La creciente tensión interna provocará la precoz salida de Simeone del Atlético

Tiene nueva fecha de caducidad, como informaba este periódico este miércoles. Aquel contrato firmado en marzo hasta 2020 ha quedado en papel mojado y el plan es que Atlético de Madrid y Simeone se separen dos años antes. En junio de 2018, si no cambia el panorama de manera radical, el entrenador argentino se despedirá del club al que catapultó en los últimos años desde el banquillo. Una ardua y dura tarea tienen los que mandan para encontrar un sustituto que mantenga el nivel de excelencia competitiva que ha mostrado el primer equipo rojiblanco en los últimos años. Síntomas de desgaste han aflorado en los últimos tiempos para entender la precoz separación.

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Las relaciones entre el Cholo Simeone y Gil Marín, consejero delegado del club, se han tensado mucho en los últimos tiempos. Demasiado en diferentes momentos. Sobre todo cuando tras la última final de la Champions League el técnico se puso a pensar, desapareciendo del mundo durante eternas jornadas. Días en los que en el interior del Atlético de Madrid cundió la alarma, pensando más de uno que el entrenador argentino podía dar un giro radical a su vida y abandonar el barco rojiblanco. Largas jornadas en las que el malestar con el técnico se instaló con fuerza en las tripas del club.

Reapareció por sorpresa y a través de la red. Justo cuando las especulaciones sobre su futuro crecían de tamaño, lanzó en su cuenta de Instagram una foto en la que se le veía acompañado por Gil Marín y Andrea Berta (director deportivo) en una reunión de trabajo celebrada en Buenos Aires. Apareció de nuevo y sin previo aviso, lo que provocó un profundo malestar en diferentes estancias del Vicente Calderón. Esa imagen supuso la confirmación de que permanecería un año más en el Atlético, pero esa manifestación pública pilló con el pie cambiado a más de uno. Hubo bronca...

La planificación deportiva

La planificación deportiva no ha sido sencilla para el nuevo ejercicio. El duro revés recibido en la final de Milán dejó noqueado al entrenador argentino, que semanas después reconoció que el partido ante el Real Madrid "fue una muerte para mí y necesitaba un duelo". Ha apretado al máximo Simeone a Gil Marín y Andrea Berta para tener a su disposición un grupo que pueda competir con los más poderosos del continente una temporada más. Más si cabe, viendo el potencial de equipos como Real Madrid, Barcelona, Bayern de Múnich, PSG, Manchester City, etc. El plantel rojiblanco es poderoso, pero el Cholo no ha terminado satisfecho del todo. Cree que se pudo hacer más...

Opinión

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Hace ya muchos meses trasladó a los altos ejecutivos que consideraba necesario contratar un futbolista que reforzara el flanco derecho. Un elemento que realizara una labor similar a la de Yannick Carrasco por el otro lado. Semanas de reuniones y negociaciones que no dieron el fruto apetecido, lo que no gustó al técnico. A la desesperada realizó el Atlético de Madrid un último movimiento para reclutar a Vitolo -como informó el diario 'AS' en su día-, pero ya era tarde. Horas después del contacto realizado por el club rojiblanco, el Sevilla anunciaba la prórroga -hasta junio de 2020- y mejora del contrato del jugador canario.

Cuestión de lucidez

La contratación de un goleador de categoría superior siempre fue un asunto de capital importancia para el Cholo. El primer y más firme candidato siempre fue Diego Costa, al que ya se intentó recuperar en el pasado, sabiendo desde el primer momento que el delantero añoraba sus grandes tiempos vestido de rojiblanco a las órdenes del sudamericano. Finalmente el club no pudo complacerle -ni con Costa ni con otros- y fichó a Gameiro. El mismo Simeone reconoció en una entrevista concedida a 'Movistar+' que el goleador francés fue informado sobre el firme interés por el hispano-brasileño, que debía esperar. Cuando fue imposible cerrar acuerdo alguno con el Chelsea, se concretó el negocio con el Sevilla.

"Debo estar lo más lúcido posible", dijo no hace mucho Simeone cuando se le preguntó por el potencial y la profundidad de la actual plantilla. Con muchos y buenos efectivos en todas las líneas y un banquillo de gran categoría, una buena administración del tiempo será vital para la buena convivencia. Con dos jornadas disputadas es pronto para que surjan importantes grietas, pero en algunos casos concretos podrían abrirse. Hay jugadores que no aceptarán de buena gana desempeñar un papel secundario y en alguno ya se empieza a atisbar cierto descontento. Este verano, por poner un ejemplo, este periódico ya informaba sobre el fuerte desencuentro con Ángel Correa, que quiso abandonar el club por el poco protagonismo que le da Simeone.