La conexión Pep-Pere Guardiola acerca a Thiago al Manchester City

Pep Guardiola inicia un importante reto, uno de los más atractivos del fútbol mundial. Llega al Manchester City, un club con poca solera y mucho dinero, con fichajes de relumbrón en el pasado, delanteros de muchos quilates y absolutamente disfuncional como equipo de fútbol. Más aún si se tiene en cuenta el ideario futbolístico del técnico catalán. El mayor problema que se encuentra es una nómina de mediocampistas en la plantilla que en poco o nada se parecen a lo que él necesita ahí donde para él se gesta el juego. Fernando y Fernandinho son físicamente privilegiados, centrocampistas de largo recorrido, con llegada y derroche para volver. El fútbol de posición no es lo suyo. Los cambios en esa zona del campo tienen que ser drásticos. Unos metros por delante tiene a David Silva y ha cerrado el fichaje del alemán Gundogan, pero Pep -junto con su director deportivo y amigo, Txiki Begiristain- tiene el ojo puesto en un jugador: Thiago Alcántara.

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El hispanobrasileño es uno de los hombres en los que siempre ha confiado Guardiola. Producto de La Masia, entiende como pocos el funcionamiento que le quiere dar Pep a sus equipos. Tiene talento, hace fluir el juego y es muy apto para el juego de posición. Thiago debutó con 16 años en el Barcelona B que entrenaba el técnico de Santpedor y que posteriormente debutó y se asentó en el primer equipo con él de entrenador. Pero hay más, Thiago le siguió hasta Múnich en cuando su padre futbolístico fichó por el Bayern.

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Ahora el Manchester City tiene avanzado el trabajo para que la carrera del hijo de Mazinho siga ligada a la de su técnico de toda la vida. Hay un punto más que hace la negociación más sencilla: el representante del futbolista es el hermano de Pep. Pere Guardiola se ha ido haciendo un hueco en el difícil mundo de los agentes y el mercado del fútbol internacional. Junto a Luis Suárez, Thiago es una de sus banderas. No será su primer traspaso, también sorprendió cuando el mediocampista se fue a Múnich por 25 millones de euros, una cantidad escasa para un jugador de su edad y su talento. Las lesiones frenaron su progresión, pero el futuro sigue siendo suyo.

Pere Guardiola ha demostrado en las últimas fechas que tendrá una gran cercanía con el Manchester City. El hermano del técnico ha cerrado que el Girona, haga la pretemporada de este año en las excelentes instalaciones deportivas que el club inglés tiene en las proximidades del Etihad Stadium. No es descartable que también consiga algún negocio que incluya al Granada, club en el que ejerce de director deportivo en la somba tras su compra por un empresario chino.

La competencia en el Bayern

Thiago tendrá hueco en la medular de los citizen y probablemente encontrará menos acomodo en el Bayern, donde la competiencia es dura y puede serlo más, pues Toni Kroos, que también fue pretendido por Guardiola, se plantea volver a la que fue su casa. Además, los alemanes, que tienen un centro del campo bien nutrido, han fichado en este mercado de verano a Renato Sanches, un interior portugués que le generaría competencia a Thiago y del que se esperan grandes cosas y por el que se han pagado 35 millones de euros. Eso sí, quien no cuenta para Ancelotti es Götze, cuya salida se da por hecha.

Volviendo al City, la armonía entre su técnico y su director deportivo es total. Ambos jugaron juntos, son amigos y, en cuanto han podido, se han reunido en la industrial ciudad inglesa. Y eso a pesar de que el club no llamaba demasiado la atención de Guardiola, que valora la tradición y el poso del equipo y que solo ha aceptado acudir a la llamada del jeque por el proyecto que lleva a cabo Beguiristain y otra gente de su confianza. Thiago puede ser uno de los primeros en llegar al City, después de otro español como Nolito, pero en ningún caso será el primero recomendado por Pep. Ya hace un año, cuando aún no tenía nada firmado con los citizens, sugirió a su amigo que cerrase el fichaje de Kevin De Bruyne.

La reconstrucción del City tiene menos en cuenta la delantera, pues con el belga, el mencionado Silva, Agüero o Sterling se suponen bien cubiertos en esa zona. El problema está en la defensa, en la que el técnico requiere centrales que sepan jugar el balón que, en su plantilla, no encuentra. Lo intentó con Laporte, aunque nunca estuvo dispuesto a pagar 50 millones al Athletic por el francés. Se sigue hablando del joven del Everton John Stones, pretendido por muchos equipos y que puede terminar en un precio desorbitado. Además de eso, necesitará grandes esfuerzos económicos en el centro del campo. Y ahí ya tiene un nombre, uno de los suyos: Thiago Alcántara.