La depresión llama a las puertas del Barcelona

Cuando Josep María Bartomeu soltó: “Este verano llegarán nombres que ilusionan y otros que quizá no tanto” justo después de que el FC Barcelona lograra la Copa del Rey hubo quien atribuyó la insípida frase a la proverbial falta de discurso del presidente azulgrana cuando tiene delante un micrófono. Ha pasado un mes desde entonces y, por ahora, Bartomeu tenía razón… sobre todo en lo segundo. Es el verano más desilusionante para el aficionado azulgrana desde hace años.

Opinión

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Kike Marín

El Barça se había fijado como objetivos principales a Verratti, Bellerín y Dembélé y no se han acercado posturas con ninguno de los tres. El presidente del PSG, el jeque Nasser Al Khelaifi le dijo personalmente a Verratti que no le piensa vender. La negativa es absoluta y aunque el futbolista está presionando e incluso se ha llegado a plantear no presentarse al primer entrenamiento el próximo 4 de julio, la postura de Al Khelaifi es inamovible y ya ha demostrado en otras ocasiones que cuando dice no, es que no. El PSG además no necesita ingresos así que el fichaje del centrocampista parece complicado. Algo parecido sucede con Bellerín, al que el Arsenal considera fundamental y al que renovó hace unos meses hasta el 2023 y le mejoró el contrato. Y el Borussia de Dortmund ha declarado a Dembélé, al que fichó el año pasado del Rennes por 15 millones de euros, intransferible y, por si fuera poco, al Barça le han salido competidores como el Bayern de Munich, que según se apunta en Alemania estaría dispuesto a pagar 90 millones por el jugador. "A veces llamas a la puerta de equipos sin problemas económicos y no te quieren vender al jugador franquicia. Debemos tener paciencia, pero esto ha cambiado mucho”, admitió resignado el directivo Jordi Mestre en declaraciones al programa ‘Tot Costa’.

Paulinho, del Guangzhou Evergrande

Con el ‘plan A’ en serias dificultades el ‘plan B’ ni despierta pasiones ni encima tampoco parece que sea pan comido para el Barça. Lucas Lima no se mueve del Santos según su presidente, Modesto Roma, y el Guangzhou Evergrande no se cierra en banda con Paulinho, pero si le vende será a precio de estrella y el Barça no está para hacer dispendios económicos con jugadores de segunda fila. Paulinho, además, ya tiene 29 años y la competitividad de la Liga china donde juega no es precisamente la misma que la de la española, por lo que es un fichaje de riesgo por el que el club azulgrana tampoco tirará la casa por la ventana.

Y mientras nadie llega, la cantera, La Masía, está sufriendo duros golpes ante la marcha de sus jugadores más prometedores. Primero fue salida de Mboula, por 3 millones de euros al Mónaco. Después la del central de 16 años Eric García al Manchester City de Guardiola por 1,5 millones y el tercer sopapo podría llegar en breve si se confirma la información adelantada por 'RAC1' según la cual el defensa juvenil Mateu Morey habría decidido dejar el Barça para fichar por el Bayern de Múnich, que pagaría los 3 millones de euros de su cláusula de rescisión. La fuga de talentos de La Masía es un hecho y el aficionado azulgrana lo percibe como una muestra inequívoca de descomposición de la estructura del club.

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Bartomeu ya anunció que este verano no sería ilusionante en algunos fichajes, pero seguramente no se imaginaba que tendría tanta razón ni que además las joyas de la cantera iban a preferir irse del club. La depresión llama a la puerta de ‘Can Barça’.