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El Barça lleva ya cinco directores de comunicación, pero Messi no dice ni pío
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bartomeu no consigue tranquilizar a nadie

El Barça lleva ya cinco directores de comunicación, pero Messi no dice ni pío

Al parecer la intención del club catalán es blindar a los jugadores, todavía más, pero lo que realmente importa a los culés es la renovación del argentino, cuyo silencio es estruendoso

Foto: Leo Messi, durante un reciente entrenamiento del FC Barcelona. (EFE)
Leo Messi, durante un reciente entrenamiento del FC Barcelona. (EFE)

La derrota del Real Madrid en Sevilla ha tranquilizado los ánimos de la afición culé, que consideraba que una victoria madridista en el Sánchez Pizjuán significaba decir prácticamente adiós a la Liga a pesar de que todavía estamos en enero. Deportivamente, todo va como la seda, con la eliminación del Athletic en la Copa, la goleada a Las Palmas en LaLiga y el fondo de armario que por fin comienza a funcionar. El problema llega en cuanto la pelota deja de rodar.

Foto: Leo Messi y Arda Turan, en una imagen de archivo (EFE)

Porque a pesar de las explicaciones de Josep María Bartomeu el pasado sábado, las dudas sobre los avances en la renovación de Messi continúan existiendo y en club no hay un día tranquilo. Este lunes, Albert Roura dejó de ser el jefe de comunicación del FCBarcelona. Es el quinto nada menos en los últimos seis años. A partir de ahora habrá una ‘bicefalia’. José Manuel Lázaro ha sido nombrado jefe de los Medios de Deportes profesionales y Toni Ruiz jefe de los Medios Corporativos. Ambos responderán ante otro, que aún no ha sido elegido, pero que ya tiene título, y este es nuevo y rimbombante: Director de la Marca FCB.

Al parecer la intención es blindar a los jugadores, todavía más, con alguien de su confianza y que el club sepa comunicarse mejor, porque al parecer los cinco anteriores tampoco han sabido cómo hacerlo. Albert Roura se enfrentó a Bartomeu cuando el presidente y Albert Soler, director de Deportes Profesionales y mano derecha de Bartomeu, decidieron que era una buena idea que todos los deportistas del club de las diferentes secciones dejaran de conceder entrevistas a los medios para así ‘potenciar’ a los medios del club. Se organizó tal alboroto que tres horas más tarde el club emitió un comunicado retractándose. Roura se negó en redondo desde el primer momento y desde entonces quedó señalado. Este lunes, se oficializó su despido. Por su parte, tanto José Manuel Lázaro como Toni Ruiz llevan años trabajando en el club.

placeholder Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona. (REUTERS)
Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona. (REUTERS)

Josep Vives, portavoz del club, fue el encargado de dar explicaciones ante los medios y anunciar los nuevos cargos. A la hora de las preguntas, repitió casi con exactitud lo dicho por Josep María Bartomeu el pasado sábado. Es decir, que están muy tranquilos respecto a la renovación de Leo Messi. Deben de ser los únicos, porque en el resto del entorno, tanto entre la afición en como los medios de comunicación cunde la idea de que si todo estuviera tan claro y fuera tan fácil a estas alturas ya lo habrían firmado. Porque si hay una prioridad es renovar al crack argentino. “Las negociaciones las llevo yo personalmente”, aseguró Bartomeu. Pero las negociaciones ni siquiera han comenzado y la visita del padre y agente del jugador, Jorge Messi, justo antes de las vacaciones de Navidad en Barcelona no supusieron ningún avance en este sentido.

El Barça tiene un problema con la renovación de Leo: saben que tendrán que pagarle lo que él pida. Y eso significa que el límite salarial, que ya está por las nubes, volverá a ponerles en un apuro. De ahí las palabras de Òscar Grau sobre poner “sentido común” que tan mal sentaron al propio Messi. Sí, a Messi. Que no dice ni esta boca es mía, pero tiene portavoces que lo hacen por él; como Luis Suárez, que el mismo día que Grau habló en cuanto terminó el partido ante el Athletic dijo: “Lo que hay que hacer no es tener sentido común, sino renovar a Leo Messi”. El mensaje era un directo a la mandíbula del director ejecutivo y la prueba evidente de que al argentino le habían sentado como un tiro sus palabras. Después del encuentro ante Las Palmas, el uruguayo hizo eso tan manido de ‘matar al mensajero’: “El quilombo lo montan ustedes. El Barcelona ya sabe lo que quiere Messi y no hay ningún problema”.

Foto: Messi y Sampaoli se saludan antes del Sevilla-Barcelona en el Pizjuán. (Reuters) Opinión

A todo esto, Leo sigue calladito, fomentando los rumores, dimes y diretes. Con una sola palabra suya, con que saliera un día en una zona mixta, en la sala de prensa o ante los medios del club y dijera una sola frase: “Me quedaré en el Barcelona”, se acababa todo. Adiós a la angustia. Pero la última vez que habló, en un acto promocional, el presentador del acto, contratado por la firma para ello, le preguntó por su pelo rubio, pero no por su renovación. Evidentemente, estaba pactado que el tema no saliera. El silencio de Messi es tan ruidoso que cuanto más tiempo pasa, más estridente suena. Quizás los nuevos responsables de comunicación y el mandamás que está por llegar sean capaces de enderezar la situación. Pero tranquilos, plácidos y serenos desde luego no están. Y hasta que Messi firme, así va a seguir por mucho cargo que sigan nombrando.

La derrota del Real Madrid en Sevilla ha tranquilizado los ánimos de la afición culé, que consideraba que una victoria madridista en el Sánchez Pizjuán significaba decir prácticamente adiós a la Liga a pesar de que todavía estamos en enero. Deportivamente, todo va como la seda, con la eliminación del Athletic en la Copa, la goleada a Las Palmas en LaLiga y el fondo de armario que por fin comienza a funcionar. El problema llega en cuanto la pelota deja de rodar.

Leo Messi Josep Maria Bartomeu Arda Turan
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