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Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis: una locura, una bendita locura
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ES UN DESAFÍO SIN PRECEDENTES DESDE 1965

Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis: una locura, una bendita locura

Fernando Alonso anunció este miércoles que correrá la presente edición de las 500 Millas de Indianápolis y esta es una decisión que es comprometida por diferentes razones

Foto: El piloto de McLaren-Honda, Fernando Alonso. (Imago)
El piloto de McLaren-Honda, Fernando Alonso. (Imago)

El salto inmediato y sin experiencia desde la Fórmula 1 a las carreras de óvalos es solo para pilotos intrépidos. Pero que se caiga en paracaídas directamente a las 500 Millas de Indianápolis, deportivamente hablando, es propio de temerarios. El último precedente es de 1965, cuando el británico Jim Clark se ha atrevió con Lotus en 1965 dando también la espalda al Gran Premio de Mónaco. Ahora lo hace Fernando Alonso. Pero Clark tenía experiencia previa en la carrera...

Nadie se ha atrevido a tanto en el automoviilismo moderno. Pero independientemente de los desafíos y del riesgo físico que suponga semejante aventura para el piloto español, su participación en las 500 Millas es una jugada perfecta para las partes implicadas, incluyendo a Honda y Liberty (y los planes del grupo americano para la propia F1). También permite vislumbrar las intenciones de McLaren hacia Alonso ante los proyectos de futuro del equipo británico.

Foto: Las 500 Millas de Indianápolis de 2016. (Imago)

A examinarse como un debutante

Las carreras de óvalos son un mundo aparte. Nada que ver con las de circuitos. Altísimas velocidades de crucero, dependencia absoluta del comportamiento de un monoplaza de puesta a punto absolutamente diferente a un Fórmula 1, estilo contraintuitivo de pilotaje respecto a los trazados convencionales, dinámica de las carreras en medio de un pelotón a 350 km/h regularmente, estrategias… La experiencia en sortear las diferentes fases de la carrera y sus circunstancias ambientales son cruciales, y Alonso carece de ella frente a pilotos formidables. Así que sobrevivir será un éxito y ganar sería un milagro. Aunque el año pasado lo lograba el debutante Alexander Rossi.

Pero, además, el peligro es real y se masca. Una salida de pista recuerda que solo hay muros como escapatoria, en mayor medida si cabe para los no iniciados. En los óvalos reza aquello de que "hay dos tipos de pilotos, lo que se han estrellado y los que se van a estrellar". Muchos campeones de F1 –Schumacher entre ellos– no han querido saber nada de este tipo de pistas. Que Alonso haya decidido meterse en semejante avispero dice mucho de su personalidad y condición de piloto.

Graham Hill, Jack Brabham, Jim Clark, Emerson Fittipaldi, Mario Andretti, Nelson Piquet y Nigel Mansell... han tomado parte en la legendaria prueba americana. Pero ojo, Piquet, tricampeón del mundo, lo intentó en 1992 y acabó con las piernas fracturadas a las primeras de cambio. Aquel mismo año, Mansell sufrió un grave accidente en su primera participación en el óvalo de Nazareth. Fittipaldi, doble campeón del mundo y ganador en Indianápolis, tuvo que retirarse en 1996 tras su grave accidente en Michigan. Alex Zanardi perdió sus piernas en un óvalo y Dan Wheldon su vida recientemente en otro. Este tipo de trazados son palabras mayores, y con mayúsculas.

Alonso afronta el reto con el equipo de Andretti Autosport, con Honda como motorista. Es uno de los mejores de EEUU, ganador en dos de las últimas tres ediciones de las 500 Millas. El piloto español habrá estudiado al detalle cada aspecto técnico y tendrá en la mesa un programa coherente de adaptación progresiva a los monoplazas americanos y al óvalo de Indianápolis. Un doble campeón del mundo como él deberá pasar el test preceptivo para los 'rookies', los debutantes. Y correrá el riesgo de ni siquiera clasificarse para la carrera, porque el proceso de selección en los entrenamientos es ultracompetitivo. Y además de la falta de experiencia; Alonso no tiene demasiado tiempo de preparación para las 500 Millas. Su capacidad de adaptación a cualquier montura juega a su favor, pero un óvalo es otro universo.

Cómo se mima al piloto

¿Y por qué una decisión semejante? A ningún equipo de Fórmula 1 en su sano juicio se le habría ocurrido permitir ausentarse del GP de Mónaco para acudir a Indianápolis, riesgos físicos incluidos. ¿Qué ha llevado a McLaren a permitir la participación de Alonso en las 500 Millas? Para la respuesta conviene recordar el nuevo contexto en diferentes esferas de la Fórmula 1, McLaren incluído.

