McLaren marcha viento en popa con la calculadora en la mano

“El túnel de viento es un modelo de cómo son las cosas en realidad, nunca es completamente real. Los datos que sacamos del túnel no cuadraron al 100% con los de la pista y tuvimos alguna que otra sorpresa desagradable. Comparado con los de nuestros rivales, el nuestro es más antiguo y no rinde al más alto nivel, por eso vamos a cerrar temporalmente el de Maranello y usaremos uno externo”. En octubre de 2012, el diseñador jefe de Ferrari, Nicolas Tombazis, admitía los problemas de correlación que sufría la Scuderia en aquella temporada de Fórmula 1 en la que Red Bull y Vettel se llevaron el título merced a una gran remontada en la segunda mitad. Sin esos problemas de correlación, Fernando Alonso hubiera podido defenderse con mejores armas en el considerado mejor año de su carrera deportiva. Con McLaren, en este sentido, puede estar tranquilo.

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“El año pasado logramos una tasa de correlación muy alta y cuantas más piezas llevamos, más rendimiento hemos obtenido. Acortamos distancias con la mayoría de equipos” y no se acercaron más durante la segunda mitad de 2016 porque “nos centramos muy pronto en trabajar con el coche de 2017”. Eric Boullier, en una charla con 'Motorsport', pone al día de cómo está desarrollando el trabajo McLaren en Woking. No se sabe si mejor o peor que sus rivales, pero sí que están seguros de que están pisando firme por el camino elegido… el asfalto de Montmeló deberá confirmar estas sensaciones desprendidas tanto del túnel del viento como del CFD (Dinámica de Fluidos Computacionales), la herramienta digital que está acaparando cada vez más presencia en perjuicio del túnel de viento (con las horas restringidas).

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Esta correlación buena no supone una garantía de éxito, simplemente una condición obligatoria para ser aspirante a algo. Ferrari, uno de los grandes, sufrió en el pasado reciente con la prohibición de los test privados. Los italianos estaban acostumbrados a probar las piezas en su circuito de Fiorano y tardaron demasiados años en comprender que la renovación tecnológica de su túnel de viento era obligatoria si querían ser rápidos y eficaces a la hora de evolucionar y confeccionar sus monoplazas. En la época de Tombazis y hasta que no usaron el túnel de externo (estuvieron más de año y medio en el de Colonia, de Toyota), apuntaban a un objetivo y lo hacían como quien apunta con una escopeta de feria.

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Comiendo sushi & chips

A partir de ahí, el desafío de McLaren se sostiene también en el handicap de fabricar el motor en otro continente y bajo otra cultura laboral. “Probablemente siempre habrá algún tipo de desajuste entre Honda y McLaren. Habiendo dicho esto, que no se me interprete: la comunicación entre ambas compañías siempre ha sido buena, las diferencias han sido más sobre procesos y protocolos. Tenemos que conversar a la misma altura y ha habido veces que no ha sido así”, indicaba hace un año Boullier. Si en 2015 la relación entre Woking y Sakura dejaba algo que desear, desde que Yusuke Hasegawa es el responsable de Honda (hace un año), la comunicación es más fluida: “Somos más ágiles y existe una buena correlación”, ha asegurado este miércoles el responsable francés.

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La importancia de la buena correlación y la fluida comunicación de McLaren y Honda es indispensable para este 2017 puesto que la aerodinámica ha sufrido un cambio revolucionario y porque ha debido rectificar en su concepto de unidad de potencia: “Ahora todo el mundo está de acuerdo y entendemos cuál es el camino a seguir. Cambiamos el concepto del coche, un nuevo propulsor y también cambiamos muchas cosas en el equipo, sobre todo en los términos del modo de trabajar”, reconoce Boullier. “Todo esto lleva su tiempo. Pero ahora puedo sentir que está haciendo clic. Sólo tenemos que ser pacientes”.

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La máquina, aparentemente, está funcionando al 100%. La cadena está engrasada y la artillería lista para desplegarse con máxima eficiencia. ¿Será suficiente como para alcanzar a Mercedes, Red Bull y Ferrari? Como poco, este era un paso indispensable para poder amenazarles. Ahora las ideas cuentan con una excelente rampa de lanzamiento. Falta saber si son las mejores, muy buenas o mejorables.