Galliani es 'acusado' de interferir en el 'once' de un Milan que se desangra un poco más

El mes de abril ha sido casi siempre un mes de buenas noticias para el Milan. Los ‘rossoneri’ llegaban habitualmente a las últimas rondas de las competiciones europeas, luchaban la Coppa Italia y estaban muy arriba en la Serie A, compitiendo como grande que es con el resto de equipos por alzarse con el ‘Scudetto’. Pero esa sensación de nervios previos a grandes citas hace tiempo que no se siente en los estómagos milanistas. Esta temporada, el Milan está a 39 puntos del liderato, que ostenta la Juventus y tiene imposible alcanzar la Champions League. No sólo eso, tiene difícil incluso acceder a la Europa League, objetivo que parecía imposible hace cuatro semanas, pero que tras cuatro triunfos consecutivos, había devuelto las esperanzas europeas a San Siro. Pero nunca hay paz para el Milan. Cuando los resultados empezaban a acompañar, la polémica ha vuelto a nacer con una posible intervención de la directiva milanista en las alineaciones de Clarence Seedorf, entrenador del club.

En la pasada jornada, la número 33 en el calendario italiano, el Milan recibía al colista en el Giuseppe Meazza. El Catania está prácticamente sentenciado a jugar la temporada que viene en la Serie B, pero pescar en casa ‘rossonera’ no es una empresa complicada, al menos este curso. Los hechos que sucedieron en la previa del encuentro son los que siguen. Seedorf había comunicado a sus jugadores una alineación en la que el capitán Riccardo Montolivo no estaba por decisión técnica. En su puesto tenía que entrar el esloveno Valter Birsa. Sin embargo, Montolivo saltó al campo con el brazalete en el brazo para sorpresa de todos. Para más inri, fue el autor del único gol del choque, con un disparo desde más de 25 metros que dio la cuarta victoria seguiday que colocaba al Milan octavo a cinco puntos de Europa.

En Italia las habladurías son claras: la decisión de desplegar un once con Montolivo fue una instrucción comunicada desde la directiva al entrenador. Seedorf habría decidido dejarlo en el banco darle descanso a uno de los futbolistas con más minutos de la plantilla, pero al saber esta decisión, una persona de los de arriba, presumiblemente Adriano Galliani, habría interferido para cambiar ese pensamiento del técnico holandés. El propio entrenador fue interrogado al respecto en la rueda de prensa posterior al partido ante el Catania. Su respuesta fue de todos menos clarividente. “Montolivo es un jugador másde la plantilla como el resto. Ha jugado como titular, lo ha hecho bien, ha marcado y estamos contentos. Se habla de una decisión [su titularidad] que no ha existido, y esto quiere decir que alguien dentro del vestuario ha hablado y no me gusta. Quiero que mis jugadores no hablen con el exterior de ciertas cosas, porque cada decisión que tomo está muy pensada”, dijo el ex jugador del Real Madrid.

Es decir, Seedorf aseguró que no había habido ningún cambio de planteamiento, pero a la vez insinúa que un futbolista se chivó a la prensa del cambio de alineación de última hora. El Milan, club con el ambiente más tenso del fútbol italiano con una diferencia enorme, quería calmar las aguas este martes con una reunión que Galliani había organizado con varios periodistas para aclarar lo sucedido en esta última jornada. Además, aprovecharía para hablar con el entrenador y mantener al equipo lo más unido posible de cara a estos últimos partidos. Pero finalmente la reunión no tuvo lugar. El administrador delegado del club ‘rossonero’ canceló el encuentro una hora antes alegando “imprevistos”. Es decir, que la tensión sigue alta.

La realidad es que Galliani nunca ha confiado en un entrenador sin experiencia como Clarence Seedorf. El holandés llegó al Milan en enero directamente del Botafogo, donde estaba jugando. Fue elección del presidente, Silvio Berlusconi y de su hija, Barbara, que impusieron su opinión sobre la de Galliani, que prefería al entrenador de los juveniles, Pippo Inzaghi. Desde que llegó al banquillo, se han hablado continuamente de posibles sustitutos para el banquillo, como el propio Inzaghi, Spaletti, Donadoni… Y los rumores sobre que no va a continuar el año que viene crecen día tras día. El Milan tiene cinco jornadas por delante para superar al Inter, quinto, y meterse en Europa League. Pero probablemente esa clasificación a competición continental no sea suficiente para mantener la confianza en el entrenador actual.