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El drama de Alonso visto desde Honda: "El presidente no les apoya nada; eso es grave"
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ASÍ CUENTAN LA HISTORIA EN JAPÓN

El drama de Alonso visto desde Honda: "El presidente no les apoya nada; eso es grave"

Lejos de los "ataques" de McLaren, se esconde una versión de Honda que asume los errores, pero exige más tiempo, comprensión y apoyo de su cúpula para convertir a Alonso en tricampeón

Foto: Fernando Alonso, junto a su ingeniero en la parrilla del GP de Canadá. (EFE)
Fernando Alonso, junto a su ingeniero en la parrilla del GP de Canadá. (EFE)

“El problema de Honda no es su cultura, sino todas las veces que ha entrado y salido de la Fórmula 1”. Con el divorcio de McLaren a la vuelta de la esquina y un motor incluso peor que el de 2016, resulta imposible para muchos entender la postura de Honda. Señalada como responsable de lo que algunos califican como el mayor fiasco en la historia del automovilismo, la marca japonesa tiene una historia y versión propia que nunca transmite con claridad ante la prensa por distintas razones. Detrás de ellas, sin embargo, se esconden unos hechos que contextualizan toda esta crisis.

El asunto de la cultura japonesa ha estado siempre a la orden del día. En estos tres años, Honda ha sido criticada por su lentitud a la hora de trabajar, su actitud tan metódica y unos oídos sordos a los ingenieros de McLaren que han rematado el desastre. Pero el quid de la cuestión es otro. Honda estaba en la F1 en los 80, luego se fue en 1992, volvió en 2000, se fue en 2008 y luego volvió en 2015. Todo esto les ha hecho tener muchos altibajos, y de algún modo te pierdes en los tiempos de la F1. Es lo que dice Hasegawa (jefe de Honda) cuando le preguntamos”, apuntan a El Confidencial fuentes de la prensa japonesa cercanas a Honda.

El argumento parte de una cuestión fundamental. “Mercedes, Ferrari y Renault llevan teniendo su motor de combustión desde hace muchísimos años. Para Honda, ese es su principal problema, además de otros procedimientos. Y sólo en tres temporadas aún no pueden ponerlo a punto”. Este círculo vicioso de problemas técnicos se junta con una fuerte presión de McLaren y la prensa inglesa, que en Japón ya empiezan a calificar como “ataques”. Asumen la culpa, pero no entienden por qué nadie da voz a su versión. Y a las puertas de formalizar la ruptura, quizá se arrepientan de no haberla difundido mucho antes.

Entendiendo el 'silencio' de Honda

“En Japón estamos muy decepcionados con Honda, es cierto que tienen la culpa”, apuntan las mismas fuentes. “Ellos todavía no dicen si va a acabar la unión con McLaren, pero hay muchas cosas que no ayudan, como que en la prensa europea tengan una versión tan negativa”. En Canadá, Alonso se encargó de dinamitar la presión cuando dijo que dejaría McLaren si no gana una carrera en septiembre. La cuestión es cómo afectará esto a Honda. “Esa presión va a ser buena para que los ingenieros se pongan las pilas, pero nada buena para la política de la empresa”. En ese ámbito se referían a un sentido de orgullo quebrantado como empresa, sumidos a cierto sentido de inferioridad respecto a McLaren.

Éric Boullier ha dicho muchas veces que Honda debe cambiar su cultura: probablemente se refiera más a fichar a gente de otros equipos. En la F1 es importante ser ágil, pero Honda va a su rollo. Y los ingleses no lo entienden”, matizan. Que Honda no comunique del todo bien sus problemas también tiene una raíz concreta. “En Japón, si no ganas, lo mejor es no decir nada. No queremos contar excusas ni hablar más de la cuenta; así es nuestra cultura del samurái”. Pero así como en Japón lamentan que nadie quiera entender su filosofía, su trabajo como empresa no parece haber ayudado de ningún modo a que exista algo más de comprensión.

¿Por qué Honda nunca ha tendido puentes con la dinámica de McLaren y la F1? La diana va hacia la cúpula directiva. “El presidente de Honda no dice nunca nada; no sé qué hacen dentro, pero eso es un gran problema. Una empresa de coches tan grande debería apoyarles más, como hace Ferrari. En el tema de comunicación se ve bien: cuando gana Vettel, Marchionne siempre saca un comunicado, y además va a las carreras. Ahí tienen una cara visible y activa. Honda, sin embargo, ni dijo nada cuando Takuma Sato ganó la Ind 500, y eso que fue un milagro. Deberían cuidar más estos temas, es algo que ya está mosqueando a mucha gente”.

