UEFA no perdona los incumplimientos, engaños y ausencia de gestión del jeque del Málaga

UEFA ha elegido al Málaga y su modelo de gestión para mandar un mensaje al resto de equipos. El máximo organismo del fútbol europeo quiere transparencia, compromiso, fidelidad y respeto por las normas. El que no cumpla todos esos requisitos ya sabe lo que le espera: exclusión de la competición. De nada vale poner 100 millones de euros, si después desapareces. El mejor momento de la historia deportiva del club andaluz no se podrá ver reflejado en Europa ante la decisión que han adoptado los dirigentes de UEFA de sentar las bases de lo que debe ser un club de fútbol a partir de ahora. El que no cumpla no tiene sitio en las competiciones organizadas por UEFA que, en el caso del Málaga, ha castigado la gestión del propietario, sus ausencias, sus promesas incumplidas y no al equipo. Aunque parezca una paradoja, al club andaluz le ha pasado factura su clasificación para la Champions. La vigilancia se ha multiplicado y la situación se ha repetido una y otra vez con idénticas respuestas por parte del dueño: silencio e incumplimiento de las promesas hechas.

Michel Platini inició hace dos años una cruzada contra los clubes que no cumplan con las normas y con los compromisos adquiridos. El presidente de UEFA ha estado muy pendiente de todos los movimientos que sucedían alrededor de los equipos que cambiaban de dueño, en especial en esos que de una día a otro pasaban a manos de un propietario ajeno a la historia del club, es decir, multimillonarios, ya sean jeques o no, que aparecían y que compraban voluntades y jugadores con la chequera por delante. Vigilaron al Manchester City, al Anzhi, en su momento al Chelsea y en los últimos meses al Málaga y a Abdullah ben Nasser Al-Thani. Los controles hechos sobre los primeros equipos y sus dueños resultaron positivos, algo que no ha sucedido con los del club malagueño que ha visto como las mentiras de su dueño ha terminado por señalar a un equipo que ha impresionado a toda Europa por su juego en la primera fase de la Champions. 

Si hace tres temporadas fue el Mallorca el que quedó señalado al entrar en Europa League y no poder cumplir los requisitos para iniciar la competición, ahora ha sido el Málaga el que le ha pasado factura la misma circunstancia. UEFA ya quiso excluir de la competición al club andaluz el pasado verano. Durante algunos días estuvo más fuera que dentro pero las gestiones hechas por la LFP y la Federación, con Astiazarán y Villar a la cabeza, permitieron que el Málaga entrara en el bombo de la Champions pese a las deudas y denuncias que aún existían. Platini dio un nuevo margen para la corrección del error pero los nuevos incumplimientos han dejado señalado al Málaga de por vida. 

'Fair play' financiero

El presidente de UEFA no quiere una competición adulterada y así cree que sucede cuando un club debe dinero bien a otras entidades o a los propios jugadores. Tolerancia cero. Quiere una gestión cristalina y si bien el fútbol ha convivido con las deudas, a partir de ahora esos no será posible. Busca dirigentes que den la cara, solucionen problemas y que no los demoren en el tiempo. En el verano de 2014 entrará en vigor el 'fair play' financiero, en España ya se está realizando el llamado 'control financiero' de la mano de LFP y CSD por el cual los clubes no podrán gastar más dinero del que ingresan, tendrán que tener los pagos al día en todos los aspectos, una gestión clara y transparencia total y absoluta de sus dueños. Cierto es que hay clubes con quizás mayores problemas financieros heredados del pasado pero mientras esos equipos (Atlético y Valencia principalmente) cumplan con sus compromisos anteriores y presentes, no tendrán problema. En el momento en el que no paguen, UEFA castigará igualmente aunque de momento tienen a su favor que cumplen lo hablado. El Atlético está en especial estado de vigilancia.

UEFA no ha castigado al Málaga por una deuda o por un dinero concreto y sí por la despreocupación mostrada por un jeque que apareció, compró el club, gastó 100 millones de euros y puso en marcha una estructura irreal con sueldos de seis y cinco millones de euros y un presupuesto de 125 millones de euros, algo impensable para una entidad capaz de generar unos 50 millones por temporada. Por la sede de Nyon nunca ha gustado eso de la gestión a distancia pero cuando el dueño ya no hace frente a los compromisos, primero señalan, después investigan y como se ha podido ver, castigan por último.

El mercado de invierno es la única solución

Ahora, los actuales dirigentes del Málaga, que estaban dando la vuelta al club a nivel presupuestario, saldando sus compromisos como ha sucedido con Osasuna que ha recibido un millón de euros y poniendo cordura en todo lo que hacían, se encuentran con un panorama sombrío. Antes del 31 de marzo tienen que dejar a cero todas las posibles deudas lo que condenaría al club a vender en el mercado que se abre el próximo día 1 de enero. No queda otro remedio. En caso contrario la sanción aumentará y podría llegar a ser de cuatro temporadas alejado de Europa. Lo peor de todo es que el Málaga ya ha amenazado con acudir a los tribunales y eso UEFA no lo perdona. El último ejemplo, el presidente del Sion.