A falta del dictador, su hijo se hizo fotos con los jugadores españoles

Sin Teodoro Obiang Nguema, pero con su hijo. Así jugó España ante Guinea Ecuatorial en la primera visita de una selección europea al país africano. Ruslan, así se llama el hijo vástago del dictador, es también el secretario de estado del deporte, y como tal asistió al choque celebrado en el estadio de Malabo. Además, fotos de Obiang y más de un ciudadano guineano ataviado con trajes decorados con el rostro del presidente. Tal cual.

Los jugadores no tuvieron que hacerse la foto con el dictador, pero su hijo sí que se las hizo en la previa, en el entrenamiento. Muchos de ellos desconocían de quien se trataba y posaron con el miembro del gobierno guineano. La incertidumbre que rodeó las horas previas con la aparición o no de Obiang, se multiplicó cuando Villar pisó el césped del estadio de Malabo acompañado de dos dirigentes de la Federación.

La delegación española no ha querido dejarse ver mucho durante los dos días de estancia en la capital guineana. La selección se recluyó en un resort con campo de golf, tenis y playa privada, distante unos 20 kilómetros de Malabo. La habitual comida entre las dos federaciones, ritual de todos los partidos de selecciones, quedó suspendida para evitar mayores problemas.

Nada más terminar el partido, España se subió a un avión para viajar Sudáfrica, verdadero objetivo de este mini gira africana que Villar y su equipo han preparado. El presidente prometió volver a manera de agradecimiento y ha cumplido con su palabra tres años y medio después del gran triunfo del fútbol español en Soccer City. Tanto en el partido de Johannesburgo, como en el de ayer de Malabo, la delegación española no recibió euro alguno, más allá de los gastos de alojamiento y desplazamiento.