La FIFA se cansa y exige a Qatar que mejore las condiciones laborales de sus obreros

Con el paso del tiempo, la polémica va envolviendo más y más al Mundial de Qatar 2022. Todavía queda mucho tiempo por delante, pero son continúas las informaciones que llegan sobre la vulneración de los derechos humanos. Los miles de obreros que trabajan en la construcción de los estadios y demás infraestructuras están siendo literalmente explotados. Se les trata casi como a esclavos, según han denunciado diferentes asociaciones. Y la FIFA, que no está muy satisfecha con todo este asunto, ha dado de manera oficial un serio toque de atención a las autoridades de Qatar. “La FIFA no puede interferir en los derechos laborales de ningún país”, dijo Joseph Blatter, presidente de la FIFAen su momento, teniendo que dar marcha atrás para adoptar medidas urgentes.

Joseph Blatter mantuvo una reunión el martescon el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes y de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Michael Sommer, y coincidieron en que las mejoras laborales deben ponerse en marcha de manera inmediata. A través de un comunicado, Blatter abogó por unas “condiciones de trabajo justas, que deben ser aplicadas con rapidez, firmeza y de manera sostenida. Los líderes económicos y políticos deben contribuir a mejorar esta situación inaceptable, por lo que doy la bienvenida al acuerdo con el CSI, porque juntos podemos lograr un cambio”.

En Qatar han comenzado últimamente a atajar este grave problema ante las numerosas informaciones aparecidas sobre esta cuestión. La FIFA se ha visto obligada a intervenir de inmediato, pues su imagen se estaba deteriorando considerablemente. Blatter ha encargado a Theo Zwanziger, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, que mantenga los contactos necesarios con la Confederación Sindical Internacional, instándole a que en futuras reuniones asistan organizaciones de derechos humanos y laborales. El máximo dirigente de la FIFA ha aprovechado la ocasión para informar al jefe de estado qatarí, el emir Tamim bin Hamad bin Khalifa al Thani.

Michael Sommer comentó que “Qatar debe garantizar las normas laborales fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), eliminar la discriminación y el trabajo forzoso, además de permitir la libertad de asociación a sus 1,3 millones de trabajadores inmigrantes”.

Hay que recordar que la Confederación Sindical Internacional, la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera y el sindicato suizo Unia, entregaron hace tiempo una carta a Blatter advirtiéndole de que harían todo lo posible para paralizar la celebración del Mundial en Qatar.

Hace unas semanas, dirigentes sindicales de 58 países se reunieron en Bruselas para asistir a la reunión anual del Consejo General de la Confederación Sindical Internacional. En aquel encuentro advirtieron a las empresas que de no hacerse frente a los abusos de los derechos de los trabajadores en Qatar, habría más muertos y heridos.

Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, denunció que en Qatar muere un trabajador al día, subrayando que “las autoridades seniegan la realidad respecto al trato de los trabajadores en su propio territorio y no quieren asumir responsabilidades por los continuos malos tratos de que son víctimas. La Copa del Mundo se está haciendo famosa por la explotación de los trabajadores, en Qatar, en Brasil y ahora también en Rusia”.

Para este faraónico Mundial, Qatar pondrá en pie nueve estadios en diez años, utilizando en su mayoría mano de obra extranjera. Las previsiones más pesimistas, al mismo tiempo que alarmistas, calculan que hasta 4.000 obreros podrían morir. Las condiciones laborales dejan mucho que desear y las altas temperaturas, que llegan a alcanzar 50 grados, pueden tener efectos devastadoras.

El calores la clave para que este Mundial se dispute posiblemente a final de año, pues las condiciones climatológicas son más benignas. En los meses de junio y julio se alcanzan, e incluso, superan los 50 grados, lo que supone un peligro para todos los aficionados que acudan a esta cita. Los estadios estarán climatizados para que jugadores y público aguanten el calor; el problema es lo que pasaría fuera de los estadios, con unas temperaturas casi inhumanas.