Messi también reina en el Chad

La Copa de África está a la vuelta de la esquina -arrancará el próximo día 19- y su inconfundible ronrroneo se deja ya sentir por esta tierra mágica y cautivadora. Poco importa que la selección del Chad sea de las peores del continente negro y, por ende, no figure entre las dieciséis elegidas para buscar la gloria en suelo sagrado para el balompié español gracias al 'Iniestazo de nuestras vidas'.

La idílica relación que mantiene el fútbol con el pueblo chadiano convierte el advenimiento de la CAN en un acontecimiento festivo. Casi tanto o más que la admiración que profesan por la Roja y sus dos principales fuentes de alimentación: el Barcelona y el Real Madrid. Aunque en este caso concreto no vale esa coletilla de tanto monta, porque en realidad los azulgrana gobiernan por mayoría absoluta la voluntad de la afición local del mismo modo que la multinacional norteamericana Exxon hace y deshace a su antojo en el sur de un país que es el doble en extensión de España gracias a la explotación del petróleo.

La expedición humanitaria de la asociación 'Deporte y Arte Solidario' experimentó ese 'sentiment culé' nada más plantar bandera en la terminal de llegadas del aeropuerto de Yamena. Un malencarado empleado de aduanas exigió una 'propina' a sus cuatro miembros para permitir el ingreso al Chad de los 400 kilos de alimentos, medicamentos y material diverso que transportaban en 19 maletas. La tensión del momento bajó algunos decibelios al enterarse que veníamos de España. "Qué gran selección tienen ustedes. Puyol, Iniesta, Xavi, Torres... Pero como el Barcelona, ninguno. Qué bien que juegan al fútbol", proclamó justo antes de cerrar el 'acuerdo' y retirarse a la casilla de inicio con 50 eurazos en el bolsillo.

El inesperado verdor de la ruta que conecta la capital chadiana con el corazón de la pobreza, resultado de las brutales inundaciones sufridas en agosto pasado, no logra enmascarar el azulgrana de los cientos de camisetas que portan niños, adolescentes y ¡hasta mujeres! en ese trajín interminable de estampas humanas de todos los colores que son las carreteras africanas. Y cómo no. Por encima de todos, un nombre, el de Leo Messi. El recientemente coronado por cuarta vez rey del fútbol planetario dispone también de una larga cuota de correligionarios en la quinta nación más mísera del mundo.

El Barcelona es una religión 

Ndaklirim tiene 10 años y es uno de los 365 alumnos del colegio católico de Notre Dame, en la localidad de Kelo. Apenas disfruta de una comida al día pero eso no impide que cada mañana luzca orgulloso la camisola del genio rosarino. No es el único. Al menos una veintena de Messis aparecen a toda velocidad por el patio ávidos de un balón -sólo disponen de un par de ellos en estado de descomposición- con el que poder exhibir sus habilidades. "El Barça es aquí una religión, y lo digo yo, que soy monja. Los niños se saben los nombres de todos sus jugadores. Vienen a clase a diario con su trajecito completo. Sus padres se gastan 3.000 francos CFA (4 euros) y ya no se lo quitan en todo el curso. Es su único tesoro", cuenta Elisabeth Toledo, la misionera mexicana que coordina el centro educativo.

Ahí no queda la cosa. Cada vez que los muchachos de Tito Vilanova pisan el manto verde, el país se paraliza literalmente y los cines se frotan las manos. "Aquí casi nadie tiene una tele en su casa, así que ven los partidos en televisiones públicas. Pagan 20 céntimos de euro y se lo pasan en grande. Esa hora y media es la mejor de toda la semana ya que su mundo está lleno de privaciones y, en no pocos casos, de enfermedades", añade esta hincha incondicional de los Pumas de la UNAM obligada a hacer encaje de bolillos para conseguir recursos que dignifiquen las condiciones de trabajo de los alumnos.

Faltan ayudas pero el fútbol alivia los males

"Las ayudas son cada vez menores y no es sencillo encontrar subvenciones porque hay crisis por todas partes. Nos falta material didáctico, sobre todo libros de texto, balones nuevos, tampoco hay fondos para arreglar las letrinas, que ahora mismo no son utilizables... Menos mal que existe el Barça porque, de otro modo, esto sería imposible de gestionar", concluye entre risas, aunque con aire de resignación sor Elisabeth, quien reconoce estar también contaminada por el virus de La Masía.

Todo el que desee colaborar en el proyecto de construcción de huertas-escuela y campos de fútbol en el Chad, puede hacer sus donativos a través del sitio web despiertacolega.blogspot.com, o en el número de cuenta 0049-2036-31-2914116822.