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El fichaje de Diarra por el Athletic, ¿un cambio de filosofía o una excepción?
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El fichaje de Diarra por el Athletic, ¿un cambio de filosofía o una excepción?

Son varios los ejemplos en la historia del Athletic de jugadores con nacionalidad extranjera que han estado en el equipo, pero jamás había sucedido algo similar a lo de Diarra

Foto: Un entrenamiento del Athletic en Lezama. (EFE)
Un entrenamiento del Athletic en Lezama. (EFE)

La personalidad del Athletic Club es quizás la más particular de lo que hoy en día se conoce como fútbol moderno. A la vez que la locura del mercado engulle a clubes pequeños y hace a los grandes invertir cientos de millones en mejorar unas plantillas ya espléndidas, en Lezama se sienten orgullosos de permanecer todavía con la idea casi ancestral de jugar solo con los de casa. La evolución del exterior no ha influido lo suficiente en Bilbao para cambiar la filosofía imperante y la posibilidad de ver a un extranjero vestido de rojiblanco en San Mamés sigue siendo remota. ¿O no?

Para ser honestos, el Athletic ha abierto la mano al menos un poco en lo que a adquirir solo jugadores formados en Euskal Herria se refiere. Empecemos por lo básico: ¿qué es Euskal Herria? Es la zona geográfica en la que se incluyen todos los territorios en los que la cultura vasca se manifiesta y que el nacionalismo vasco reclama como la totalidad del territorio de Euskadi. Comprende las tres provincias vascas, el Enclave de Treviño, Navarra, Labort, Baja Navarra y Sola. Esta es la normativa interna del Athletic: "Nuestra filosofía deportiva se rige por el principio que determina que pueden jugar en sus filas los jugadores que se han hecho en la propia cantera y los formados en clubes de Euskal Herria (...) así como, por supuesto, los jugadores y jugadoras que hayan nacido en alguna de ellas".

Esto no se cumple a la perfección, claro está. Son varios los ejemplos en la historia del Athletic de jugadores con nacionalidad extranjera que han estado en el primer equipo o en sus categorías inferiores, aunque siempre existía un resquicio dentro de la 'legalidad' interna del club que les permitía formar parte de la disciplina rojiblanca. Un ejemplo muy claro de esto es el fichaje en 2009 de Aymeric Laporte, cuya ascendencia vasca es nula ya que nació en Agen, lejos de Euskal Herria. Habrá alguien a quien les sorprendieran más los casos de Jonas Ramalho e Iñaki Williams, los dos primeros jugadores de raza negra en jugar en el Athletic, pero ambos son vascos con todas las de la ley.

En conversación con El Confidencial, uno de los históricos del Athletic, Javier Clemente, sigue defendiendo esta medida. "Para el concepto de la juventud de Vizcaya y Euskadi me parece una buena filosofía. Que los jóvenes tengan el afán de jugar en el Athletic es muy bueno. No es lo mismo un tío que ha nacido en Vizcaya y que siempre ha tenido la ilusión de jugar en el Athletic que otro que no. Luego también es mucho más fácil que juegue la gente de aquí que si tienen competencia de jugadores extranjeros", afirma el último entrenador campeón de Liga con el Athletic.

Clemente, que espera alguna oferta después de dejar la selección de Libia mientras medita la jubilación, es consciente de que la idea del Athletic le perjudica a la hora de competir como un grande de España. "Se hace mucho más difícil luchar contra Real Madrid y Barcelona, pero me encantaría que en toda España todos los clubes utilizaran futbolistas de sus propias provincias, sería bonito. Quizás luego a nivel de Champions no tendría mucha dimensión, pero el Athletic ha ganado la Liga muchas veces sin extranjeros. Conmigo ganamos la Liga porque se hicieron las cosas bien. Si haces las cosas bien, tienes más posibilidades", dice.

Lo que nunca había sucedido es algo similar al fichaje de Youssouf Diarra. Un jugador malí que ha estado dos años en un club de Pamplona como única relación con la política de fichajes bilbaína. La llegada de Diarra supone un cambio, algo diferente a todo lo que se había hecho anteriormente. Las excepciones anteriores, como el caso de Laporte, estaban cogidas con pinzas, pero esta ocasión no existe ese proceso natural a través del cual se forma un jugador en territorio vasco.

La pregunta clara que surge ahora mismo es si este fichaje es un cambio de paradigma, un primer paso para adaptarse al fútbol moderno del gasto y la 'internacionalidad' de las plantillas o si es una única excepción para confirmar la regla. Clemente entiende que, de "ser una nueva medida de Josu Urrutia de cambiar la normativa del Athletic, lo habría consultado a los socios". De todas formas, Clemente cree que si llega un momento en el que se abre el club a los extranjeros, también debería abrirse "a fichar también a gente de Madrid, Barcelona, Antequera, Murcia...".

La personalidad del Athletic Club es quizás la más particular de lo que hoy en día se conoce como fútbol moderno. A la vez que la locura del mercado engulle a clubes pequeños y hace a los grandes invertir cientos de millones en mejorar unas plantillas ya espléndidas, en Lezama se sienten orgullosos de permanecer todavía con la idea casi ancestral de jugar solo con los de casa. La evolución del exterior no ha influido lo suficiente en Bilbao para cambiar la filosofía imperante y la posibilidad de ver a un extranjero vestido de rojiblanco en San Mamés sigue siendo remota. ¿O no?

Javier Clemente
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