cuarenta y cinco minutos. Los dos goles de Reus dejaron tocado y sin pulso a un triste equipo que, una vez más, en un partido comprometido y exigido no dio ni la cara ni la talla.

Tras el primer cuarto de hora de tanteo, de estudio de unos y otros, el Real Madrid se desperezó con una jugada de esas de toques sin fin, de un lado a otro y que terminó por desarmar al Borussia Dortmund. Tanto como para permitir que Coentrão sacara un centro cómodo que se estrelló en la mano de Pisczek. Era la primera llegada y, mejor imposible, penalti en el minuto 16.

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Sin Cristiano Ronaldo en el campo, Di María con decisión se hizo con la pelota, y esa seguridad se convirtió en dudas en cuanto vio enfrente a Weidenfeller. El portero alemán, duda hasta última hora, detuvo el lanzamiento y propició un golpe de efecto que nadie esperaba. Los de Klopp se metieron en el partido casi sin querer y todo por el fallo del argentino.

Dicho y hecho: dos minutos después, Mhkitaryan no acertó a meterla entre los tres palos tras una espléndida jugada de Lewandowski y Reus. El armenio hizo lo difícil, tirar el balón fuera. Al contrario de lo que le sucedió al Real Madrid, el Borussia se vino arriba, vio el miedo del equipo blanco y se puso en ‘modo apisonadora’.

Cinco minutos después, los de amarillo sumaban su primer gol tras un fallo inexplicable de Pepe en una cesión a ninguna parte que terminó con el balón en la portería de Casillas. Reus simplemente aceptó el regalo. No le hizo falta nada más. Las piernas, canillas y pestañas empezaban a temblar al unísono. El miedo y la falta de carácter comenzaban a aparecer por unos jugadores que no querían ni ver la pelota. Mejor que la tenga el compañero, pensaban.

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Casillas apareció por primera vez a la media hora. Salvó el segundo a cabezazo de Hummels, pero cinco después ya nada pudo hacer. Otra vez Reus y otra vez tras un fallo estrepitoso. En esta ocasión de Illarramendi, tímido desde el minuto uno al cuarenta y cinco. Hasta el descanso hubo sufrimiento, pánico en el terreno de juego y en el palco. La presión y el control del juego de Kirch y Jojic bastaban para aplastar a jugadores con mucho más nombre y mucho más dinero en sus cuentas corrientes.

La segunda mitad se inició con un par de llegadas del Real Madrid. Parecía que todo volvía a una aparente normalidad, pero nada más lejos de la realidad. Benzema –al final se dejó ver, pero el francés mostró de nuevo su cara apática–, y Bale asustaron, pero fueron simples fuegos de artificio. Llegada la hora del segundo tiempo, el Borussia volvió a la carga, obligando a Casillas a aparecer hasta en tres ocasiones y una cuarta con ayuda del palo, para no ver el tres en el marcador.

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En esos momentos el Real Madrid ya acumulaba hombres en su área como un equipo vulgar, del montón. Sólo en los últimos cinco minutos del partido y más por agotamiento alemán que por sentido de su fútbol, ese que precisamente le dio Casemiro cuando Ancelotti se acordó que no lo ha hecho en toda la temporada, fue cuando pudo marcar el gol de la tranquilidad, pero un Bale demasiado egoísta no vio a sus compañeros hasta en tres claras ocasiones.

Los jugadores madridistas se acercaron al final del partido a la parte de la grada donde se encontraban los seguidores blancos. Algunos pidieron perdón a los aficionados. Era lo mínimo que podían hacer tras el sufrimiento que hicieron pasar a todos, cuando el resultado de la ida invitaba a un nuevo paseo alemán tras el del Schalke. Nada de eso.

Ficha técnica

Borussia Dortmund: Weidenfeller, Piszczek (Aubameyang, m.81), Friedrich, Hummels, Durm; Jojic, Kirch; Grosskreutz, Mhkitaryan, Reus; Lewandowski.

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrão; Illarramendi (Isco, m.46), Xabi Alonso, Modric; Di María (Casemiro, m.73), Bale y Benzema (Varane, m.90).

Goles: 1-0, m.26: Reus. 2-0, m.37: Reus.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Reus y Aubameyang por el Dortmund; y a Ramos, Xabi Alonso, Carvajal, Casemiro y Benzema por el Real Madrid.

Incidencias: partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado el Signal Iduma Park de Dortmund ante unos 65.829 espectadores.

El peor Real Madrid en años sufrió como nunca para poder pisar las semifinales. Ni el 3-0 del partido del Bernabéu sirvió de alivio para un equipo tocado, sin ideas, sin argumentos y sin carácter alguno. Un Borussia Dortmund que en nada se parece al de hace un año estuvo a un paso de forzar la prórroga. Le faltó suerte y se encontró a un Casillas que volvió a salvar al Real Madrid, algo que lleva haciendo en los últimos catorce años pese a que Mourinho le señalara y le pusiera en duda.

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