Claves para entender el ascenso del Adarve, el milagro forjado por "un grupo de tarados"

"Para entender lo que le ha sucedido al Unión Adarve hay que fijarse, sobre todo, en el entrenador, él es el gran artífice del éxito". En diferentes foros del fútbol madrileño se apunta al estratega, para el gran público anónimo —hasta ahora—, como claro responsable de que el modesto equipo del Barrio de El Pilar sellara un histórico ascenso a la Segunda división B, categoría que pisará por primera vez en la historia. Fundado en 1992 por un grupo de padres, tocó el cielo en tierras malagueñas en un partido para su historia. Tras endosar un 2-0 al Atlético Malagueño en la ida, en la vuelta un 4-2 colocó al Adarve en la división de bronce, con un postrero gol en propia meta que enterró a los locales y lanzó a la gloria a los de Madrid. "No, para nada soy el responsable del éxito", zanja Víctor Cea en conversación con El Confidencial. Y tiene razón, hay muchas claves, con un repartido protagonismo entre muchas personas, para entender la gesta.

"Messi jugando en el poli del barrio"

"El inicio de su éxito comenzó hace años, cuando se juntaron jugadores que se conocían de juveniles (tienen la ventaja de un gran equipo en División de Honor, muchos son descartes del Madrid) e hicieron piña pese a no tener una motivación económica". Carlos Matallanas ha jugado en la categoría senior doce temporadas —entre 2000 y 2012— de la Tercera y Preferente madrileña, además de haber sido asesor la campaña anterior del CD Móstoles, y cuenta con una buena base para tratar de explicar este 'milagro'. "También ha ayudado el tema de la crisis porque en la Tercera de hace diez o doce años hubiera sido imposible que este equipo acabase más allá de la mitad de la tabla. En esta circunstancia, trabajando en serio y de manera distinta se pueden marcar diferencias".

Al margen de esta fotografía, Matallanas hace una reflexión sobre el actual modelo del fútbol: "Este ascenso es bonito y demuestra que se pueden alcanzar grandes objetivos gestionando bien los pocos recursos que tengas, y que el fútbol está conectado. Un grupo de amigos se federa en Tercera regional y hay un camino real que le puede llevar de la base a la élite. ¡El Adarve compartirá categoría con el Mallorca, que en este siglo ha jugado la previa de Champions y ha ganado la Copa del Rey! Y es fabuloso, aunque hay quien prefiera marcar diferencias como en el deporte americano, donde profesionales y 'amateurs' no están conectados. Algo parecido ocurre con el debate sobre las clasificaciones de selecciones como San Marino, Andorra, etc, que quieren hacer otra división. Creo que sería un error: es un campeonato del mundo y todos los equipos parten de cero. Y si se tiene que golear a un equipo de bomberos y oficinistas, se le golea, pero cuidado, que el otro día Andorra ganó a Hungría, y hace poco un Alcorcón goleó al Madrid, y el Adarve va a jugar la Copa del Rey, y si pasas rondas, lo mismo vemos a Messi jugando en el polideportivo del Barrio del Pilar".

Además de un enfermo del fútbol, Víctor Cea es el entrenador que prácticamente por amor al arte ha logrado ascender al modesto Unión Adarve del madrileño Barrio del Pilar a Segunda B. Reuniones que comienzan un miércoles a las 7 de la mañana, otras que terminan un lunes a las 3 de la madrugada… Su meticulosidad y tiempo de dedicación están dentro de los límites de la profesionalidad, aunque el salario no diga lo mismo. Mucho más, posiblemente, pues su equipo de trabajo está formado por más de una docena de personas, más efectivos que muchos equipos de primer nivel. El estratega tiene cubiertas todas las facetas con profesionales de primer nivel, 'culpables' también del milagro. Son los siguientes: Pepe Sanz (técnico y delegado), Héctor Rincón (técnico y analista del juego), Jesús Muñoz (técnico y analista del juego defensivo), Luis Masero (técnico y analista del juego ofensivo), Jorge Cámara (técnico y analista de vídeos propios), Luis Hontoria (fisio), Álvaro Vimbela (fisio), Rubén Sánchez (fisio en formación), Alberto Mañas (asistente externo), Ricardo da Silva (preparador físico), Óscar Carrizo (preparador físico en formacion), Carlos Tomey (preparador físico en formacion), Raúl Zamorano (psicólogo), José Luis Muñoz (entrenador de porteros), Borja Bardera (ojeador), Diego Blázquez (ojeador en formación), Jessica Drelichmann (nutricionista) y Eugenio Martínez (utillero). Una tropa que trabajando a una, sacando tiempo de donde no lo había, ha firmado una proeza descomunal.

