Un vigoroso Athletic de Bilbao aplasta a un Barcelona sin defensa

Un Barcelona sin defensa… y sin defensas. El Athletic de Bilbao, vigoroso y musculoso, pujante como nunca, pasó por encima de un equipo de Luis Enrique desaparecido. Nada que ver con el de la temporada pasada o con el que arrasó durante un tiempo al Sevilla en la final de la Supercopa de Europa. La de España fue otra cosa. Al menos el partido de ida. Luis Enrique movió unas cuantas piezas y el equipo se desintegró. Sobre todo en su zona de retaguardia, donde Ter Stegen patinó, Bartra y Vermaelen no impusieron ley alguna y los dos laterales estuvieron en estado off. El equipo de Valverde, soberbio en la presión de principio a fin, asfixió a su rival casi siempre. Tanto, que ni Messi pudo dar una bocanada de vida al Barça.

Entró en el partido pensando más en mantenerse a flote que en otra cosa. Eso pareció, pues la realidad fue otra. El Athletic de Bilbao regaló el balón sin problemas al Barcelona, pero en cuanto los jugadores rojiblancos se acomodaron en el campo, mostraron cuál era realmente el plan. Una vez plantados en el terreno de juego, la escuadra de Valverde dio un paso al frente, metiendo una presión insosportable por momentos y que acabó dando su fruto. Ganó claramente la posesión el Barcelona en el primer acto, pero el equipo que manejó el partido como quiso fue el Athetic.

Fue a partir del minuto 10 cuando el Athletic entendió que había llegado el momento de desvelar sus cartas ante un Barcelona que había vivido un plácido comienzo. Eraso avisó de verdad a Ter Stegen y a esta primera ocasión se sumaron un par de avisos más… hasta que llegó la bomba. Más bien un misil tierra-aire imponente. El portero alemán pecó de sobrado al despejar con la cabeza un balón sin historia; el mismo se fue hacia los dominios de San José, que tras controlarlo metió un derechazo de impresión desde unos 50 metros para alojar el balón en el fondo de la portería. El guardameta estiró el cuello para ver cómo el misil impactaba en el centro de la diana.

Pedro y el larguero

El Barcelona, con un centro del campo desconectado y con dos laterales que apenas aparecían por los costados, facilitaba las cosas a un Athletic que en cuento robaba se ponía a correr para incomodar a la zaga blaugrana. No lo consiguió hacer con la suficiente eficacia en el primer tiempo, pero sí con la necesaria como para que Bartra y Vermaelen estuvieran ojo avizor en todo momento. Los fallos defensivos del Barcelona a lo largo de esta pretemporada no son pocos y uno más podía empezar a ser definitivo. Lo que pasó más tarde.

El equipo de Valverde sabía dónde y cuándo apretar a sus rivales, que pocas veces llegaban al área de Iraizoz. Más de una vez se vio a Messi bajar unos cuantos metros a buscar el balón, pues la segunda línea barcelonista no activaba al argentino y menos a Pedro y Luis Suárez. Un balón despejado por San José ante la amenazante presencia de Sergi Roberto provocó cierto desasosiego en el Athletic. El Barcelona jugaba con el motor casi apagado, con poca fuerza y menos eficacia. Eso sí, en la última jugada del primer tiempo Messi pudo cambiar el decorado con una falta; como sucedió en Tbilisi dirigió el balón al lugar exacto, pero Iraizoz metió una mano a tiempo.

El Barcelona regresó al campo dispuesto a poner las cosas en su sitio. Pedro dejó temblando el larguero con un tremendo derechazo y poco después Iraizoz sacaba de nuevo la mano a pasear para evitar el gol de Messi; el partido pareció entrar en otra dimensión, ya con Iniesta en el campo. Pero no. Otro cúmulo de errores tuvo un precio muy alto para el Barcelona, Dani Alves dejó una autopista por su lado a Sabin, éste metió el balón en el área y Aduriz percutió con su prodigiosa cabeza para ganarle la partida a Mascherano. San Mamés era pura fiesta. Era el principio del fin.

Un estúpido penalti

El gol del infalible ariete descolocó por completo al Barcelona, que fue avasallado por un Athletic crecido y con una fuerza que crecía y crecía. Las rotaciones de Luis Enrique sufrieron otro revés con una jugada en la que quedó retratada nuevamente su zaga; primero falló Bartra, a continuación Vermaelen y Aduriz, obvio, no perdonó el doble regalo. Con un San Mamés enloquecido, Dani Alves perdió el norte cometiendo un estúpido penalti que el veterano delantero no desaprovechó. En un abrir y cerrar de ojos -apenas quince minutos-, la goleada pasó a ser una realidad. Treinta y cinco años después, el Barcelona volvía a encajar cuatro goles ante el Athletic.

Con muchos minutos por delante, Luis Enrique tiró de Rakitic y Sandro para tratar de maquillar el marcador y poder afrontar la vuelta con opciones. Pero el Athletic de Bilbao tenía más de medio título en la mano y no cometió error alguno. Los dominios de Iraizoz estuvieron bien defendidos por los rojiblancos hasta el final, acabando por desquiciar a los jugadores del Barcelona. Luis Suárez y Messi vieron todos los caminos cerrados hasta el final. Esta Supercopa de España está a un paso de entrar a formar parte del currículum de un Athletic superior.

Ficha técnica:

4 - Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat; Susaeta (Bóvedad, m.85), Eraso (Gurpegui, m.77), Sabin (Lekue, m.65); y Aduriz.

0 - FC Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves, Bartra, Vermaelen, Adriano; Mascherano, Sergi Roberto (Rakitic, m.60), Rafinha (Iniesta, m.52); Messi, Luis Suárez y Pedro (Sandro, m.71).

Goles: 1-0, min.13: San José. 2-0, min.52: Aduriz. 3-0, min.62: Aduriz. 4-0, min.67: Aduriz, de penalti.

Árbitro: González González (Castilla y León). Mostró tarjeta amarilla a los locales Eraso (44), Beñat (45), Etxeita (69), Susaeta (74), Gurpegui (88) y San José (93), y a los visitantes Pedro (41), Alves (67), Mascherano (80) e Iniesta (91).

Incidencias: Partido de ida de la Supercopa de España 2015-2016, disputado en San Mamés ante unos 45.000 espectadores, en torno a medio millar seguidores del Barça llegados de Barcelona.