Sainz tiene motivos para ponerse flamenco: "Que me quiten lo bailao"
Carlos Sainz vuelve a lograr un top 10 con un coche cuyo motor está caducado y que no evoluciona desde antes del verano. El madrileño no logra explicar el porqué logra pasar a Q3
"Estoy muy contento... Entrar en Q3 en un circuito como este, que sabemos que no nos va... Estas dos últimas carreras no nos esperábamos pasar a la Q3, ni lo pensábamos oler. Llevamos exactamente el mismo coche que en Hockenheim (antes de verano), Monza, Suzuka... Quizás sea la confianza que tenemos, la motivación del equipo... estamos haciendo buenas clasificaciones". En el GP de México, Carlos Sainz no tenía la misma cara de sorpresa que en Estados Unidos, pero sí el acento de incredulidad ante lo que está logrando. Otra vez pasó a Q3 y saldrá décimo.
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En Austin, Sainz fue tres décimas más veloz que Daniil Kvyat. En México no se pudieron establecer comparaciones ya que el ruso debió abandonar en mitad de la Q1 por un problema eléctrico. No obstante, atendiendo a los entrenamientos libres, Sainz estaba terminando una décima por delante, la diferencia justa entre la Q2 o la mediática y sorprendente Q3. El talento a una vuelta de Sainz era conocido antes de su salto a la Fórmula 1, pero lo que está logrando durante este 2016 explora nuevos límites. Desde fuera y sin tener él mismo una explicación lógica, la confianza en el vehículo y en sí mismo parece el argumento con más peso para entender este 'feeling' tan especial con el STR11.
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#MexicoGP 🇲🇽 Quali 🏁 it's P10 for @carlosainz, well done 👏🏼😉@Dany_Kvyat will start tomorrow's race from P18#GOTOROROSSO pic.twitter.com/2PaGKvTsfs
— Toro Rosso (@ToroRossoSpy) 29 de octubre de 2016
En otra escala, la sensación de normalidad que está dejando en este tramo final de temporada Sainz durante el sábado es el de Rafa Nadal cuando la norma era alcanzar una final y ganarla, y todo lo demás resultaba ser una decepción. El de Manacor desafió las reglas y alteró la percepción de la realidad. En el deporte, perder una final o no llegar al objetivo no significa inexorablemente un fracaso, como tampoco tropezar en algún partido. Nadal transformó esa percepción acostumbrando a sus aficionados a las victorias. Las dos Q3 seguidas de Sainz están dejando un poso similar, como en Brasil no llegue a la Q3...
Las piedras a la espalda por su motor
El chasis de este Toro Rosso debe ser sencillamente espectacular, porque es extraño que en un circuito donde la potencia es importante, como este del Autódromo Hermanos Rodríguez, Sainz terminara a tres décimas del Williams de Felipe Massa. "McLaren tiene aquí 10 km/h más que nosotros, Force India 15 km/h... tienen todo para adelantarme, este domingo voy a salir a pasármelo bien". Las manos de Carlos, además de las de James Key para diseñar el chasis, también tienen mucho que ver.
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La carrera será otra historia y salvo que por delante haya errores, golpes y abandonos, lo normal es que Sainz finalice fuera de los puntos porque, como ha indicado Fernando Alonso, "el Toro Rosso en carrera va peor que el sábado". Como también viene siendo normal, el listón que ha puesto Sainz en la salida es el de adelantar varias posiciones. Aunque eso ya se verá. De momento, como señaló el viernes y repitió este sábado: "Que me quiten lo bailao".
"Estoy muy contento... Entrar en Q3 en un circuito como este, que sabemos que no nos va... Estas dos últimas carreras no nos esperábamos pasar a la Q3, ni lo pensábamos oler. Llevamos exactamente el mismo coche que en Hockenheim (antes de verano), Monza, Suzuka... Quizás sea la confianza que tenemos, la motivación del equipo... estamos haciendo buenas clasificaciones". En el GP de México, Carlos Sainz no tenía la misma cara de sorpresa que en Estados Unidos, pero sí el acento de incredulidad ante lo que está logrando. Otra vez pasó a Q3 y saldrá décimo.