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Cortarle la aleta al tiburón, otro desafío para Ross Brawn y la nueva F1
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SE RECHAZÓ EN SU DÍA POR ESTÉTICA

Cortarle la aleta al tiburón, otro desafío para Ross Brawn y la nueva F1

Es solo un detalle estético, pero Ross Brawn ya ha mostrado su intención de eliminar las aletas de tiburón que los equipos quieren mantener. Otra piedra de toque para su autoridad

Foto: Imagen del nuevo McLaren Honda para esta nueva temporada. (Cordon Press)
Imagen del nuevo McLaren Honda para esta nueva temporada. (Cordon Press)

“Como siempre ocurre con una nueva normativa, nos han surgido algunos problemas. El objetivo era que los coches fueran más emocionantes, pero ahora tenemos de vuelta las impopulares aletas de tiburón. Tenemos que corregirlas”. Si buscaban para 2017 monoplazas más agresivos y rápidos, estéticamente más atractivos, aparecen sin embargo con esas ‘aletas de tiburón’ que ni siquiera gustan a un genio de la aerodinámica como Adrian Newey. ¿Entonces?

Ross Brawn, el responsable deportivo de Liberty, se ha mostrado muy crítico con un elemento que se ha generalizado en los monoplazas actuales con el descontento de muchos aficionados y también dentro de la F1. A pesar de haber mejorado en apariencia, los ingenieros han aprovechado una laguna reglamentaria que requiere el consenso político entre todas las escuderías para eliminarla. Aunque para los ingenieros sea un éxito técnico, Brawn ha amenazado con sacar el cuchillo para cortar la 'aleta de tiburón'. ¿Quién ganará al final?

"La paranoia de la F1"

Este episodio también será otro pequeño pulso entre los objetivos de Liberty media y los intereses de los equipos, otro botón de muestra para la autoridad del propio Brawn. El británico, que cuajó un éxito inestimable por su habilidad desde el plano de la ingeniería a bordo de sus diferentes equipos, afronta ahora su primera gran responsabilidad como líder de la Fórmula 1 moderna: la de integrar a todas las escuderías en los intereses comunes que ayuden a mejorar el espectáculo de las carreras.

A falta de una semana para arrancar en Melbourne, la `aleta de tiburón´ ha sido cuestionada porque, según algunas fuentes, tampoco supone una mejora sustancial de los tiempos por vuelta y, además, perjudica la nueva estrategia de Liberty Media en busca de una competición más atractiva en el plano estético. En realidad, también se trata de los valores que se quieren para la Fórmula 1 en el futuro.

Los equipos ya han empezado a librar una batalla al respecto. Christian Horner y Newey dejaron claro su rechazo por criterios estéticos, y amparada en el rendimiento que parecía registrar el RB13 en Montmeló sin el apéndice incorporado. Horner comentaba en Montmeló que Red Bull propuso eliminar la aleta de tiburón ya hace meses. ‘La paranoia de la F1' parece que primó cuando el resto de los equipos rechazó la iniciativa. Equipos como Force India la defienden a ultranza. “Desde un punto de vista técnico, la aleta de tiburón tiene un buen efecto. Si la quitamos, el coche ofrecería menos rendimiento, iría más lento en medio de la curva y sería más difícil de pilotar”, explicaba su director técnico, Andrew Green.

Las ventajas de la 'aleta de tiburón'

La última vez que se vio este elemento fue en 2012. Su estreno se remonta a 2008, aunque sin la misma atmósfera que marca su introducción casi una década después. El concepto de aquella época ofrecía unas líneas algo más agresivas y se centraba exclusivamente en mejorar el agarre mecánico. ‘La aleta de tiburón’ ofrece tres ventajas esenciales desde el punto de vista aerodinámico. En primer lugar, consigue reordenar el aire sucio que genera el resto de apéndices del monoplaza, de tal forma que el flujo incida positivamente sobre el agarre en las curvas. Por su flexibilidad, la influencia del aire aumenta la velocidad del coche. Finalmente, su sección divisoria del chasis permite eliminar las turbulencias desde el carenado al alerón, ahora más bajo y ancho, y con ello también aminora el mayor drag (resistencia al avance) de los nuevos coches con más frontal y neumáticos más anchos.

Foto: Carlos Sainz atendió a la prensa antes de viajar a Australia para el comienzo del Mundial de F1. (Foto: Red Bull)

Como en otros terrenos donde Liberty quiere cambios, Brawn ha entrado en juego en este. El nuevo director deportivo de Liberty Media denunciaba que, en 2012, la FIA y Jean Todt propusieron reintroducir la aleta de tiburón para que los pilotos lucieran sus números en la superficie y fueran así fácilmente reconocidos por la audiencia. Pero los equipos rechazaron la propuesta entonces,la aleta de tiburón “era terrible” desde el punto de vista estético.

“Queríamos coches más atractivos, pero solo hemos conseguido la mitad, porque tenemos las aletas, ‘los alerones en T’, y más cosas en los flancos como no se ha visto en mucho tiempo", explicaba Brawn, quien reconocía que incluso se habían llevado a cabo pruebas al respecto, pero fueron rechazadas por unas cuestiones estéticas que hoy se han dejado de lado ante sus mayores ventajas aerodinámicas.

Brawn y Liberty se pronuncian

Eliminar la aleta de tiburón requiere el consenso unánime entre toda la parrilla, algo improbable a las puertas de una temporada donde el mínimo detalle aerodinámico puede ser determinante para la lucha por el título. Pero Brawn ya ha avisado. “No hay nada que podamos hacer, salvo que entiendan nuestro auténtico interés por el deporte. Espero que acepten que nuestros motivos sólo se dirigen a mejorar la Fórmula 1. No tenemos otros”, reconocía en Motorsport. En el fondo, ya ha dejado sutilmente arrojado el guante sobre la mesa.

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Fernando Alonso ganó dos carreras con el R28 con 'aleta de tiburón'. Nueve años más tarde, su retorno es otro episodio, menor si se quiere, para la gran foto global de la Fórmula 1 que se está perfilando. Frente a los ‘hombres de estado’ que exige Brawn, el Gran Circo confirma una vez más que es fiel a su implacable naturaleza competitiva. Con o sin Bernie Ecclestone, parece que algunas cosas nunca cambiarán en el paddock. A Ross Brawn le toca ahora demostrar lo contrario. Aunque para ello también sea necesario cortar la aleta al tiburón.

“Como siempre ocurre con una nueva normativa, nos han surgido algunos problemas. El objetivo era que los coches fueran más emocionantes, pero ahora tenemos de vuelta las impopulares aletas de tiburón. Tenemos que corregirlas”. Si buscaban para 2017 monoplazas más agresivos y rápidos, estéticamente más atractivos, aparecen sin embargo con esas ‘aletas de tiburón’ que ni siquiera gustan a un genio de la aerodinámica como Adrian Newey. ¿Entonces?

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