Supersticiones

Víctor piensa que en este ascenso ha ayudado el hecho de entrenar siempre con el mismo reloj y otros objetos de los que no se ha desprendido si han ido bien las cosas. Solo así se explica que ya en verano, y a 40º, Cea entrenara en chubasquero… Aunque la verdadera clave residió en que todos los lunes, en la habitual cena con su equipo de trabajo en el restaurante Imanol del Centro de Ocio Diversia, todos se pedían de postre una 'panchineta' (bollo de crema con una bola de helado). Supersticiones aparte, también influyó la gran labor del mencionado y amplio equipo de trabajo. Este nutrido y preparado 'staff' responde a una organización y método profesional, aunque la categoría (y remuneración) diga totalmente lo contrario. Con unos 50.000 euros de presupuesto y una paga mensual inferior a 400 euros al jugador que más cobra (muchos lo hacen por 0 euros), el Unión Adarve era el segundo o tercer presupuesto más bajo de toda la categoría, siendo esas cifras más normales encontrarlas en un equipo de mitad de tabla de Preferente. ¿Cómo se ha obrado el milagro?

Víctor Cea considera que para entender la hazaña hay que apuntar "a una plantilla que es una pasada y a una directiva que tiene una perspectiva muy diferente en comparación con las de otros clubes". "Ambición sin ansiedad", así retrata la filosofía de la dirigencia, subrayando que no existen "las presiones". "Tiene poquito el club" en cuanto a medios, resalta, "pero todo está muy bien aprovechado", remata. El joven técnico nacido en Madrid (21-5-1984) tenía un buen puesto de trabajo, con un sueldo más que respetable, en el sector de la informática. Pero su ambición es ganarse la vida con el fútbol, cosa que ya consigue con la docencia en esta materia. A los 17 años emprendió su larga aventura en diferentes banquillos; Juventud Sanse, Alcobendas, Madridejos… Hasta aterrizar en el Adarve, donde en su tercera temporada tocó el cielo.

Perder dinero por jugar

"Creo en un grupo de trabajo amplio, no en el clásico formado por un entrenador, un segundo y un preparador físico", explica el jefe del vestuario. "Esto, el fútbol, es mi vida y por ello no dudé cuando me tocó dejar el trabajo que tenía", resume. Esa profesionalización total y absoluta, con escasos medios pero una dedicación plena, ha sido fundamental para que el Adarve ya esté integrado en la categoría de bronce. También contar con una plantilla de 26 jugadores, "cuando lo habitual en Tercera es que sea de 20", recuerda Cea. "Entrenar por las mañanas, como cualquier equipo profesional, también ha sido un aspecto básico", subraya. En esta categoría, muchos futbolistas estudian o tienen trabajo, lo que complicó mucho la confección del plantel. "También que mientras nosotros ofrecíamos, por ejemplo, un sueldo mensual de 200 euros, otros clubes llegaban hasta los 700", recuerda.

