¿Qué tienen en común el CD Móstoles y El Confidencial? La fuerza de Carlos Matallanas

Puso en el antetítulo: “Último artículo… por ahora”. Hace más de 75 días que nuestro amigo y compañero Carlos Matallanas publicó su último artículo en El Confidencial. Se titulaba 'La ELA no quiere que hablen de ella' y describió cómo de cerca estuvo el “fin de la historia” comunicando incluso “a dos testigos” sus “últimos deseos”. Conforme los compañeros íbamos leyendo el artículo un escalofrío iba atravesando la redacción y por unos instantes costaba tragar saliva. Y en esos momentos te acuerdas de que Carlos no traga saliva desde hace casi dos años. Y te acuerdas de más cosas, como cuando golpeaba el balón en un campo de fútbol más fuerte con la cabeza que con los pies, que se movían elegantemente en el centro del campo. Esta semana, algunos compañeros del periódico hemos recordado este capítulo futbolístico al ver el emotivo vídeo del CD Móstoles mandando “¡Ánimo Mata!”.

['Mi batalla contra la ELA' contribuye con 28.700€ a la lucha contra esta enfermedad]

Dos excompañeros que ahora intentan ascender con el Móstoles a 2ªB -Gonzalo Ónega e Ivo Carosini- sujetan una camiseta del Móstoles con el nombre Matallanas y su número 15. Les escoltan otros dos excompañeros y amigos de Mata -Escudero e Iván Ruiz-, quienes manejan ese vestuario en el que asegura Gonzalo hay tan buen rollo como por los que pasaba Mata, “aunque no tenemos a un Diablo de Tasmania como tú”. Iván, el entrenador, y Escudero no hablan en el vídeo, pero ya lo hacen habitualmente con Mata cuando le preguntan por cuestiones técnicas que Carlos intenta resolver a más de 600 kilómetros de distancia, tumbado en su cama, a través de un ordenador en el que escribe con sus pupilas, prácticamente lo único que puede mover ya por sí mismo.

Hoy, Carlos debía estar en un banquillo

Según puede adelantar El Confidencial, no es el único cable que Mata sigue echando al fútbol. El Cadete A del Villarreal también recibe consejos de él (le contactaron después de ver su conversación con su amigo Fernando Torres), así como el Cádiz B de su amigo Mere. La carta que redacta el Móstoles, cuando menciona al entrenador Iván Ruiz señala que está “hoy sentado en el lugar con el que su amigo siempre ha soñado”, y no les falta razón puesto que hace ya unos meses Carlos debía haber recibido el título de Entrenador Nacional (último nivel). Con su liderazgo natural, al igual que triunfó sobre el césped y en la redacción de El Confidencial, no concebimos que no hubiera hecho lo propio en los banquillos.

El vestuario del Móstoles y el vestuario de El Confidencial coinciden en que “eres un ejemplo” y que ambos “te admiramos” por la “fuerza y entereza que tienes para llevar tu enfermedad”, algo que se hace extensible a tu compañera Marta, padres, hermanos y familia porque, como tantas veces has escrito por aquí, la ELA no sólo encierra en su cuerpo a una persona, sino que cambia el ritmo y la vida de la gente que te rodea.

Más muertes por ELA que en la carretera

Hace dos meses y medio que Carlos no 'habla' en las páginas de El Confidencial y no es casualidad que Mata titulara ese último post con un 'La ELA no quiere que hablen de ella', recogiendo su testigo es el momento de hablar de la ELA por Carlos, al menos intentar hacerlo tanto como él solía hacer a través de sus crónicas. El Móstoles, Villarreal, el Carabanchel junto al Atlético y Real Madrid en el la celebración del centenario del equipo de la Mina, Fernando Torres, recientemente los amigos de Kiko y los de su hermano Javi Matallanas en un amistoso para recaudar fondos… El fútbol, dando patadas a un balón, habla por Carlos de la ELA, de la asesina que sigue suelta y que atrapa a 1.000 españoles al año, más que los accidentes de tráfico. Por cierto, este mes se cumplen dos años de la última vez que Mata se ató las botas en un vestuario de fútbol. Fue en su partido homenaje celebrado en el Fernando Torres de Fuenlabrada.

[Lea los artículos de Mi batalla contra la ELA]

Tras el reciente escándalo del padre de Nadia, afectada de tricotiodistrofia (buscó financiación para un tratamiento remoto y desorbitado que resultó no existir), nuestra compañera Rocío destacó hace un par de semanas diversas formas para colaborar con enfermedades raras y no sufrir un timo por el camino. En el caso de Carlos Matallanas es a través de Fundela y su labor de investigación. La ciencia es la única puerta de salida del laberinto en el que están metidos 4.000 españoles en la actualidad (su número es estable puesto que del mismo modo que unos 1.000 casos nuevos surgen al año, 1.000 enfermos fallecen) y Fundela invierte el 100% de lo recaudado en proyectos científicos. Realizar donaciones es la mejor manera de hablar de la ELA y dar no sólo ánimo, sino esperanza a los miles de Carlos Matallanas que hay en España y en el mundo.

Feliz Navidad.

Habla de la ELA realizando una donación a Fundela.