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El Atlético atormenta la vida del Barcelona
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se endurece el cargado mes de febrero

El Atlético atormenta la vida del Barcelona

El equipo azulgrana torció el gesto cuando conoció su rival en las semifinales de Copa. El que echó al Barcelona de la Champions dos veces en los últimos tres años y le birló una Liga en el Camp Nou

Foto: Imagen del Barcelona-Atletico de Madrid de la primera vuelta de la Liga (EFE)
Imagen del Barcelona-Atletico de Madrid de la primera vuelta de la Liga (EFE)

Al Barcelona se le avecina un mes de febrero de armas tomar. Tras el sorteo de las semifinales de Copa del Rey celebrado en Madrid, el equipo blaugrana quedó emparejado con el Atlético de Madrid, la 'joyita' del bombo, como diría Luis Enrique, el que no querían. El rival que les echó de la Champions dos veces en los últimos tres años y que tiene en la competición copera uno de sus principales objetivos del curso. Además de la posibilidad de ganar un título, también se da la circunstancia de que con casi toda probabilidad, la final será el último partido que se juegue en el estadio Vicente Calderón antes de ser demolido y que el Atleti pase a jugar en La Peineta.

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Además de la incomodidad del rival, el resultado del sorteo, como no podía ser de otra forma tras la espiral de conspiraciones que se ha apoderado del discurso futbolístico, el emparejamiento ante el Atlético de Madrid ha vuelto a dar que hablar en el entorno culé, que ve oscuras conjuras por todos lados.

Sin duda, esta eliminatoria puede afectar a ambos equipos en la lucha por la Liga, pues a lo largo de los últimos tiempos los duelos entre ambos han sido muy intensos. Por ese motivo, en Barcelona volverán a entrar en juego las rotaciones de cara al partido de este domingo al mediodía en Sevilla ante el Betis. Un partido que se juega sólo dos días y medio después de acabar la eliminatoria ante la Real Sociedad.

Tridente en alza

Además del regreso de Ter Stegen a la portería, se esperan algunos cambios en la alineación de los blaugrana, que siguen teniendo lesionados a Busquets, Rafinha e Iniesta y que saben que no pueden fallar para mantener viva su persecución a Sevilla y Real Madrid, dos equipos que ya no juegan la Copa y que durante quince días tendrán un partido a la semana para concentrarse.

Así pues, parece haber llegado la hora de los Aleix Vidal, Digne, Mathieu o Arda Turan para ir dando reposo a los defensas más castigados por los minutos y la fatiga muscular, como son los casos de Gerard Piqué o Jordi Alba, y tratar de preservar a centrocampistas como Denis, que han dado un importante paso adelante en las últimas jornadas.

Lo que no tiene pinta de cambiar es el tridente. Messi, Luis Suárez y Neymar se encuentran de nuevo en su salsa. Acostumbrados a jugar siempre con la máxima exigencia, es en estos últimos partidos en los que se les está viendo mejor en lo que va de temporada.

Indescifrable

La capacidad de Messi para influir en el juego desde cualquier posición está siendo indescifrable para los rivales y a lo largo de un mismo partido tanto hace de Iniesta, pasando, que de Suárez, convirtiendo. El delantero uruguayo sigue siendo una verdadera tortura para todos sus marcadores y ha recuperado el olfato goleador al ritmo con el que se ganan los trofeos de máximo realizador y por su parte, Neymar marcó por fin de jugada en el último partido de Liga ante el Eibar, pero además está rindiendo a un nivel desequilibrante en su banda y ofreciendo asistencias cada partido.

Foto: Los jugadores del Barça celebran el gol de Messi de penalti. (EFE)

Aferrado al momento del tridente, el barcelonismo puede soñar mientras mira de reojo a la enfermería esperando que Busquets e Iniesta vuelvan a tiempo, aunque sea para participar en el desenlace de la semifinal de la Copa y afrontar de esta manera un febrero que se presenta como toda una joyita. El PSGen Champions también les espera.

Al Barcelona se le avecina un mes de febrero de armas tomar. Tras el sorteo de las semifinales de Copa del Rey celebrado en Madrid, el equipo blaugrana quedó emparejado con el Atlético de Madrid, la 'joyita' del bombo, como diría Luis Enrique, el que no querían. El rival que les echó de la Champions dos veces en los últimos tres años y que tiene en la competición copera uno de sus principales objetivos del curso. Además de la posibilidad de ganar un título, también se da la circunstancia de que con casi toda probabilidad, la final será el último partido que se juegue en el estadio Vicente Calderón antes de ser demolido y que el Atleti pase a jugar en La Peineta.

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