Busquets no se corta y aprieta a Bartomeu para que cumpla su promesa

Sergio Busquets no está dispuesto a conformarse con un papel secundario en el FC Barcelona. En el equipo, dentro del terreno de juego, desde luego no lo tiene y Josep María Bartomeu le prometió una mejora de contrato tras renovar hace un año con el club azulgrana que todavía no ha cumplido. El futbolista no piensa callarse ni dejarlo pasar y, tras el partido ante el Arsenal en Londres, levantó la voz: “¿Mi renovación? Es un tema del presidente. Espero que cumpla su palabra. Yo quiero seguir aquí, es mi club”.

Para valorar en su justa medida la importancia de las declaraciones de Busquets es necesario tener en cuenta que es uno de los jugadores más discretos de la plantilla y que su relación con los medios de comunicación es de pura cortesía. Es decir, que no es de los que va a los micrófonos a quejarse, así que resulta evidente que ahora está enviando un mensaje alto y claro al presidente Bartomeu: 'Estoy esperando lo que me prometiste'.

Hace un año le revisaron el contrato y firmó una ampliación hasta junio del 2019 con opción a un año más. Durante aquellas negociaciones Bartomeu le aseguró que adecuaría su ficha; vamos, que le subiría el sueldo. Tras ganar las elecciones el pasado verano el jugador confiaba en que se produjera la mejora, pero aún sigue esperando y ha decidido que no lo hará calladito. Hace dos semanas, en una entrevista en la ESPN ya dio el primer aviso. “Solo mi mujer y Pep me pueden sacar del Barça”, dijo. Nombrar a Guardiola no fue casual, sobre todo después de que se hiciera público que el técnico será el próximo entrenador del Manchester City y que en club azulgrana es como nombrar a ‘la bicha’ ya que se temen que pueda contactar con futbolistas a los que ya tuvo bajo su mando en el Barcelona y con los que mantiene una buena relación. Busquets, sin duda, es uno de ellos.

Fue Pep Guardiola el que hizo debutar en el primer equipo al centrocampista un 13 de septiembre del 2008 después de haberle entrenado en el filial. El City además tiene el poderío económico suficiente como para plantearse una operación de tal envergadura, ya que Busquets tiene una cláusula de rescisión de 175 millones, pero, lo más importante a este nivel es que el jugador esté dispuesto a marcharse. Éste no es el caso por el momento. El catalán afirmó en Londres que se siente valorado “por la gente del fútbol, el staff y mis compañeros” y añadió que él quiere continuar en su club de toda la vida, pero no lo hará a cualquier precio y, sobre todo, cuando el presidente Bartomeu le hizo una promesa que él no va a olvidar ni a dejar pasar. Su representante, Josep María Orobitg, que es el mismo que asesora a Guardiola, está esperando a que le llamen.

El problema, como ya publicó El Confidencial hace dos semanas, es que el Barcelona no podrá afrontar ninguna renovación ni mejora de contrato hasta que no tenga cerrado el patrocinador para las próximas temporadas. El actual, Qatar Airways, finaliza este verano y no ha existido ningún avance significativo tras la última reunión que mantuvieron a finales de enero después de que viajaran a Doha el vicepresidente Manel Arroyo y el director de marketing Francesco Calvo. El club, que filtró a los medios el viaje, ha vuelto a encerrarse en el búnker habitual en terreno de comunicación, pero sigue sin tener patrocinador firmado así que es obvio que la reunión no fue bien. Tampoco se ha anunciado ningún acuerdo después de que un grupo de ejecutivos del Barça se desplazara también a Estados Unidos aprovechando la final de la Superbowl.

El tiempo apremia, la urgencia ya es máxima y hasta que no haya patrocinador no se podrá renovar a Neymar ni mejorarle el contrato a Busquets. Los dos son jugadores fundamentales en el Barcelona y mientras el brasileño deja en manos de su padre sus asuntos, ‘Busi’ ha dado un paso adelante para presionar al presidente azulgrana y recordarle que aún tiene pendiente una promesa. “Busquets es súper Busquets. Es clave y si no está tieso no le cambio”, afirmó Luis Enrique tras el triunfo en el Emirates. El catalán no tiene recambio y ahora solo queda que Bartomeu responda.