Es noticia
El enfado de Sainz con Toro Rosso: "A Kvyat le han beneficiado, y hacían oídos sordos"
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
SALDRÁ 13º CON POLÉMICA INTERNA

El enfado de Sainz con Toro Rosso: "A Kvyat le han beneficiado, y hacían oídos sordos"

Toro Rosso obligó a Sainz a darle rebufo a Kvyat para mejorar sus vueltas. Pidió trato igualitario, pero se lo negaron. Y aún y todo, no pierde la motivación para brillar en carrera

Foto: Carlos Sainz, durante la clasificación en el Gilles Villenueve. (EFE)
Carlos Sainz, durante la clasificación en el Gilles Villenueve. (EFE)

En algunos aspectos, Carlos Sainz es un verso suelto de la Fórmula 1. La mayoría de pilotos suelen tener dos caras, la feliz cuando consiguen un buen resultado, y otra más amarga cuando la suerte es esquiva. Pero Carlos, que como todo humano también se enfada y alegra, suele mostrarse sereno en cualquier situación. Ni exagera los éxitos ni se hunde en los problemas. Ayer en Canadá lo volvió a demostrar, cuando lo más fácil era hacer todo lo contrario.

Terminó 13º en la clasificación, un poco más lejos de lo esperado de la Q3, pero dentro de los límites naturales de Toro Rosso. Hasta ahí, todo parecía en orden. Pero luego contó sin titubeos la intrahistoria de su resultado. "Kvyat ha tenido una ventaja, y es que me ha cogido el rebufo en todas sus vueltas. Le estaba dando una ventaja de entre tres y cuatro décimas". Lo suficiente para que el ruso acabara 11º y él 13º, cuando el orden ha sido generalmente inverso en la mayoría de clasificaciones de este año. Para colmo, ayer por la tarde aún no sabía los motivos, y eso que se empeñó en conocerlos.

"El equipo no ha gestionado bien esto"

¿Por qué Toro Rosso decidió dar esa ventaja a Kvyat? Sainz lo preguntó insistentemente por la radio, pero no hubo respuesta. "Les he pedido que el otro coche se centrase en sí mismo, y no en mí. Parece que han hecho oídos sordos". Suficiente para afirmar que el equipo "no gestionó el asunto tan bien como debería", más aún tras obligarle a ayudar a su compañero en la séptima carrera, cuando ambos luchan por Q3 y con el madrileño 20 puntos delante en el Campeonato de pilotos. Para colmo, había ganado a Kvyat en los Libres 3 de esa mañana. La jugada descolocaba en todos los frentes.

Salvando las distancias, recordaba a cuando Toro Rosso le pidió dejarse adelantar por Max Verstappen en el GP de Singapur de 2015, donde ambos rodaban a un ritmo muy parejo. Aquel día también se quejó Sainz, pero Franz Tost, jefe de equipo, salió en defensa de su compañero. Ayer, sin embargo, nadie en Toro Rosso se pronunció sobre este tema. Ni siquiera el propio Tost, que no emitió declaraciones ni en el comunicado oficial. Hasta ahora, sigue la incógnita en el aire. "No estoy contento, porque no hemos tenido las mismas oportunidades". Y aún resignado, Sainz no quería frustrarse.

Puntuar, lo mejor para quitarse la espina

El consuelo está en cómo el coche rindió mejor de lo esperado, un frente que sí importa realmente a Sainz en su búsqueda de un equipo ganador. No pasó a la Q3, pero hubiera sido posible sin una bandera amarilla a final de la sesión. Sea como sea, en España ya vivió una situación similar y acabó séptimo con una gran remontada. ¿Será aquí posible? "Habrá pocas oportunidades para todos y la estrategia puede ser demasiado simple, pero puede pasar de todo". Para seguir invicto en la zona de puntos, Sainz baraja ya varios factores, incluso los extradeportivos.

Foto: Carlos Sainz camina junto a su fisioterapeuta. (EFE)

"Todo el mundo va a hacer una parada, pero hará más calor y más viento. Se pueden abrir muchas ventanas", apuntaba esperanzado, con cierto tono metafórico. "Las rachas que pronostican pueden ser increíbles y cambiar las cosas. Así es más fácil cometer errores...". En sus esquemas está la posibilidad de liquidar la falta de velocidad punta del coche a base de consistencia y astucia. En la mirilla está ganar a algún Williams y Force India aprovechando cada oportunidad que se presente, al igual que ha hecho en todo el 2017. Esas rachas de las que habla pueden ser más favorables que nunca en Montréal.

¿Otro 'pique' con Fernando Alonso?

Por una banda, Sainz afirmaba estar "bastante cómodo" con un coche que no pudo probar en los Libres 1 por una avería mecánica. A falta de tiempo para rodar, tiró ayer de talento para acabar a una décima de Kvyat, y sin la ventaja del rebufo. En carrera, avanza que tendrá que ser otra vez agresivo, sin unas curvas cerradas como las de Mónaco que le impulsaron al sexto puesto. Ese resultado parece una utopía, pero no lo es tanto acabar décimo. En esta pugna puede medirse, de nuevo, con Fernando Alonso, que saldrá justo delante en 12º lugar.

[Lea aquí más artículos de Fórmula 1]

De momento, ya se prepara para dar el primer ataque en la salida. "Aquí la arrancada es complicada porque hay un embudo desde la primera hasta la segunda curva, y al ser (Alonso y yo) dos pilotos agresivos, siempre solemos recuperar en las salidas". Otro tema estará en marcar la diferencia a una parada: la clave, no cometer errores y pegarse pronto al grupo de los puntos. "Puede pasar de todo: los Force India no están al alcance, pero batir a Hulkenberg -ayer décimo, n.d.r- es nuestro objetivo más realista. Con que falle un Force India, Massa o un Red Bull, ya estamos en puntos". No habría nada mejor para quitarse la espina clavada de Kvyat.

En algunos aspectos, Carlos Sainz es un verso suelto de la Fórmula 1. La mayoría de pilotos suelen tener dos caras, la feliz cuando consiguen un buen resultado, y otra más amarga cuando la suerte es esquiva. Pero Carlos, que como todo humano también se enfada y alegra, suele mostrarse sereno en cualquier situación. Ni exagera los éxitos ni se hunde en los problemas. Ayer en Canadá lo volvió a demostrar, cuando lo más fácil era hacer todo lo contrario.

Fórmula 1
El redactor recomienda