Takahiro Hachigo, presidente de Honda, asumió el cargo en junio de 2015. (Reuters)

Que Honda no reciba apoyo desde la presidencia no quita su obsesión por hacer funcionar este proyecto. “En Canadá, cuando Alonso tuvo la avería en el motor, no la vieron en la telemetría y no pararon hasta que la encontraron”. Y también sacan pecho de las cosas bien hechas. “El motor del año pasado no estaba para ganar, pero no era malo. La cuestión es que Honda quiso arriesgarse con un nuevo diseño y no ha funcionado”. ¿Será este enfoque el definitivo para ganar, aunque sea en cinco años? “Confiamos en que sí, porque lo van a intentar todo. Solo hay que tener paciencia”. Pero este discurso lo entona sólo el sector nipón de la F1. En las calles de Japón, la afición ya empieza a perder la fe.

"No podemos contar lo que dicen en Inglaterra"

“Si hubiera un piloto bueno u Honda rindiendo bien, la audiencia de televisión sería grande, pero no es así. Para nosotros, el rendimiento es todo: si es bueno, le sigue la gente. Si no, ocurre como ahora, que la F1 ya no interesa a la gente en Japón”. Respecto al 2009, el seguimiento del deporte ha caído un 5% del 'share' por distintas razones, desde el fracaso de Honda hasta el modelo de televisión de pago, incluyendo la ausencia de pilotos japoneses en la parrilla. El gran problema estriba en cómo explicar a los pocos que siguen las carreras por qué Honda sigue estancada. O mejor dicho, cómo maquillarlo de la mejor forma posible.

Foto: Alonso, sentado este viernes junto a un comisario tras sufrir otro problema mecánico. (EFE)

“Los ingleses atacan mucho a Honda. Es algo que gusta en países europeos porque lo entienden, pero en Japón es distinto: a la gente no le gusta leer que están atacando a Honda. Quieren leer solo qué ha pasado en pista. Si escribiéramos que Honda debe cambiar algo como su cultura o la forma de trabajar, mucha gente se desconectaría, y no podemos hacerlo. A la gente no le gustaría lo que dice la prensa inglesa”. Al igual que la situación en pista, todo confronta con los años 80 y los 90, cuando en Japón “todo el mundo seguía la F1” a la luz del éxito de Honda con McLaren e incluso con Nigel Mansell.

Y así como en los 2000 se mantuvo una audiencia aceptable, la vuelta de Honda ha generado el efecto contrario al deseado: ahora, la F1 es más bien un deporte marginal. “En 2015 bajaron las audiencias. Basta que haya un deportista bueno en otro deporte para que lo sigan mucho más. Tenemos muchos jugadores buenos de tenis de mesa y tiene más audiencia, o también el béisbol, que es el más famoso”. Dentro de la prensa japonesa tienen claro el remedio. “Si el presidente de Honda dijera algo, podríamos difundir más el automovilismo y crear más historias, pero no hay remedio…”. Los incentivos para hacerlo, hasta ahora, han sido nulos.

"Quizá era mejor ir a Force India o Toro Rosso"

A la vista del panorama, en Japón ya cuestionan si Honda debería seguir en la F1 solo con Sauber en 2018. Los problemas, sin embargo, vienen de detrás. “Estar con McLaren es lo ideal, pero el problema lo ha tenido Honda con tantas averías. Pero en 2015 ya se planteó si unirse a McLaren, un equipo con tanto orgullo, sería lo mejor visto lo difícil que podía ser adaptarse a la F1. Ellos tienen la tecnología al nivel de los grandes, es cierto, aunque se comentó que pudo haber sido mejor unirse a un equipo de mitad de tabla como Force India o Toro Rosso”, Por esta lógica ya se olían en Japón esa pérdida de orgullo, con tantos “ataques”, que a día de hoy les dejan en el barro del 'paddock'.

La cuestión final resultaba inevitable. Si se fuera Fernando Alonso, un piloto con tanta pasión por la cultura japonesa y Honda, ¿cómo lo verían en Japón? “No cambiaría mucho, porque primero queremos pilotos japoneses que ganen, y luego marcas que ganen”. Pero a día de hoy, no se da ni lo uno ni lo otro. Con un presidente inmóvil, unos vientos de cara destructivos y una campaña de presión al máximo, Honda se huele un final triste. Quizá ya supieran algo cuando veían aquel “orgullo” inglés en 2015…

“El problema de Honda no es su cultura, sino todas las veces que ha entrado y salido de la Fórmula 1”. Con el divorcio de McLaren a la vuelta de la esquina y un motor incluso peor que el de 2016, resulta imposible para muchos entender la postura de Honda. Señalada como responsable de lo que algunos califican como el mayor fiasco en la historia del automovilismo, la marca japonesa tiene una historia y versión propia que nunca transmite con claridad ante la prensa por distintas razones. Detrás de ellas, sin embargo, se esconden unos hechos que contextualizan toda esta crisis.

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