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Las lágrimas de Rosberg bien valen su mayor orgasmo en un Fórmula 1
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LA EMOCIÓN ENVOLVIÓ AL PILOTO ALEMÁN

Las lágrimas de Rosberg bien valen su mayor orgasmo en un Fórmula 1

A Rosberg, campeón de la F1, se le humedecieron durante unas cuantas ocasiones los ojos. La emoción destapó la tensión que había acumulado durante todo el fin de semana en Abu Dabi

“Pfff”, resoplaba Nico Rosberg, de 31 años, ante la prensa de Abu Dabi cuando fue cuestionado sobre cómo había gestionado mentalmente la carrera. “No he disfrutado nada. Hamilton iba por delante y parando la carrera, y yo tenía por detrás a dos coches… Y el adelantamiento a Verstappen... no me lo creía, no me parecía real. Cuando lo adelanté, ¡pum! Nunca había sentido algo así en un coche”, contaba con los ojos llorosos. El nuevo campeón de la Fórmula 1 no había planeado una última carrera con un nivel de tensión tan elevado y pese a llegar al podio entero, conforme pasaban los minutos se iba desmoronando para destapar todo el sufrimiento que había soportado para lograr el título.

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La rueda de prensa posterior a la prueba se dividió en dos: primero un turno de preguntas para Hamilton y Sebastian Vettel, primer y tercer clasificado de la carrera, y posteriormente para Rosberg. El alemán no quería estar ahí, cuando abandonaron la sala sus rivales agachó la cabeza y la apoyó en la mesa. Atrapado por la burocracia mediática necesitaba expresarse con los suyos, abrazar nuevamente a su mujer, a su madre y a su padre, a quien todavía no había visto. Pero, de repente, su pesar se transformó en un reconfortable reconocimiento por parte de la sala de prensa: aplausos de todos los periodistas y silencio que saboreó Nico Rosberg en forma de respeto. “Gracias”, respondió el campeón.

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Hamilton ha hecho bien ralentizando

“¿Has podido dormir?”, le cuestionaron. “He podido dormir un par de horas y no sé si iban a ser suficientes...”, admitió quien también reconoció que “estos últimos días no he sido muy transparente. El mundo de los medios de comunicación es muy intenso y necesitaba protegerme de todo. Ha habido momentos horribles durante la carrera. Lewis ha hecho muy bien ralentizando la carrera y cuando he visto a Verstappen, que salía sexto, he pensado que no era posible estar con él. ¡Puf! Mucha emoción cuando le he adelantado. ¡Pum! Fenomenal. Nunca había sentido algo así en un coche”. Su mayor orgasmo en uno de los mejores coches de la historia de la F1.

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Todavía emocionado atendió a las televisiones y, sin nada que esconder, siguió desnudando su estrategia psicológica para llegar de la mejor manera a este GP de Abu Dabi. “¡No soy un robot! Claro que tenía presión en esta final, pero me tenía que cubrir. Las lágrimas saltaron cuando crucé la línea de meta”. La celebración será histórica por cómo fue el desenlace y todo el trabajo que hay detrás: “He puesto todo lo que tengo. He estudiado mucho en invierno para mejorar. Ha sido la temporada más larga de toda la historia y al final… sí, primero”. Instantes después, Carlos Sainz realizaba una valoración que sólo él podía realizar de esta parrilla: "Sé lo difícil que es ser hijo de un campeón del mundo".

Gewinner, Winner, Vincitore, Ganador y Gagnant

Demostrando su talante, educación y personalidad, en ningún momento se quejó de la estrategia de Hamilton públicamente -al contrario- y dio las gracias desde al “ingeniero de cuando tenía 10 años” hasta el “team Nico, Mercedes, mi mujer, mis padres… también a Gerhard Berger”, que le ayudó en las negociaciones para renovar por Mercedes hasta 2018. También, sin micrófonos delante, comenzó a dar muestras de cariño y agradecimiento a periodistas y otras personas que le han acompañado en este camino. Su felicidad era contagiosa y el dramatismo y toque épico que le puso Hamilton engrandecieron este final y su título, conquistado 34 años después que el de su padre, Keke.

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El clímax ante las cámaras llegó con la celebración junto a su equipo y su mujer, Vivian Sibold, quienes envueltos en una bandera alemana escucharon los coros de toda la plana de Mercedes: “¡Nico, Nico, Nico, Nico…!”. Lewis Hamilton, el ganador de la prueba, huyó corriendo para no restar ni un centímetro del protagonismo al germano políglota que pudo expresar sus sentimientos en alemán, inglés, italiano, (algo de finés), francés y castellano. Gewinner, Winner, Vincitore, Ganador y Gagnant. Nacido en Wiesbaden, se crió en Mónaco y veranea habitualmente en Ibiza. Hombre de mundo, campeón de él, sufrió para demostrar a escépticos como Bernie Ecclestone que tiene una gran historia que contar. El abrazo que dio al magnate inglés al finalizar la prueba es otro gesto que demuestra lo que le importó que el británico dijera que “para la F1 no interesa que gane Rosberg. No hay nada que escribir sobre él”. Sin rencor.

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¿Y el año que viene? “¡Buf! Vamos a celebrar primero esto”.

“Pfff”, resoplaba Nico Rosberg, de 31 años, ante la prensa de Abu Dabi cuando fue cuestionado sobre cómo había gestionado mentalmente la carrera. “No he disfrutado nada. Hamilton iba por delante y parando la carrera, y yo tenía por detrás a dos coches… Y el adelantamiento a Verstappen... no me lo creía, no me parecía real. Cuando lo adelanté, ¡pum! Nunca había sentido algo así en un coche”, contaba con los ojos llorosos. El nuevo campeón de la Fórmula 1 no había planeado una última carrera con un nivel de tensión tan elevado y pese a llegar al podio entero, conforme pasaban los minutos se iba desmoronando para destapar todo el sufrimiento que había soportado para lograr el título.

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