Es noticia
Valencia y Atleti se conforman con ser la cabeza de ratón con un punto que "cuidar"
  1. Deportes
  2. Fútbol
no les duele no engancharse a la liga

Valencia y Atleti se conforman con ser la cabeza de ratón con un punto que "cuidar"

Que pierda el líder y que sus perseguidores se contenten con recortarle un punto es extraño. Pero el Atleti y el Valencia se siguen creyendo sus discursos: con entrar en Champions, basta

Foto: Simeone dio por bueno el empate por mantener la ventaja con el Valencia (Reuters).
Simeone dio por bueno el empate por mantener la ventaja con el Valencia (Reuters).

Cuando se alcanza la zona alta, la que todos quieren y solo unos pocos consiguen, hay dos opciones, dos y sólo dos. La primera, y la llamo así por ser la mejor, se da cuando el equipo que alcanza esas posiciones se envalentona, se lo toma como un reto que se resume en querer ser siempre mejor, optar a más y nunca conformarse. La segunda, llamada así por ser la peor, se produce cuando el club que asoma la cabeza por la zona privilegiada lo hace tímidamente, con miedo, como sintiéndose entrado a un lugar al que no ha sido llamado, le entra vértigo y complejo de inferioridad. La primera de estas dos únicas opciones es la que ha hecho a este Atlético grande. La segunda es la que lleva al Valencia tantos años privándole de luchar por ser algo más que un aspirante a la Champions.

Ninguno de los dos equipos tuvo una situación económica fácil en los años justo anteriores al actual. Cualquier oferta firme que alcanzase una buena cifra era aceptada para traspasar a sus mejores jugadores. Silva, Villa, Mata en el Valencia; Agüero, Falcao, Diego Costa en el Atlético. Eso sólo por mencionar a tres de cada equipo. Y asumiendo ese éxodo de talento, había que gestionarlo de la mejor manera posible. El Atleti confió en el Cholo, en su criterio y ha ganado cinco títulos desde que está en Madrid. El Valencia, en cambio, fue de tumbo en tumbo, con escasas inversiones (el dinero se centraba más en el nuevo estadio, esa mole sin terminar de construir) y acabó por quedarse incluso fuera de Europa. Sólo en una cosa se han puesto ahora de acuerdo: no hay que luchar la Liga.

Quieren quitar presión a sus jugadores, es evidente. No quieren exponerlos públicamente a la enorme responsabilidad que supone competir con Real Madrid y Barcelona, dos monstruos que rara vez fallan (aunque lo estén haciendo este año más que de costumbre). Internamente ya dirán otras cosas, seguro. Pero no se les escapa ni siquiera un “qué pena no acercarnos al líder”, o un “seguimos vivos y vamos a pelear el título hasta el final”. Cosas que cualquiera en su situación diría aunque sólo fuera una vez. Ellos no, no se salen ni una sílaba del guion establecido. Y lo que sucede en realidad es que han desperdiciado una oportunidad puede que única.

“Es un punto que hay que cuidar”, dijo el Cholo. “Este punto nos hace fuertes”, dijo Nuno. Si es que se parecen mucho. Y dos puntos más los hacía directamente candidatos a la Liga. Que a pesar de la cholina de Simeone el Atleti iba a estar en la pomada lo sabíamos todos. Lo que no estaba nada claro es que el Valencia, en la jornada 26, haya estado a un gol de ponerse a seis puntos del líder y por encima del Atlético. Ese es el mérito de Nuno y su equipo, que nadie lo esperaba, pero ahí está… o pudo haber estado. No se van a presentar muchas más oportunidades como esta de aquí al final de la temporada.

Cuando se le preguntaba a José María Giménez en zona mixta si querían aprovechar el tropiezo del Madrid, decía que no, que había que ganar al Valencia para fortalecer la tercera plaza. Una sonrisa de pillo le delataba. No estaba siendo del todo sincero. Juanfran no se rio, pero mantenía el mismo discurso. Parejo, Otamendi y Diego Alves decían que el punto “refuerza su objetivo”. Ni una sola mención al liderato, a lo cerca que se podían haber puesto de haber marcado un gol alguno de los equipos. No hay manera de sacarles la idea de la cabeza. Atleti y Valencia se conforman con ser la cabeza de ratón de la Liga.

Cuando se alcanza la zona alta, la que todos quieren y solo unos pocos consiguen, hay dos opciones, dos y sólo dos. La primera, y la llamo así por ser la mejor, se da cuando el equipo que alcanza esas posiciones se envalentona, se lo toma como un reto que se resume en querer ser siempre mejor, optar a más y nunca conformarse. La segunda, llamada así por ser la peor, se produce cuando el club que asoma la cabeza por la zona privilegiada lo hace tímidamente, con miedo, como sintiéndose entrado a un lugar al que no ha sido llamado, le entra vértigo y complejo de inferioridad. La primera de estas dos únicas opciones es la que ha hecho a este Atlético grande. La segunda es la que lleva al Valencia tantos años privándole de luchar por ser algo más que un aspirante a la Champions.

Valencia CF Diego Simeone
El redactor recomienda