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El cuerpo técnico del Real Madrid pierde los papeles en su última gran cita
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MOURINHO ESPERÓ A CLOS GÓMEZ TRAS LA FINAL PARA DECIRLE "VETE A CELEBRARLO CON ELLOS"

El cuerpo técnico del Real Madrid pierde los papeles en su última gran cita

No se podía firmar peor epílogo a la etapa de José Mourinho al frente del Real Madrid. Derrota en la final de Copa, ante el vecino

Foto: El cuerpo técnico del Real Madrid pierde los papeles en su última gran cita
El cuerpo técnico del Real Madrid pierde los papeles en su última gran cita

No se podía firmar peor epílogo a la etapa de José Mourinho al frente del Real Madrid. Derrota en la final de Copa, ante el vecino y en tu propia casa. Pero no sólo hay que hacer referencia a la parte deportiva, también a la imagen, y la que dieron el técnico portugués y el resto de sus asistentes fue barriobajera e indigna de un club con la historia del Madrid. Primero fue la expulsión de Mou, y posteriormente las actitudes de Karanka, Rui Faria, Silvino Louro y compañía dejaron mucho que desear. Los gestos hacia los colegiados, insinuando un robo inexistente, harán que se le revuelvan las tripas a los altos directivos blancos cuando las vean repetidas por televisión. Pero la guinda al pastel la puso el propio Mourinho, quien a la conclusión de la final esperó a Clos Gómez en los vestuarios para espetarle "vete a celebrarlo con ellos", palabras que hablan por sí solas.

Al margen queda la tangana entre jugadores y entrenadores de uno y otro equipo tras la expulsión de Cristiano Ronaldo. Muy lamentable por parte de ambos bandos, que no supieron manejar la tensión de los últimos minutos del partido. Pero incidiendo en la actitud del cuerpo técnico merengue, fue sencillamente sorprendente ver una pérdida de papeles de ese calibre y observar cómo eran los propios jugadores los que paraban los pies a sus entrenadores. Vamos, el mundo completamente al revés.

Karanka, contagiado por el 'síndrome Mourinho', avasalló al cuarto árbitro tras un incomprensible penalti reclamado por Di María en el área colchonera. No hubo nada de nada, pero llevado por la locura del momento, el técnico vitoriano fue poseído por su jefe y ofreció una imagen lamentable, con airadas protestas que no venía a cuento. Estaba claro, se cerraba de esta triste manera el capítulo de José Mourinho y su equipo de trabajo al frente de la parcela deportiva del Real Madrid. Seguro que 'Special One' hubiera soñado otra manera de despedirse del Bernabéu, pero nada más lejos de la realidad.

Por momentos, el banquillo del Madrid recordó a aquel de la Supercopa ante el Barcelona en el Camp Nou, tristemente recordado por el dedo del técnico luso en el ojo de Tito Vilanova. Los desplantes a lo largo de la semana, incomparecencia incluida en la rueda de prensa previa a la final, desembocaron en un José Mourinho que ni siquiera subió al palco para saludar a Sus Majestades los Reyes, recibir su medalla de subcampeón y honrar así a la Casa Real y a la competición que lleva su nombre. Falta de respeto absoluta por parte del todavía entrenador del Real Madrid.

Muy diferente fue la actitud del capitán del Real Madrid, un Sergio Ramos que se limitó a felicitar al campeón y demostrar el señorío propio de la historia de su club. "Hay que felicitar al rival, ha sido merecedor del título. El equipo se ha echado atrás después del primer gol. Todos los balones divididos nos los han ganado después del gol y se llevan la Copa, como es normal", reconoció el central internacional.

"Mourinho, quédate"

Y claro, del lado contrario, todo fue sorna y cachondeo. Una vez concluido el partido, con los jugadores del Atlético de Madrid paseando la Copa por el césped del Santiago Bernabéu, sus aficionados se acordaron del técnico rival. Al grito de "Mourinho, quédate", los colchoneros hurgaban aún más en la herida de su eterno rival, al que acaban de derrotar 14 años después y nuevamente la arrebatan un título en su propia casa.

Como en 1992, con los goles de Schuster y Paolo Futre, el Atlético conquistaba su décima Copa del Rey y firmaba una gran temporada, a la que hay que sumar la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones. Hoy, en la Plaza de Neptuno, la afición rojiblanco recibirá a sus ídolos para disfrutar de este tercer título de la 'era Simeone'.

No se podía firmar peor epílogo a la etapa de José Mourinho al frente del Real Madrid. Derrota en la final de Copa, ante el vecino y en tu propia casa. Pero no sólo hay que hacer referencia a la parte deportiva, también a la imagen, y la que dieron el técnico portugués y el resto de sus asistentes fue barriobajera e indigna de un club con la historia del Madrid. Primero fue la expulsión de Mou, y posteriormente las actitudes de Karanka, Rui Faria, Silvino Louro y compañía dejaron mucho que desear. Los gestos hacia los colegiados, insinuando un robo inexistente, harán que se le revuelvan las tripas a los altos directivos blancos cuando las vean repetidas por televisión. Pero la guinda al pastel la puso el propio Mourinho, quien a la conclusión de la final esperó a Clos Gómez en los vestuarios para espetarle "vete a celebrarlo con ellos", palabras que hablan por sí solas.