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Cristiano vuelve a jugar con Bale: el 'buenrollismo' de Benítez, a prueba
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Las polémicas sólo se solucionan en el campo

Cristiano vuelve a jugar con Bale: el 'buenrollismo' de Benítez, a prueba

Ha tenido que hablar Benítez tanto del buen rollo que hay en el vestuario del Madrid que suena ya poco creíble. La solución a todos esos problemas "inventados" sólo se encuentra sobre el césped

Foto: Cristiano y Bale volverán a coincidir sobre el césped del Bernabéu (Reuters).
Cristiano y Bale volverán a coincidir sobre el césped del Bernabéu (Reuters).

"El ambiente es bueno", decía este viernes Rafa Benítez. Eso ya lo dijo en Onda Cero hace un par de días, también lo había dicho en la COPE y en la SER aquel día en que se 'bilocó'. Y de hecho, lo dice cada vez que tiene un espacio en abierto para decir sus cosas. Es ya una frase hecha en el vocabulario de Benítez, como lo de que Cristiano ahora sí es el mejor entrenador que ha entrenado nunca, aunque lo diga sin convencimiento y con la boca pequeña. Y en realidad, esta última oración resulta tan poco creíble como la primera. De tanto repetir lo mismo una y otra vez, no se convierte en verdad, sino en algo que suena a falso.

Hay que reconocer que los periodistas podemos llegar a ser bastante pesados con ciertos aspectos que en realidad resultan banales, como precisamente es lo de que si Cristiano es el mejor que ha entrenado y demás. Pero no es absoluto secundario que supuestamente existan problemas de relaciones internas en el vestuario del Madrid. Algo así es un motivo más que suficiente para hundir una temporada de cualquier equipo. ¿Se imaginan que Cristiano y Bale se llevasen mal realmente? Una relación complicada fuera de la cancha se extrapola sin remedio dentro de ella. Es inevitable.

Tampoco es necesario, claro, que Gareth Bale reciba todas las tardes en su casa a Cristiano Ronaldo con una taza de té preparada y unas pastas británicas, pero mantener una relación cordial entre los dos jugadores más caros de la historia se antoja básica para el correcto funcionamiento interno (y por extensión, externo) del Madrid. Y eso es algo que atañe no sólo a los propios jugadores, que están obligados a entender que el bien común es la mejor manera de alcanzar el bien individual, sino a Rafa Benítez, como gestor de recursos humanos que es aunque no figure así en su contrato.

La problemática con la que se encuentra Benítez no está centrada exclusivamente en el portugués y el galés, sino que se extiende a sus obligadas llamadas a Sergio Ramos, Benzema y todo aquel al que se le escapen alguna palabra más alta que la otra. El de Lyon aún no estará en el partido contra el Levante y de hecho aún le faltan varios días para poder reincorporarse; tampoco estará Ramos, que ha decidido no infiltrarse.

Qué largo se hace un parón de selecciones cuando ha habido algún problema justo antes de iniciarse. El empate en el derbi no fue bueno, visto lo visto, y Ramos se quejó, con más o menos razón, pero lo hizo. Pero como capitán que es, si estuviese disponible, Rafa Benítez lo utilizaría, indudablemente. Pero tras lo sucedido en el Calderón, Ramos ha decidido reservarse antes del partido de Champions contra el Paris Saint-Germain. Ante el Atleti, Ramos jugó infiltrado y aunque puede que no tuviera influencia directa en su actuación, ésta distó de ser la mejor. Y con tanto afectado por los partidos de selecciones, lo mejor para el Madrid será que su líder esté en perfectas condiciones contra el campeón francés, mejor que contra el Levante.

Claro que no hay ninguna intención de menospreciar al Levante, pero la historia nos dice que el Madrid no debería echar de menos al central para ganar a los granotas. Aunque no juegue, sin duda Lucas Alcaraz sabe que el Madrid es favorito no ya para ganar, sino para golear. Y si ya resulta que es el día en que Cristiano vuelve a marcar, échate a temblar.

El día de Kovacic ha llegado

Entre tanto follón privado del Madrid y bajas acumuladas (tantas son que el jugador del filial, Philipp Lienhart, entró en la convocatoria, al igual que Danilo, por cierto), la actualidad puramente futbolística parece que pasa desapercibida, pero es imposible no destacar que este sábado empieza de verdad la temporada para Mateo Kovacic. Aunque suene feo y un poco degradante, a Kovacic se le contrató para que diera un poco de aire a Luka Modric y que, para que cuando éste no estuviese, como es el caso, su ausencia no se notase en exceso. Ese momento ha llegado, es el día en que tiene que demostrar que lo pagado por él acabará siendo rentable.

No va a jugar donde él asegura sentirse más cómodo, es decir, como pivote defensivo, por delante de la defensa. Ese lugar (o esa función, mejor dicho) será para Casemiro. Al tener únicamente dos hombres del trío ofensivo, lo natural será que Benítez utilice más que nunca su adorado 4-4-2, por lo que Kovacic caería a una banda e Isco a la otra, con Casemiro y Kroos como doble pivote. La naturalidad de ese sistema se comprobará rápidamente: será así si Cristiano ocupa el centro del ataque, de lo contrario será un 4-5-1, o un 4-6-0, porque Bale tampoco será el punta. Ay, cómo va a echar de menos Benítez a Benzema...

Alineaciones probables:

Real Madrid: Keylor Navas; Arbeloa, Nacho, Varane, Marcelo; Casemiro, Kroos, Kovacic, Isco; Bale y Cristiano Ronaldo.

Levante: Rubén, Morales, Simao, Feddal, Juanfran, Toño, Camarasa, José Mari, Lerma o David Navarro, Ghilas o Roger y Deyverson.

Árbitro: Sánchez Martínez (Colegio murciano).

Estadio: Santigo Bernabéu.

Hora: 16.00.

"El ambiente es bueno", decía este viernes Rafa Benítez. Eso ya lo dijo en Onda Cero hace un par de días, también lo había dicho en la COPE y en la SER aquel día en que se 'bilocó'. Y de hecho, lo dice cada vez que tiene un espacio en abierto para decir sus cosas. Es ya una frase hecha en el vocabulario de Benítez, como lo de que Cristiano ahora sí es el mejor entrenador que ha entrenado nunca, aunque lo diga sin convencimiento y con la boca pequeña. Y en realidad, esta última oración resulta tan poco creíble como la primera. De tanto repetir lo mismo una y otra vez, no se convierte en verdad, sino en algo que suena a falso.

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