Un derbi de nuevo cuño entre el gigante novato UCAM y el débil pionero Real Murcia

En toda crisis económica hay una verdad irrefutable: siempre hay víctimas y triunfadores. Entre las víctimas se encuentran personas y negocios que hicieron las cosas bien, se mantuvieron financieramente solventes pero la ola de la "desaceleración" se los llevó por delante. Y por supuesto, hay otras entidades y hombres y mujeres que decidieron arriesgarse, a sabiendas de lo complicado que era o, inconscientes de ello, se tiraron a una piscina sin agua. En el fútbol español nos salen casos a porrillo. Pero el más visible de los últimos años ha sido, probablemente, el del Real Murcia. Los pimentoneros sufrieron una gestión equivocada en los años de 'prosperidad' y ahora, casi una década después, lo están pagando en el infierno de Segunda B a través de los tribunales.

Pero también están aquellos que resistieron, que en la sombra fueron creciendo como la espuma hasta convertirse en estos momentos de dificultad en un gigante en constante proceso de 'autoampliación'. La Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) cada vez es más grande. Los que estudiaron allí saben lo que fue hace no demasiado: un centro de estudios privado con un gran potencial, pero que no encontraba la manera de expandirse. En apenas un lustro, la 'otra' universidad de Murcia es un 'monstruo' que ha encontrado su nicho en el que terminar de explotar: es la 'Universidad del Deporte'. Hablando solo de fútbol, en 2007 eran un equipo de amigos que jugaba la liga universitaria; ahora son líderes de 2ªB.

Este domingo, el gigante novato y el débil centenario se verán las caras por primera vez por el liderato del grupo IV de Segunda B. El primer derbi de la historia de una rivalidad que todas las papeletas (si siguen enfrentándose habitualmente, claro está), de convertirse en histórica. "Para nosotros es un orgullo luchar con el Murcia en la misma categoría. Para los que somos de aquí, el Murcia es una referencia desde que éramos niños. Es un honor", dice a El Confidencial Pablo Rosique, director general de Deportes de la UCAM.

"Yo, siendo de aquí, lo vivo con otra perspectiva. Toda la gente que conozco está deseando que llegue ya para ir al estadio. No va a ser un lleno, sino lo siguiente. Será uno de los mejores partidos de la temporada", dice también uno de los jugadores murcianos del Real Murcia, Armando Ortiz. Armando, como Fernando, capitán del equipo grana, y otros tantos pimentoneros de cuna jugarán por primera vez en la vieja Condomina, el campo en el que durante más de 80 años ha sido el hogar del murcianismo.

"Jugar en la Condomina es una de las ilusiones más importantes que tengo en mi vida. Hacerlo de visitante se lleva un poco mal, porque ha sido y va a ser toda la vida el campo del Real Murcia. Nos va a dejar con un poco de mal sabor de boca. Pero nos vamos a sentir como locales, porque murcianistas van a ir miles". Para Rosique, "es muy bueno como club tener un lugar que tenga mejores accesos, más trascendencia que cuando estábamos en Sangonera. Es lo que perseguía el presidente" al trasladarse de Sangonera a la capital. "Dependendiendo de cuántos años tengamos derecho a jugar en la Condomina haremos mayor o menor inversión en remodelarla. Nos gustaría que fuese el máximo tiempo posible para personalizarla lo máximo de azul".

Será la primera vez que luchen por la primacía de la ciudad del Segura y ya hay muchos que se plantean si el UCAM viene a intentar ocupar el puesto histórico del Murcia. Sin embargo, ninguno tiene la intención de convertir este partido en una lucha de poder, aunque por motivos muy distintos. Armando considera que "el Real Murcia no tiene que demostrar nada. Va a ser siempre el primer equipo de la Región pase lo que pase, y eso lo tiene que saber todo el mundo. Está claro que el UCAM ha hecho las cosas bien, pero nosotros somos el grande". Rosique, en un tono más conciliador, reconoce que no luchan "contra el Real Murcia". "Entendemos que, en igualdad de condiciones, un club histórico tenga más repercusión que el nuestro, es lógico. Lo que queremos es ganar, seguir compitiendo, si podemos subir, pues mejor", dice el directivo del UCAM.

La Universidad del Deporte

El caso de la UCAM puede ser único en España y escaso en Europa. ¿No les suenan las imágenes de Mireia Belmonte, Alejandro Valverde o David Cal con una camiseta de la UCAM? Ellos son la cabeza visible de un proyecto ambicioso que fusiona de una manera casi estadounidense la universidad con el deporte. "Es igual y es diferente a la vez. No entendemos que haya muchos deportistas que están representando a España a nivel mundial que no tengan las ayudas suficientes y tenga que elegir entre hacer deporte o estudiar. En ese sentido nos parecemos a Estados Unidos por aunar estudio y deporte. Pero allí las segundas ligas casi profesionales son las universitarias y aquí solo funcionamos a nivel federativo. En cuanto a estructura es muy diferente", comenta Rosique.

"El primer deportista que surgió fue Juanma Molina -marchador de Cieza-, que nos dijo que quería estudiar aquí, pero no podía porque era presencial. Le presenté un proyecto al presidente -José Luis Mendoza- para adaptar la vida deportiva a la académica y se aprobó. Así empezaron a venir deportistas que querían estudiar aquí. Fue un imán", dice.

Son prácticamente pioneros en este sentido y además, se están convirtiendo en un ejemplo. "Pocas instituciones en España están trabajando con el volumen de deportes que tenemos nosotros. Para que se haga una idea, organizamos diez campeonatos universitarios de los menos de veinte que hay entre las 80 universidades de España. Tenemos más de 90 olímpicos estudiando en la Universidad... Es una filosofía de la universidad como organización sin ánimo de lucro que es. Al principio solo queríamos ayudar a los deportistas, pero ahora también se ha convertido en una imagen fundamental de la UCAM".

Evidentemente, todo esta inversión en patrocinios y apoyo a deportistas tiene un coste elevado, pero la UCAM tiene su propia manera de financiarse: "Cada club tiene su propia forma de gestión. Por ejemplo, el de baloncesto tiene sus propios patrocinadores, su dinero de entradas, las empresas que están detrás... El de fútbol tiene unos 60 patrocinadores... Luego, lo que falta lo aporta la UCAM. En el caso de deportistas individuales, el dinero proviene de lo que genera la propia universidad, que decide invertirlo en ellos".