Özil salva al Madrid de sumar más derrotas en tres meses que en toda la temporada pasada

El Real Madrid de José Mourinho no carbura y la preocupación se extiende por la zona noble del Santiago Bernabéu. El gol de Özil en colaboración con Weidenfeller en el minuto 88 al menos sirve para "vivir unos días de tranquilidad", tal y como afirman algunos directivos blancos. Una nueva derrota podría haber desencadenado una tormenta tremenda y no porque nadie desde dentro del club pusiera en duda la labor del portugués. Para nada. Sospechaban que el huracán lo podía haber provocado el propio técnico, que no soporta los días después de las derrotas.

Todas sus grandes crisis en el club blanco han llegado después de caer derrotado. El primero año, la manita del Camp Nou y la eliminación en Champions ante el Barcelona. El segundo año, el ko copero ante idéntico rival y en esta campaña, las derrotas ligueras del inicio de Liga y la última ante el Borussia Dortmund. Temen sus reacciones, tal y como ha sucedido con el manoseado tema de la cantera de toda la semana pasada. En esta ocasión, el elegido como objetivo fue el árbitro turco Cakir, por el gol mal anulado a Callejón, rompiendo la máxima que llevaba durante la temporada de no hablar de los jueces de los partidos. “No me puedo ir contento cuando hemos marcado tres goles", afirmó el técnico.

Mourinho es el primero en reconocer que el equipo no está bien, que no termina de funcionar, que necesita algo más. No le gusta la imagen que está ofreciendo el equipo y si esa vale para ganar en el campeonato de Liga, los dos avisos sufridos ante el Borussia Dortmund le demuestran que algo falla, que no encuentra la tecla. “Al menos hemos ganado”, confesó tras el partido del pasado sábado, pero ayer no pudo repetir la misma frase. El técnico se lamenta de la baja de Khedira en privado, ya que en público no lo hará nunca de un jugador ausente, pero la importancia del alemán está resultando vital. Modric no termina de arrancar, mientras que Essien le pone voluntad y poco más. El Real Madrid ha dejado de dominar los partidos y eso preocupa al técnico.

Los números no están con el portugués. En la pasada Champions empató uno y perdió otro en los doce partidos que jugó el Real Madrid, iguales números que en la presente edición, pero en tan solo cuatro encuentros. En Liga ya acumula dos derrotas y un empate tras las primeras diez jornadas. Mientras que hace un año acumulaba una derrota menos, sumando en toda la Liga cuatro empates, por tan sólo dos partidos perdidos. Esto quiere decir que de no mediar el milagroso gol de Özil, el Real Madrid de Mourinho ya contabilizaría más derrotas tras tres meses de competición que en toda la campaña anterior, algo que no maneja bien el portugués.