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El Athletic Club, el último equipo de élite formado exclusivamente por 'vascos'
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EL EUSKALTEL HA ABIERTO SUS PUERTAS A CICLISTAS EXTRANJEROS

El Athletic Club, el último equipo de élite formado exclusivamente por 'vascos'

El mundo del deporte es, cada vez, más global. Los clubes de élite se han contagiado de esta tendencia y sus equipos están formados por jugadores

Foto: El Athletic Club, el último equipo de élite formado exclusivamente por 'vascos'
El Athletic Club, el último equipo de élite formado exclusivamente por 'vascos'

El mundo del deporte es, cada vez, más global. Los clubes de élite se han contagiado de esta tendencia y sus equipos están formados por jugadores de primer nivel cuyas internacionalidades llegan desde muchos puntos del planeta aunque siempre hay una excepción que confirma la regla. En este caso se encuentra en España: los equipos vascos apostaban por el producto de la tierra y se nutrían de jugadores de fútbol, baloncesto o ciclistas nacidos o formados en suelo vasco. Con el paso del tiempo, la tradición se ha ido suavizando y hasta hace poco sólo Athletic Club y Euskaltel seguían apostando por deportistas locales. Ahora, San Mamés se erige como el último fortín puramente vasco ya que el conjunto ciclista ha abierto sus puertas a los corredores extranjeros.

Esta filosofía inicial era algo que imperaba en la política de los equipos vascos de élite que apostaban por deportistas nacidos o formados en el País Vasco. La Real Sociedad acabó, definitivamente, con esta tendencia en el verano de 1989 cuando fichó a John Aldridge procedente del Liverpool. Era el primer extranjero que llegaba a Atocha desde 1962 y la decisión trajo consecuencias: la mitad de la afición no veía con buenos ojos la llegada de un futbolista inglés. La Real no fue el único equipo de primer nivel que apostó por la globalización: Caja Laboral y Bilbao Basket también cuentan con jugadores que no han nacido en el País Vasco o no han sido formados allí. En este sentido, Euskaltel y Athletic Club se habían quedado como los últimos defensores de la tradición que defiende equipos formados por deportistas puramente vascos.

Los cambios que aparecieron en el mundo del ciclismo con la creación del World Tour pusieron a Euskaltel entre la espada y la pared. Si quería formar parte de la primera división del mundo de los pedales debían colarse entre los quince equipos con la mejor puntuación y para ello había que contar con ciclistas de primer nivel en sus filas. Este cambio obligó a poner punto y final a una tradición que nació con el equipo en 1994. Galdeano afirmó en su momento que el equipo sigue siendo un proyecto de país con patrocinadores, líderes y una apuesta vasca donde el liderato recae sobre Samuel Sánchez, Igor Antón y Mikel Nieve que han tenido que hacer hueco a un total de ocho corredores extranjeros.

Con este cambio, el Athletic Club se queda como el único equipo de élite cuyos jugadores han nacido en el País Vasco o han sido formados allí. Es la filosofía por la que apostaron en 1898 cuando se creó el club y a pesar de la dificultad que supone no renunciar a esta filosofía, más aun cuando el resto de equipos que componen la Liga se refuerzan con grandes estrellas procedentes de otros países, el Athletic seguirá demostrando que su apuesta es válida tal y como se vio la temporada pasada. En un momento de crisis como este, tirar de cantera es una solución para mantener saneada la economía del club y en Bilbao, por el momento, no piensan acabar con una tradición que sólo se mantiene viva en San Mamés.

El mundo del deporte es, cada vez, más global. Los clubes de élite se han contagiado de esta tendencia y sus equipos están formados por jugadores de primer nivel cuyas internacionalidades llegan desde muchos puntos del planeta aunque siempre hay una excepción que confirma la regla. En este caso se encuentra en España: los equipos vascos apostaban por el producto de la tierra y se nutrían de jugadores de fútbol, baloncesto o ciclistas nacidos o formados en suelo vasco. Con el paso del tiempo, la tradición se ha ido suavizando y hasta hace poco sólo Athletic Club y Euskaltel seguían apostando por deportistas locales. Ahora, San Mamés se erige como el último fortín puramente vasco ya que el conjunto ciclista ha abierto sus puertas a los corredores extranjeros.