Monchi creó una estructura en el Sevilla para que el club caminara solo sin él

Monchi ya es historia del Sevilla. Lo era incluso antes de salir a la sala de prensa a enfrentarse a los medios de comunicación, que le iban a cuestionar por su anunciada marcha del club. Pero en los próximos días, sin especificar cuál será el momento exacto, dejará de asomarse por las oficinas del Pizjuán, esas en las que ha 'vivido' los últimos 17 años de su vida. En todo ese tiempo, el que fuera portero sevillista, pero que se puso entre los palos pocas veces para todo el tiempo que perteneció a la plantilla, organizó una estructura que se ha convertido en la envidia de decenas de clubes, incluso los más poderosos del continente europeo, esos que ganan títulos año sí y año también.

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El Sevilla mejor que nadie sabe el valor que tiene su hasta ahora director deportivo. El salario de Ramón Rodríguez en el club de Nervión era ya excelente y el presidente, Pepe Castro, le planteó "una oferta fuera de mercado" para convencerle de que siguiese unido al equipo de su vida, para que se arrepintiera otra vez de su decisión, tomada en mayo, de irse. Es decir, por dinero no es. Eso lo ha dejado bien claro Monchi en la rueda de prensa, y si bien es un argumento muy utilizado en este tipo de despedidas para quedar bien, en el caso del 'León de San Fernando' es una idea real. El "agotamiento" es la principal razón de su salida. 29 años entre jugador profesional y directivo son mucho tiempo. "Es un tema personal, de necesidad de cambio", dijo.

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Su marcha supone un cambio drástico en el Sevilla en cuanto que la ruptura de una relación tan duradera siempre es traumática para ambas partes. El Sevilla echará de menos a Monchi y Monchi echará de menos al Sevilla. "Esta es mi casa", dijo, algo que casi puede ser literal. Sin embargo, el gran legado que deja tras de él es la creación de un equipo de trabajo tan profesionalizado y especializado en su labor que va a permitir a la entidad rojiblanca caminar sola. A Monchi le entregaron en Segunda División un esqueleto deshecho y él fue recolocando los huesos, añadiendo los músculos y los órganos y, posteriormente, le dio el cerebro para que cobrara independencia de su 'creador'. Y ahora mismo, la dirección deportiva sevillista tiene vida propia, un motivo de orgullo para el propio Monchi.

Ésta se compone de 16 personas repartidas por las oficinas del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en unas salas que más bien podrían parecer una redacción de una televisión, ya que cuentan con numerosos televisores para realizar las labores de 'scouting'. Esas personas están acostumbradas a trabajar en la sombra, sin la relevancia en la prensa que sí tiene su hasta ahora responsable y gracias a esas funciones 'ocultas', entre las que se incluyen los software más avanzados del panorama futbolístico, tienen controlados todos los principales campeonatos internacionales para encontrar las mejores oportunidades de negocio. Los resultados de ello están a la vista de todos: decenas de futbolistas que o bien eran desconocidos o no habían acabado de explotar que triunfaron en el Sevilla y se marcharon del club dejando unos años de buen fútbol y una ingente cantidad de dinero, muy superior a la inicialmente invertida.

Por ahora, el Sevilla no va a cubrir directamente la vacante de Monchi como director deportivo. El club confía ciegamente en Óscar Arias, que se mantendrá como secretario técnico y nueva cabeza visible del equipo de trabajo. También ganará relevancia una de las personas más respetadas dentro del organigrama deportivo sevillista, Miguel Ángel Gómez, coordinador de la dirección deportiva. Gómez, psicólogo de profesión, es todo un cerebrito y uno de los miembros más importantes de la estructura. Por otro lado, se mantienen otros como Ramón Vázquez y Francisco López Alfaro quien, junto a Antoñito Ramiro, gestiona el área de tecnificación de la cantera. La principal novedad será la incorporación de un exsevillista de relumbrón, el campeón de Europa y del mundo con la selección española, Carlos Marchena.

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Ninguno de ellos se va a ir con Monchi a la Roma, destino que él mismo se ha encargado de desmentir, pese a que el acuerdo está cerrado. "Lo que quiero es que todos sigan trabajando aquí, porque yo voy a seguir queriendo lo mejor para el Sevilla. Como creo en ellos no quiero que ninguno se vaya porque son muy válidos para el club", dijo el exdirector deportivo. Es decir, la continuidad está garantizada. Por supuesto, no va a interferir en ninguna de las operaciones ya cerradas, como es el caso del extremo francés del Olympique de Lyon, Rachid Ghezzal, que firmará libre el 1 de julio.

Eso sí, por si en un futuro se considerase el relevo directo de Monchi, el Sevilla piensa que el actual director deportivo del Eibar, Fran Garagarza, es el idóneo para el puesto. El vasco ha creado otro sistema que funciona a la perfección y, por tanto, encajaría como anillo al dedo en la idea del Sevilla.