Diego Costa estira su suplicio: mustio en el Chelsea y seco de gol en la Roja

Se le vio algo más conectado con el equipo, pero el resultado final fue el mismo de casi siempre. Se marchó sin marcar, sin hacer el trabajo para el que fue reclutado por Del Bosque a cambio de renunciar a defender los colores de su Brasil natal. Diego Costa vive un momento complicado, tanto en un Chelsea con una brutal crisis abierta como en una selección española a la que no le da lo que quiere. El atacante hispano-brasileño continúa sin demostrar con la camiseta roja aquel poderío que la pasada temporada mostró en su primer ejercicio en la Premier League. Pasan los partidos y pierde puntos; Nolito, sin ir más lejos, ha entrado en el equipo de Vicente como un ciclón, en la misma medida que Costa no da el paso adelante esperado.

El caso es que ya lleva 10 entorchados internacionales y sólo un gol en su casillero, el marcado ante la débil Luxemburgo. Y de eso ya ha pasado un año. El cuerpo técnico de la Roja está muy preocupado por este hecho por mucho que Del Bosque dé la cara por Diego Costa. Paco Alcácer sí está respondiendo, pero el seleccionador pensó en su momento que el del Chelsea era el mejor '9' posible para el equipo y el rendimiento en forma de goles no llega. Y para aspirar a ganar la Eurocopa -sería la tercera consecutiva-, España necesita un goleador que ejerza como tal. Y el de Lagarto no lo hace.

El seleccionador español ya ha manifestado su plena confianza en Diego Costa. Dice que le sigue convocando por convicción, no por un presunto pacto alcanzado cuando el jugador renunció a jugar con Brasil. Estará en la Eurocopa de Francia casi con total seguridad, aunque su conducta es vigilada muy estrechamente por Del Bosque. A éste no le gustan -“los jugadores deben cuidar sus actos y comportamientos”, ha dicho- algunas actitudes poco modélicas del atacante, que ya suma un buen números de capítulos carentes de deportividad. El técnico salmantino ha mostrado sobradamente su compromiso con el jugador y éste es ahora el que no debe fallar y evitar algunas pautas que pueden tener consecuencias.

La sombra de Mourinho

Su vida actual en el Chelsea no es más feliz. Más bien todo lo contrario. El equipo londinense navega a la deriva, al borde de la zona de descenso de la Premier League y sin rumbo. El ambiente en el interior del vestuario no es el mejor, con buena parte de los jugadores 'rezando' para que Roman Abramovich corte la cabeza a Mourinho. El entrenador portugués tiene a una buena parte del equipo en contra, hartos muchos de los métodos y decisiones del entrenador. Diego Costa, que la pasada temporada marcó 20 goles en 26 partidos, sólo suma 2 en el campeonato de la regularidad y sufre más que nadie el pésimo juego del equipo.

Cuando firmó -siendo todavía jugador del Atlético de Madrid- su contrato con el Chelsea en enero de 2014 no podía pensar que su situación llegara a ser tan deprimente como la actual. Ya la pasada temporada, a pesar de que su equipo marchaba directo a ganar la Premier y él brillaba como lo hizo vestido de rojiblanco, se movió para intentar regresar al redil del Cholo Simeone. Y ese pensamiento está más reforzado que nunca porque no se siente a gusto ni en Londres ni a las órdenes de Mourinho. Volver a Madrid se antoja complicado por el dinero que costaría recuperarlo, tanto asumir el traspaso -el club inglés pagó cerca de 40 millones- como la elevada ficha del atacante.

“Poco a poco la selección española va adquiriendo su mejor nivel, algo que me tranquiliza. A nivel personal, cada vez me encuentro mejor y más cómodo, pues participo más en el juego”, dijo tras el amistoso ante Inglaterra. “No me importa no haber marcado, pues lo importante es que el equipo estuvo muy bien”, subrayó Diego Costa, para añadir sobre el ambiente de la Roja que “todos se han portado muy bien conmigo y me han apoyado desde el primer día”. “Reconozco que a veces no les gusta lo que hago ni a mi padre ni a mi madre“, comentó para acabar.