La gabarra del Athletic no se mueve: más 'sagrada' que la Basílica de Begoña

“Con motivo de la consecución del título de Supercopa el martes 18 de agosto tendrán lugar las siguientes celebraciones:
15:30 ofrenda de la copa en la Basílica de Begoña.
16:30 Recepción en el Ayuntamiento de Bilbao.
18:30 Recepción en el Palacio de Diputación”.

Poco antes de la medianoche e instantes después de que Velasco Carballo pitase el final del Barcelona 1 – 1 Athletic, el conjunto bilbaíno anunciaba en su página oficial las celebraciones que iba a llevar a cabo para celebrar la Supercopa de España, entre las que no estaba el paseo fluvial en la gabarra más famosa del mundo. Lleva 31 años sin vestirse de gala y permanecerá así más tiempo. La ocasión no lo merece.

Sin gabarra, alrededor de 2.000 aficionados abarrotaron este martes las instalaciones de Lezama durante el entrenamiento. Desde casi una hora antes de iniciarse la sesión los accesos a las instalaciones estaban prácticamente colapsados de seguidores, muchos de ellos niños y niñas. Gritos de 'txapeldunak' (campeones) y cánticos acompañados por un aficionado que interpretó al saxofón casi todos los 'grandes éxitos' del repertorio rojiblanco animaron la espera hasta que aparecieron los protagonistas de la gesta. Después, en el Ayuntamiento y Diputación, las cifras engrosaron hasta los 50.000 aficionados. Muchos, aunque no tanto como aquel estreno de la gabarra...

Fue el directivo Cecilio Gerrikabeitia quien en 1983 ideó un plan para celebrar el hipotético título liguero de aquella temporada. Era tan difícil la machada que se le quedaba corta una celebración con la afición en el Ayuntamiento. Había que hacer algo más ya que su Athletic no sólo debía ganar en Las Palmas, sino que el poderoso Real Madrid de Santillana, Stielike, Juanito, Gallego y Camacho (con Di Stefano en el banquillo) tenía que perder en Valencia… Y, por sorpresa, así ocurrió.

Cuando sí salió a pasear la gabarra

Un millón de personas invadió la Ría y vieron cómo la gabarra número 1, rebautizada con el nombre de Athletic, cambió la dinamita que habitualmente transportaba por los héroes del “equipo surgido del pueblo”, como entona el himno. Fueron tres horas donde la ciudad se paralizó: los niños no acudieron a clase, los trabajadores abandonaron las fábricas por unos instantes y los estudiantes universitarios se declararon en 'huelga'. En un contexto histórico, aquella ocasión es muy diferente a la actual.

La segunda y última vez que la gabarra paseó por Bilbao fue al año siguiente, cuando se consiguió un doblete fenomenal de Liga y Copa, éste último título ante el FC Barcelona de Maradona, Schuster, Quini y Carrasco, que entrenaba Menotti. Fue la famosa final del pisotón de Goikoetxea al Pelusa. Otro fin de curso apoteósico -se le unió el título de Supercopa de España que fue adjudicado automáticamente por haber conquistado Liga y Copa- que también deja en diferente lugar a esta Supercopa.

Quinto título ni del Barça ni del Madrid

Cierto es que el actual título es el quinto en España que un equipo le 'quita' a Barcelona y Madrid (de 29 posibles) en los últimos siete años, y que el Athletic ha ganado al actual campeón no sólo de Liga y Copa, también de Europa. A esto se le une que llevaban 31 años sin levantar un trofeo. En la afición existía división de opiniones y hasta en el vestuario, donde Iraizoz creía que se debía reservar para otras ocasiones mientras Aduriz opinaba lo contrario, como Valverde.

El que manda es Josu Urrutia y no consideró que la gabarra debiera utilizarse: entrenamiento a las 12:30 horas, después a la Iglesia, Ayuntamiento, Diputación y al día siguiente a Eslovaquia para tratar de estar en la próxima edición de la Liga Europa.

El domingo, más fútbol en la Catedral… ante el FC Barcelona.