Las penurias de Bosman, el hombre que cambió el fútbol, le acercan a la cárcel

¿Se imaginan que Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Karim Benzema, Ángel di María o Marcelo Vieira, por normativa, no pudieran jugar en el mismo equipo? Pues en un tiempo no tan lejano, esto era lo normal en el fútbol europeo. Un hombre desconocido a nivel internacional, de nombre Jean-Marc Bosman, fue capaz de cambiar para siempre la historia del balompié. Casi veinte años después, podría acabar en la cárcel por un caso de maltrato sobresu esposa.

Corría el año 1990 cuando Bosman, jugador belga del RFC Liège, decidió que había llegado el momento de cambiar de aires. Un mes después de que el club flamenco le ofreciera la renovación, decidió no aceptarla para marcharse al Union Sportive Dunkerque francés. Ambos clubes acordaron la cesión del jugador, pero el equipo galo no quiso pagar una cláusula de indemnización. Entonces, el RFC Liège no aceptó la oferta, apartando a Bosman del equipo.

El centrocampista, condenado al ostracismo en su club y sin posibilidad de salir, decidió tomar acciones legales contra su club, la Federación Belga y la UEFA, alegando que se estaba inclumpiendo el Tratado de Roma al prohibir la libre circulaciónde jugadores (unos trabajadores más)entre países de la Unión Europea. Tras cinco años de peleas legales, el centrocampista belga conseguía que le dieran la razón: los jugadores de los países de la UE ya no ocupaban plaza dentro del cupo de extranjeros en las ligas de esos mismo países. Eran, a todos los efectos, como cualquiera del país local.

Aquel 15 de diciembre de 1995 cambiaría el fútbol para siempre. Desde ese día, los jugadores de la UE dejaron de ser extranjeros en la gran mayoría de las principales ligas del mundo, las del Viejo Continente.Una situación que revolucionó el mercado del fútbolpara siempre y lo globalizó tal ycomo se conoce a día de hoy. Pero Bosman pagó muy cara aquella osadia: ningún equipo de primer nivel quiso volver a contar con él, condenado al olvido eterno. Veinte años después, su vida ha desembocado en un caos que le puede costar la cárcel.

Un éxito que fue el inicio de sus fracasos

A pesar de ser una de las grandes promesas del fútbol belga y tenerlo todo para triunfar, su rebelión contra lo que él mismo considera "luchar por los derechos del futbolista" le costó su carrera deportiva y mucho más. Obligado a vender su coche y su casa para cumplir con los gastos de abogados, éste fue el comienzo del fin de su estructura familiar. Tras caer en una grave depresión y sumirse en el alcoholismo, su mujer pedía el divorcio al exjugador.

Sus problemas con la bebida fueron a más, e incluso provocaron que tuviera que verse obligado a vender su segunda casa para pagar sus deudas, yéndose a vivir al garaje de casa de sus padres. Sus diferencias con suexmujer le alejaron por completo de sus hijos, una situación que estalló cuando Bosman agredió a la que había sido su pareja. Por aquel incidente fue condenado a un año de cárcel, pero la pena fue conmutada por un año de terapia y abstinencia al alcohol.

Sin embargo, su recaída en el alcoholismo ha hecho que se vuelva a reabrir el caso, y en los próximos días saldrá a la luz la pena a la que será castigado el exjugador, que podría ingresar en prisión. FIFPro ha anunciado que en 2015 -cuando se cumplen 20 años de la histórica 'ley Bosman'- le hará un homenaje. El hombre que cambió el fútbol para siempre podría acabar en la cárcel, un triste final para un jugador que luchó por los derechos de los deportistas.