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El Barcelona recupera su lugar en el fútbol
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MESSI LIDERA UNA REMONTADA APOTEÓSICA ANTE EL AC MILAN

El Barcelona recupera su lugar en el fútbol

No estaba muerto. El Barcelona estará en el bombo de los cuartos de final el próximo viernes tras firmar una remontada apoteósica (4-0) ante un Milan

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El Barcelona recupera su lugar en el fútbol

No estaba muerto. El Barcelona estará en el bombo de los cuartos de final el próximo viernes tras firmar una remontada apoteósica (4-0) ante un Milan que fue incapaz de defender el 2-0 de la ida. Una renta que se pulieron Messi y compañía sin tan siquiera recurrir a la épica. Le alcanzó al equipo azulgrana con volver a su esencia para desmontar al plantel de Allegri, que en la ida pareció haber descubierto la fórmula secreta para desarticular a Messi y despedazar al Barça. Nada más lejos.

El secreto de todo estaba en recuperar el balón en campo contrario. Tan fácil, pero tan complejo a la vez. Requiere esfuerzo, compromiso y ese “hambre” del que habló Alves. Todo lo que hasta anoche había faltado en unas últimas semanas fatídicas. Quizá esta haya sido la mayor aportación de Guardiola a un estilo inolvidable. Un juego único que volvió a encandilar al Camp Nou y que aplaza el réquiem de los sepultureros.   

No hizo falta ni acomodarse para ver que éste era otro equipo. Nada que ver con el pusilánime que salió rendido al Bernabéu. En 15 minutos el Barcelona, todo nervio e inteligencia, esparció por el Camp Nou el argumentario que les ha hecho grandes. Ese que habla de presión alta cerca del área rival buscando el robo de balón, que necesita del vértigo en la circulación de balón y de continuos desmarques de ruptura. Un compendió que pone el esfuerzo al servicio del talento. Virtudes, en definitiva, que le convirtió de la mano de Guardiola en un equipo prácticamente invencible. En un cuarto de hora se vio la mejor versión del Barça, la que muchos añoran y que parecía desterrada. Fue la vuelta a las esencias.  

Construido el once desde el sentido común y no la desesperación (nada de tres defensas), el Barcelona arrasó al Milán en la primera parte. A los cinco minutos ya mandaba en el marcador con un golazo de Messi que recordó a uno de Maradona contra Grecia en el Mundial del 94. Un zapatazo a la escuadra de Abiatti que enardeció a la grada y dio crédito al Barça. El paso más difícil estaba dado. El resto era cuestión de fe, pero sobre todo de talento. El segundo gol era cuestión de tiempo. O eso pareció.

En los siguientes diez minutos Iniesta mando al travesaño un disparo tremendo, Pedro fue objeto de un penalti no señalado y el meta italiano tuvo que estirar casi hasta desencajarse el dedo índice para mandar a córner un sensacional remate de Xavi. El Milan sólo podía encomendarse a la fortuna ante lo que se le venía encima. Sin embargo, la suerte le dio la espalda cuando en el minuto 38 y tras aprovechar un error de principiante de Mascherano Niang se plantó solo ante Valdés para estrellar la pelota en el palo cuando el Camp Nou ya había enmudecido. 

La jugada recordó tanto al gol de Meireles la pasada campaña ante el Chelsea que el Barça estuvo a punto de atragantarse. Pero ahí estaba Messi para no consentirlo. El argentino volvió a dejar a mucho agorero en evidencia y con un sensacional remate desde fuera del área mando el partido al descanso con un 2-0 que empataba la eliminatoria. El segundo paso en el manual de la remontada tranquila estaba dado. Con Messi todo es más fácil.

El paso por vestuario devolvió a un Barcelona más sereno y calculador. Tanto, que con una precisión de relojero suizo desarmó al Milan en tres toques para poner el 3-0 y poner patas a bajo el marcador. Mascherano recuperó el balón, Xavi lo puso donde debía –como siempre- y Villa tras acomodárselo con la derecha, lo puso en la red con un tremendo zurdazo. El grito del Guaje fue desgarrador. Fruto de su sufrimiento, del sufrimiento de Barça. Un grito liberador.

Con la remontada lista para sentencia, el Barcelona recuperó su modo más aprensivo. Y en el tramo final invitó al Milan a que buscara el gol que derrumbaba una noche memorable. Pero el equipo de Allegri, ya con Bojan y Robinho en el campo, no creyó demasiado en ello. Sabían que a la vuelta andaban Messi y Alexis (entró por un desfondado Villa) esperando con el mazo. Y así fue. En un contra magistral Alexis sirvió a balón cruzado a Jordi Alba para que el correcaminos del Barça pusiera en lo más alto del Camp Nou un 4-0 que reivindica al Barcelona y a su fútbol. Jugando así pocos serán los rivales que se le resistan. Todo, por lo visto, es cuestión de actitud. Buena lección. Tito Vilanova puede estar orgulloso. 

Ficha técnica:

4 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano (Puyol, min.77), Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro (Adriano, min.83), Messi y Villa (Alexis, min.75).

0 - Milan: Abbiati; Abate, Mexes, Zapata, Constant, Ambrosini (Muntari, min.60), Montilivio, Flamini (Bojan, min.75), Niang (Robinho, min.60), El Shaarawy y Boateng.

Goles: 1-0: Messi, min.5. 2-0: Messi, min.39. 3-0: Villa, min.55. 4-0: Jordi Alba, min.92.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Mostró tarjeta amarilla a Boateng (min.22), Pedro (min.41), Flamini (min.46+) y Mexes (min.54)

Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 94.944 espectadores, la mejor entrada de la temporada en esta competición. 

No estaba muerto. El Barcelona estará en el bombo de los cuartos de final el próximo viernes tras firmar una remontada apoteósica (4-0) ante un Milan que fue incapaz de defender el 2-0 de la ida. Una renta que se pulieron Messi y compañía sin tan siquiera recurrir a la épica. Le alcanzó al equipo azulgrana con volver a su esencia para desmontar al plantel de Allegri, que en la ida pareció haber descubierto la fórmula secreta para desarticular a Messi y despedazar al Barça. Nada más lejos.