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Sainz y sus 'alucinaciones' en las salidas: "A veces digo: buah, ahí se me fue la olla"
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ENTREVISTA A EL PILOTO ESPAÑOL DE TORO ROSSO

Sainz y sus 'alucinaciones' en las salidas: "A veces digo: buah, ahí se me fue la olla"

Sainz explica cómo debe y puede sobrevivir un piloto en la Fórmula 1, los momentos más intensos al volante y la confianza en su potencial para ser campeón del mundo algún día

Foto: Carlos Sainz durante los libres del pasado GP de Rusia. (EFE)
Carlos Sainz durante los libres del pasado GP de Rusia. (EFE)

Carlos Sainz afronta el Gran Premio de España en un ambiente diferente al de la pasada temporada. Ya asentado en la Fórmula 1, busca el salto a otro nivel competitivo en un mercado que estará muy revuelto esta temporada. El Confidencial habla con el piloto español también desde una vertiente más personal.

Pregunta: Hace un año llegaba al GP de España con el palo de Verstappen a Red Bull. Un año después Horner dice que no le sueltan, Prost habla de que es un piloto para Ferrari. ¿Qué ha tenido que sacar Carlos Sainz de dentro para dar la vuelta a la tortilla con lo que parecía una condena para su futuro, tal y como ha funcionado Red Bull en el pasado?

Respuesta: Bueno, quizás he tenido que sacar el lado más paciente de mí, porque tuve en 2015 y un inicio de 2016 complicado, cuando hacía bien las cosas pero los resultados no reflejaban lo que sabía que era capaz de hacer en la F1. Pero precisamente en el Barcelona pude poner todo junto sin que nos pasase nada y a partir de ahí vino una racha buena de resultados. Pero no tuve que hacer nada diferente, los resultados vinieron solos.

P: A Franz Tost puede que no le guste la pregunta, pero ¿siente que el Toro Rosso se le está quedando pequeño?

R: No, en este sentido todavía no. Creo que estoy en un sitio… A la gente le apetece, y a mí me halaga que haya quien piensa que debería tener un coche luchando por victorias o arriba, pero no por ello pienso que el coche no esté a mi altura. Toro Rosso es un equipo muy serio que poco a poco demuestra que puede hacer las cosas muy bien, con un equipo técnico fuerte. Muchos equipos grandes querrían tener a James Key (director técnico) y compañía. Tenemos nuestro presupuesto, no es de los más altos, y aún así conseguirmos hacer cositas. Hoy estoy contento donde estoy.

P: Con tres años ya de experiencia en un mundo como la F1. ¿Es cierto que la percepción que tiene la gente de un piloto no coincide siempre con la realidad?

R: Sí, desde luego, al final la F1 es deporte donde el piloto depende de muchos factores diferentes: estrategia, los neumáticos, la mecánica, cada tornillo que compone el coche funcione justo el día que haces la mejor carrera de tu vida y no se rompa… Dependes de estar en el sitio justo en el momento justo. Tú puedes hacerlo muy bien, pero si no acabas carreras, a la gente se le olvida que lo estás haciendo bien. En este sentido es un poco frustrante, porque no todo depende de ti, como en los cien metros lisos, por ejemplo.

P: Michael Schumacher, tras la segunda carrera que corrió en la F1, sintió rápido que lo iba a hacer bien mirando alrededor. ¿Le ha ocurrido a Sainz algo similar al meterse en este mundo?

R: Sin ninguna duda, desde el momento en que llegué y haces tus primeros libres en Australia, ves dónde estás, tus primeras clasificatorias, tus primeras carreras, verte pronto en la pomada... Te das cuenta que estás donde te mereces y donde crees que puedes triunfar. Me pasó en su día, ya llevo dos años y medio desde aquello, y no ha cambiado.

P: ¿Y para verse como campeón del mundo?

R: Sí, obviamente, antes de llegar a la F1 mi objetivo era llegar y ver dónde estaba, y una vez que llegas te comparas, y me medí contra uno que ganó una carrera durante tus dos primeros años, piensas que vas a poder ser capaz.

P: Ahora que todo el mundo le pide cosas a Liberty (los nuevos propietarios de la F1), ¿qué pediría Carlos Sainz a los americanos?

R: Va a sonar un poco oportunista, pero ahora mismo estoy el décimo en parrilla, pero me gustaría que saliera una carrera y jugarme el campeonato o la victoria no con mi compañero si fuese Hamilton, o un piloto de Ferrari, sino que me gustaría jugármela con los veinte mejores pilotos del mundo, igual que en un torneo de tenis todos tienen posibilidad de ganarlo. Sé que es imposible, nunca será así, con veinte coches iguales, pero sí algo que se empiece a acercar a ello.

P: Se habla mucho de aquella experiencia casi extransensorial de Senna en Mónaco 88. De cómo los pilotos llegan a momentos de concentración tan profunda, de momentos cumbre donde hasta llegan a perder la sensación de identidad, ¿recuerda haber tenido momentos de semejante plenitud al volante?

R: Creo que lo más parecido, donde te olvidas de todo, más arriesgas, más estás en otro planeta, aparte de las vueltas de clasificación, es en las salidas. Hay algunas que las ves luego por televisión y te planteas que por qué haces eso en ese momento, lo piensas, y dices “buah, ahí se me fue un poco la olla al intentar hacer eso”. Luego no se te ocurre ni en broma, pero con la adrenalina haces cosas que no esperabas hacer otras situaciones.