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El club era consciente de que muchos futbolistas eran imposibles de captar por diferentes circunstancias, pero sí tenía acceso a otros. Muchos, descartados en sus clubes y que "agradecieron que nosotros les abriéramos las puertas del Unión Adarve, que mostráramos que confiamos en ellos", explica el profesor. No es asunto menor, porque alguno ha perdido dinero por unirse al proyecto, con pocos euros a ganar y tener que pagar gasolina a diario para desplazarse al lugar de entrenamiento. Y vuelve a incidir en que hablamos de "un club realista", que siempre tuvo claro que el ascenso no era el objetivo, con una directiva que "no se mete" donde no debe, explica el técnico.

Una filosofía clara

Luis Masero (Madrid, 1981), uno de los asistentes, estrenó en 1992 un equipo de fútbol 7 llamado Agrupación Deportiva y Cultural Adarve. Su padre estaba entre los fundadores de ese club que 25 años después (y tras la histórica fusión con la Unión Deportiva Barrio del Pilar) jugará en el tercer escalafón del fútbol español y disputará la próxima edición de la Copa del Rey. "El secreto es la profesionalidad y haber creado una familia. Se ha juntado gente que vive por y para el fútbol, no por el dinero —algo que provoca intereses creados—. Somos unos locos del fútbol, unos tarados. Nuestra droga es el fútbol", comenta Masero a El Confidencial. Y esta banda de apasionados 'drogadictos' del balón, como se descuiden, tienen en menos de un año jugando "a Messi en el polideportivo del barrio", como apuntaba Carlos Matallanas…

Gran parte de culpa la tiene Cea, destaca su ayudante. "Víctor es buenísimo. Estoy seguro que terminará muy pronto en Segunda o Primera. Se apostó por entrenamientos por la mañana, para no realizarlos después de 8 horas de una jornada laboral. Otro signo de profesionalidad y que nos dio un plus con respecto a los rivales. También se propuso dar un giro al modelo de juego, tocar el balón, aunque para ello tuviéramos que cambiar de campo. Dejamos Ganapanes y nos trasladamos al Polideportivo Vicente del Bosque. Al principio de todo jugábamos bien, pero no llegaban los resultados… hasta que por fin comenzamos a ganar. Fuimos a muerte con nuestra idea y nuestro trabajo. Y con esta filosofía, y mucho corazón, hemos sido capaces de ganar a un Málaga que tenía ocho o nueve jugadores que habían debutado en Primera. Todavía no asimilas bien que el año que viene jugaremos en Valdebebas contra el Castilla, ante el Real Unión, Bilbao Athletic, Real Sociedad B… Son equipos que multiplicarán por 15 o 20 nuestro presupuesto".

Marcelo Bielsa

Luis quiere dar las gracias a sus familiares, a los amigos y a la afición que les empujó en Málaga y que espera les sigan acompañando en Segunda B para llenar más veces el poli del barrio, donde con los equipos de su colegio, Nuestra Señora de la Vega, ya había jugado a fútbol sala y baloncesto. Ahora, “mi vida es el fútbol. Tengo que seguir atento de una empresilla que tengo con un amigo de control de plagas, pero cada vez el fútbol ocupa más espacio. Es hacia lo que he enfocado mi vida”. Y es que además de esta labor, tiene una escuela de fútbol —Masriver—, donde juegan 300 niños.

La pasión en las innumerables reuniones durante el año se trasladó a cada uno de los cuatro entrenamientos matutinos entre semana y al domingo de partido, y el último estalló en forma de lágrimas en la cena de la celebración: "Acabamos todos llorando", evoca Luis Masero. Era el final de un largo y apasionante trayecto de un grupo compacto y unido, un "club realista en todo momento", como dice Víctor Cea, que con una buena gestión de los escasos recursos ha hecho historia. "Me quedaría con Marcelo Bielsa, aunque también me llaman la atención Lillo, Guardiola, Sampaoli, cosas de Mourinho…", dice el técnico a la hora de apuntar al modelo a seguir. "Quiero que mis equipos sean siempre dominadores, protagonistas, que jueguen", relata para acabar. Esa intrépida y atractiva filosofía ha sido la que ha marcado el camino de un equipo que ha firmado una gesta irrepetible.