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Karanka se estrella en el mismo muro que su mentor Jose Mourinho
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el técnico tiene muchas similitudes con mou

Karanka se estrella en el mismo muro que su mentor Jose Mourinho

El técnico del Boro, en la cuerda floja, ha empezado en su tercera temporada a llevarse mal con la directiva y la plantilla, algo que recuerda a lo que le pasa a quien fuera su jefe

Foto: Mourinho y Karanka, en el banquillo del Real Madrid (EFE).
Mourinho y Karanka, en el banquillo del Real Madrid (EFE).

Aitor Karanka siempre se miró en el espejo de Jose Mourinho. Tiene cierta lógica, pues el portugués es su mentor, la persona que más confíó en él y quien siempre le defendió, incluso cuando las cosas se torcían. La lealtad, poco común en el mundo del fútbol, está muy presente en su relación. De hecho Mourinho le recomendó para el puesto que ahora ocupa -y en el que no parece tener mucho tiempo más disponible-, como entrenador del Middlesbrough.

El problema llega con haberse mimetizado tanto con el líder hasta el punto de caer en los mismos problemas que Mourinho, exitoso entrenador, arrastra en su carrera. Con el paso del tiempo, y sus continuos cambios de banquillo, se ha llegado a la conclusión de que el luso en el primer año ensambla los equipos, en el segundo los pone en su máximo rendimiento posible y en el tercero, casi siempre por problemas de personalidad, termina saliendo escaldado y fracasando. Le pasó en el Madrid y en el Chelsea, ahora la historia se repite, con sus propias ramificaciones, con su pupilo en el Middlesbrough.

Es el muro de Mou, como los 30 kilómetros para el maratoniano o el mes de febrero para el rookie de la NBA, la distancia en la que las cosas se empiezan a poner sombrías. Una herencia más para Karanka, que empezó a mitad de temporada hace dos años y es su segunda temporada completa.

Un segundo inglés, el resto de su cuerda

Karanka está a un paso de salir del Boro, y eso que el equipo marcha segundo y tiene buenas cartas para el ascenso. Ha convertido un equipo de mitad de tabla en otro que aspira a cotas más altas, pero, de repente, ha dejado de entrenarlo. Una mala racha de resultados ha llevado a que hoy el equipo sea dirigido por su segundo, Steve Agnew.

Tene problemas con la plantilla y también con el presidente, Steve Gibson, que ha pagado ocho millones de libras por un jugador que el vasco no quería. Stewart Downing, internacional inglés, es además un héroe en la ciudad, un referente para los aficionados que ahora vuelve a casa desde el West Ham. Como le sucediese a Mourinho, parece que Karanka tampoco lleva bien que algunos jugadores tengan el favor de la grada por el simple hecho de ser producto local. Y eso que en verano -lo cual también es común en Mourinho como antesala a sus salidas del equipo- renovó entre parabienes y frases de aliento.

La radio de la BBC cuenta que el enfado por lo de Downing ha terminado con el técnico pidiendo a los pesos pesados del vestuario ayuda y comprensión y estos negándoselo. La relación con ellos, con los que mandan, son malas, como lo eran las de Mourinho con Ramos o Cristiano, los hombres fuertes de la plantilla blanca. La radio pública británica especifica que es el club el que aparta al entrenador y no este el que decide dar un paso al lado. Muchos aficionados, como también sucediese en el Madrid, se sitúan del lado del técnico. Acusan al equipo de desidia y vagancia, de no responder al grito de Karanka como debieran. Un paseo por las redes sociales muestra el aprecio que el técnico tiene entre los fanáticos del Boro.

Karanka fue un alumno aventajado de su exjefe y ha querido replicar en Middlesbrough las mismas condiciones de trabajo que se encontró en Valdebebas. Steve Agnew es el único inglés del equipo técnico, como él era el único español en la banda de Mou. Le acompañan Iván Pérez, Carlos Cachada y el uruguayo Leo Percovich, con quien coincidió en la MLS. Son los Silvino Louro, Rui Faría y Jose Morais del técnico luso, los escuderos que hablan el mismo idioma y forman la camarilla del técnico.

El uso de la ironía

Karanka ha aprendido de Mourinho hasta el recurso de la ironía. Por ejemplo, después de la derrota con el Blackburn Rovers el vasco dijo que todos los habitantes de Middlesbrough tenían que estar contentos, pues aquella tarde había jugado con dos delanteros como le reclamaban. "Supongo que todos estarán contentos, aunque hayamos perdido", dijo en un ataque a la grada, rara avis en el deporte mundial pero terreno conocido por su mentor, que lo hizo en ocasiones con el Bernabéu.

Ese mismo día el técnico español no dudó en cargar contra la entrega de sus jugadores: "Ellos han querido ganar más que nosotros, han saltado y corrido más que nosotros, han sido más veloces, es muy difícil para mí entender que un equipo como ellos, que están en mitad de la tabla sin nada que jugarse, quiera ganar más que nosotros".

Tiene, incluso, frases que podrían ser atribuadas a su exjefe fuera de cualquier contexto o condición. La semana pasada, por ejemplo, soltó que él "ama la presión", que es el tipo de sentencia que sería fácilmente imaginable salida de la boca de Mourinho.

Fueron tres intensos años en el Madrid, junto a él aprendió de uno de los entrenadores de referencia del fútbol mundial y le guarda cariño por aquello. Siguen hablando con frecuencia y es que, al final, sus biografías tienden al mismo punto, pues no se debe olvidar que Mourinho, mucho antes de ser The Special One, también fue segundo de entrenadores de relumbrón como Van Gaal o Robson.

Aitor Karanka siempre se miró en el espejo de Jose Mourinho. Tiene cierta lógica, pues el portugués es su mentor, la persona que más confíó en él y quien siempre le defendió, incluso cuando las cosas se torcían. La lealtad, poco común en el mundo del fútbol, está muy presente en su relación. De hecho Mourinho le recomendó para el puesto que ahora ocupa -y en el que no parece tener mucho tiempo más disponible-, como entrenador del Middlesbrough.

José Mourinho