P: Por cómo se conoce a sí mismo Carlos Sainz, por su personalidad, ¿cuál es la parte que más le choca, con la que más debe pelear para vivir en este mundo?

R: Para mí es una cosa clara que puede sonar polémica, pero son los egos. Para mí, la Fórmula 1 es una batalla de egos constante en este sentido, con todas las personalidades que hay. Al final, hay que pensar que en la F1 están los mejores del mundo de todo, pilotos, ingenieros… Y todo el mundo piensa que es el mejor y tiene razón. Tienes que saber tratar con todos estos personajes, con las personas, para convencerles de una cosa o de la otra, y que aunque tengan razón, hay que ir por ese u otro camino. En este sentido es muy difícil, y hay que luchar contra esos egos.

P: Entonces, alguien que llega tan joven a un mundo de gente madura, inteligente, competitiva, ¿cómo se defiende, por ejemplo, en el seno de un equipo para hacer valer sus posturas, criterios y decisiones? Hace falta mucha fuerza de carácter desde muy pronto.

R: Primero de todo, lo ganas con la experiencia. Segundo, con los resultados, con ellos siempre se te escucha más, tienes más argumentos para pedir o explicar, o te hagan caso. Y, por último, ser uno mismo, aunque sea un tópico. Si eres siempre la misma persona y te diriges a tus ingenieros y mecánicos siempre igual, acabas inspirando confianza y no les tomas el pelo, saben que no pides las cosas por pedir. Y luego, el conocer a la gente, el saber estar.

P: ¿Cómo se combina el egoísmo imprescindible para sobrevivir en la Fórmula 1 al salir luego a tu vida cotidiana, no confundirse en tu vida privada y salir con el colmillo retorcido?

R: Sí, esto quizás es lo que más me costó, pero sobre todo desde pequeño. En los karts era la misma persona que era en casa, y no lo digo yo, lo decían mis padres, que he sido siempre demasiado bueno en ese sentido, y me ha faltado a veces un poco de garra en mis carreras cuando me echaban fuera y me daban golpes. Hacía falta ser un poco más egoísta, y lo fui aprendiendo y sacando de mí poco a poco en el karting. Y cuando llegas a la Fórmula 1 eres ya de los más egoístas dentro del paddock.

P: ¿Cuál es el valor añadido que más aprecia de estar en Fórmula 1? ¿El dinero que se puede ganar? ¿La fama y el reconocimiento? ¿Viajar y conocer tanta gente interesante…?

R: Mira, quizás lo que más ilusión me hace es invertir tanto tiempo y sacrificio en lo que más me puede gustar en el mundo, conducir un Fórmula 1. Porque tengo amigos que ahora están acabando la universidad, empezando a trabajar, y están intentando encontrar su camino. Pero yo, con veintidós años, ya estoy trabajando y ganándome la vida en algo que no me puede gustar más. Lo valoro mucho porque mis amigos están pasando por esa época de dudas e incertidumbre. Me lo he ganado, pero tengo la suerte de hacer lo que me gusta sin haberlo ni pensado.

P: En una entrevista decía que una cualidad esencial de su pareja es que confíe en usted. Puede resultar difícil, ¿no? Hay muchos periodistas que le considera el ‘curtis’, el guaperas de la F1. ¿Se quita las chicas a manotazos de encima desde que está en la F1?

R: (risas) Ojalá, no, no es tanto como la gente se cree... Creo que lo de las chicas en un paddock de Fórmula 1, para los que habéis ido, estaréis de acuerdo conmigo que que no hay de la mitad de la mitad de lo que la gente se piensa…

P: Ya, pero no el paddock… Va por la calle, en fiestas y recepciones, en un aeropuerto, en Londres y Madrid, cuando sale por ahí…

R: Ya, te piden fotos, muchas gracias y adiós. No te piden el número de teléfono…

P: ¿Ni tampoco se lo dan? Venga hombre…

R: (Risas) Es lo que la gente se piensa que eso es la fama, y no lo es, se tiende a exagerar. Claro que ha habido chicas que me piden fotos, pero la gente tiene sentido común y no pasa de ahí.

P. Vale, no cuela, pero acabamos. Cierra los ojos sobre la almohada antes de empezar el GP de España, ¿qué le pide a esta carrera, en casa ante los suyos, donde siempre ha ido muy bien?

R: Más que un resultado en concreto, me gustaría llegar a los libres y las mejoras que trae Toro Rosso funcionen y, de repente, ya no estemos en once o el doce, como en las últimas dos carreras, que estemos un poco más como en Australia, empatados con Williams con el cuarto mejor equipo. Y con eso ya sé que tengo coche para luchar el resto del año por los puntos. Aquí, ya sabéis que a partir del GP de España empieza un campeonato nuevo, y me gustaría saber que tengo un coche para estar entre los diez mejores.

Carlos Sainz afronta el Gran Premio de España en un ambiente diferente al de la pasada temporada. Ya asentado en la Fórmula 1, busca el salto a otro nivel competitivo en un mercado que estará muy revuelto esta temporada. El Confidencial habla con el piloto español también desde una vertiente más personal.

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