Es noticia
El Valencia se agarra a un mágico Alves para empatar ante el Chelsea y seguir vivo en Europa
  1. Deportes
  2. Fútbol
UN ABSURDO PENALTI DE KALOU PROPICIÓ EL EMPATE DE SOLDADO

El Valencia se agarra a un mágico Alves para empatar ante el Chelsea y seguir vivo en Europa

Lección de autoestima del Valencia. Cuando peor lo tenía, cuando el Chelsea le estaba dando un repaso en toda regla, el orgullo del equipo de Emery

Foto: El Valencia se agarra a un mágico Alves para empatar ante el Chelsea y seguir vivo en Europa
El Valencia se agarra a un mágico Alves para empatar ante el Chelsea y seguir vivo en Europa

Lección de autoestima del Valencia. Cuando peor lo tenía, cuando el Chelsea le estaba dando un repaso en toda regla, el orgullo del equipo de Emery logró igualar un partido que parecía perdido. Todo lo que sea sumar ante el equipo inglés es bueno pero lo mejor fue la sensación que transmitió el once valencianista tras verse acorralado durante muchos minutos del partido. El técnico reaccionó y con la entrada de jugadores como Jonas y Feghouli, más las oportunas y prodigiosas apariciones de Diego Alves, consiguieron equilibrar el juego y empatar tras un inocente penalti de Kalou transformado por Soldado. Al final todos contentos, incluidos los seguidores del Valencia que despidieron a Mata como se merece, coreando su nombre puestos en pie. Diez para Mestalla.

De inicio no pintaba nada bien el panorama. Las gradas medio vacías intuían que la historia de años atrás ante el Chelsea se podía repetir. Y lo peor es que los jugadores también lo pensaron. Mestalla percibió desde el primer minuto el espíritu de cada equipo. El Chelsea no dudó lo más mínimo. Desde el primer minuto salió a por el partido, se sentía con confianza, con poderío. El Valencia inició el choque timorato, como encogido, sin confianza en poder sacar adelante el partido. El empate ante el Genk le hizo saltar al terreno de juego con miedo y lo peor es que no reaccionó hasta que vio que los tres puntos volaban hacia Londres. Faltó carácter y tiempo.

A los tres minutos Rizzoli bien pudo pitar un penalti de Rami sobre Torres, como tarjeta de presentación. Dos minutos fue Malouda el que puso a prueba a Diego Alves, que en el minuto catorce se convirtió en héroe a un disparo de Lampard. El Valencia estaba tocado, a merced del fútbol fácil del equipo de Vilas-Boas. Mathieu apenas aparecía. Demasiado estático no sorprendía, su gran y quizás única cualidad. Canales ni la tocaba y Banega nada podía hacer ante el músculo de Mikel y Ramires. Ante este panorama, Soldado decidió esperar a otro momento. 

El Valencia no encontraba el pulso del partido. El balón les quemaba a sus jugadores claves. La consecuencia era el dominio del Chelsea y la tranquilidad en la que vivió instalado Cech hasta que en el minuto 25 Pablo Hernández logró ponerle a prueba. Dos llegadas que al menos sirvieron para frenar el constante ataque azul del inicio. Paz y tranquilidad hasta el descanso.

Vilas-Boas quería más y así se lo exigió a sus jugadores en el vestuario. La consigna fue clara: balones al pie de Mata o al espacio a Torres. Y los dos españoles se convirtieron en dueños del partido. Hasta cinco claras ocasiones en el arranque, pero todas ellas acabaron de igual manera, con paradones de Alves. La mejor a un cabezazo de Torres desde el borde del área pequeña y a un disparo del ex rojiblanco tras una jugada de genio, lo que es. Tremendo el brasileño. Paraba todo, bueno casi todo. Y es que nada pudo hacer tras el disparo seco de Lampard desde dentro del área.

El Chelsea se vio por delante en el marcador y ante la inocencia del Valencia decidió echar el freno. Tras el tanto cedió el balón a los de Emery, que ya más ordenados y mejor colocados, empezaron a asomarse por la portería de Cech. Solo Mata se atrevió a intentar lograr el segundo gol. Las ocasiones cambiaron de color, como varió el rumbo del partido. El empate se mascaba y terminó llegando por un penalti de lo más tonto que se ha visto. Mano absurda de Kalou aunque volvió a ser Diego Álves el jugador más decisivo sacando con el pie un tiro cruzado a Anelka en el último minuto.

El Valencia sigue vivo pese a que durante muchos minutos la derrota le condenaba a ver lejos la clasificación. En su haber, el carácter del final. En su debe, la falta de atrevimiento, algo que se repite cuando el de enfrente es un grande de Europa. El Chelsea ha cambiado. Juega a otra cosa. Apuesta más por el fútbol. El talento lo pone Mata, pero le faltan acompañantes.

Lección de autoestima del Valencia. Cuando peor lo tenía, cuando el Chelsea le estaba dando un repaso en toda regla, el orgullo del equipo de Emery logró igualar un partido que parecía perdido. Todo lo que sea sumar ante el equipo inglés es bueno pero lo mejor fue la sensación que transmitió el once valencianista tras verse acorralado durante muchos minutos del partido. El técnico reaccionó y con la entrada de jugadores como Jonas y Feghouli, más las oportunas y prodigiosas apariciones de Diego Alves, consiguieron equilibrar el juego y empatar tras un inocente penalti de Kalou transformado por Soldado. Al final todos contentos, incluidos los seguidores del Valencia que despidieron a Mata como se merece, coreando su nombre puestos en pie. Diez para Mestalla.

Valencia