Foto: Fernando Alonso, antes de EEUU, tiene tres carreras por delante. (EFE)

Solo Graham Hill ha conseguido la triple corona (Mónaco, Le Mans y 500 Millas). Que Alonso aspire a semejante reto habla a gritos de su condición de 'racer', en el argot, piloto de pura raza, como él mismo se calificaba en Twitter al anunciar la noticia. Y que McLaren haya accedido y ayudado a semejante decisión, toda una ‘rara avis’ en el automovilismo en décadas, indica hasta qué punto el equipo británico y sus accionistas están mimando a Alonso. Pensando en el futuro, seguro.

¿Un plan y una visión de futuro para Alonso?

Desde el punto de vista psicológico, la decisión es tremendamente inteligente para todos. Un animal competitivo como Alonso soporta ya dos años de extrema frustración y va camino de un tercero sin opción al luchar por el título. De momento, al león tiene otra víctima para satisfacer su instinto. Hasta entonces estará enfocado en un desafío extremo que le va a exigir enorme atención mental y energía, mientras Honda continúa con su agónica carrera para mejorar sus propulsores.

Zak Brown ha mostrado una elasticidad, visión y capacidad operativa extraordiarias. El responsable de McLaren quiere atar a Alonso para los próximo cinco años. Una pretensión difícil, pero no tanto si al piloto español compartiera esa hoja de ruta que Mansur Ojjeh, accionista y uno de los artífices de la historia de McLaren, ha pergeñado al anunciarse la participación de Alonso en Indianápolis. McLaren aspira a competir en el futuro en más ediciones de las 500 Millas, incluso la posibilidad de participar de manera completa en el IndyCar, el campeonato americano de monoplazas. Pero también anunciaba la posible presencia en las 24 Horas de Le Mans en el futuro (McLaren ganó en 1995), otro de los objetivos de Alonso. Mientras el equipo progresa y Honda recupera terreno, el piloto español podría comprometerse con una estructura de ambiciosos planes para el futuro en la que jugaría un papel protagonista.

Además, el mercado de fichajes en la F1 se presenta extremadamente complejo esta temporada. Incluso cabe que Alonso no pueda subirse en 2018 al caballo ganador que le permita luchar por su tercer título. McLaren podría convertirse en su mejor opción a largo plazo. Daría a Honda y al equipo mayor margen de maniobra.

A Ecclestone le hubiera dado un síncope

El impacto de la decisión de Alonso y McLaren ha sido monumental. Imposible dejar constancia aquí de los numerosos testimonios de sus futuros rivales en las 500 Millas, la propia organización de IndyCar e Indianápolis, aficionados, medios de comunicación... En este sentido, este proyecto puede suponer para Honda un bálsamo de márketing de valor incalculable. Porque en Estados Unidos sus motores son competitivos. Y también denota la disposición del fabricante japonés a ayudar a Alonso comprendiendo sus tribulaciones desde 2014. Un gran éxito deportivo ayudaría a compensar tantos sinsabores al fabricante.

Foto: La 100ª edición de las 500 Millas de Indianápolis reunieron en 2016 a más de 300.000 personas. (Reuters)

Resulta difícil imaginar que Bernie Ecclestone viera con agrado el regalo que supone para las 500 Millas que un piloto de su calibre dé la espalda a todo un Gran Premio de Mónaco para poner el foco en la mítica carrera americana. Sin embargo, esta decisión es un ejemplo inédito de lo que está cambiando en la Fórmula 1. De la visión global de McLaren, pero también de la de Liberty. Chase Carey y compañía deben estar todavía llorando de la emoción ante el ariete promocional para la Fórmula 1 que supone un Alonso en las 500 Millas. El grupo americano tiene como objetivo ampliar la presencia de su reciente adquisición en su mercado nativo y aumentar el número de carreras en Estados Unidos. Alonso se ha convertido en un embajador de lujo.

Un mono de carreras de talla más grande

"¿Podría repetirse la historia?", declaraba extasiado el responsable del IndyCar, Mark Miles, en relación a una posible victoria de Alonso en su primera aparición, como Rossi el pasado año. "Cosas más extrañas han ocurrido. Pero gane o no este año, estoy entusiasmado de que el nombre de McLaren vuelva a las 500 Millas de Indianápolis".

El salto inmediato y sin experiencia desde la Fórmula 1 a las carreras de óvalos es solo para pilotos intrépidos. Pero que se caiga en paracaídas directamente a las 500 Millas de Indianápolis, deportivamente hablando, es propio de temerarios. El último precedente es de 1965, cuando el británico Jim Clark se ha atrevió con Lotus en 1965 dando también la espalda al Gran Premio de Mónaco. Ahora lo hace Fernando Alonso. Pero Clark tenía experiencia previa en la carrera...

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