Sainz y Toro Rosso se agarran al clavo ardiente de Singapur

Carlos Sainz tiene dos frentes abiertos en el GP de Singapur. Uno, que no se resolverá de inmediato, sobre su futuro personal y un posible paso a Renault ("Son rumores, no paran de salir de todos lados. Supongo que eso es lo último que me preocupa en mi vida de piloto"). Y otro, el rumbo deportivo y técnico que Toro Rosso puede tener de Marina Bay a final de temporada, bajo el peligro de seguir perdiendo terreno en la jerarquía de la Fórmula 1 2016.

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“Nuestro principal objetivo es llegar a Singapur con respuestas claras sobre lo que ha ido mal”, explicaba el madrileño antes de la próxima cita, “aquí comienza nuestra segunda parte de la temporada y dictará si seguiremos con dificultades como ahora, o podremos volver al Q3, a los puntos, y tener confianza en que la segunda parte de no será tan mala”. Por ello, la carrera más exigente del campeonato será especialmente importante para Toro Rosso. "A pesar de todo, la segunda mitad del campeonato, sin duda, será más dura que la primera, pase lo que pase en Singapur", nos avisaba el piloto español.

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"Hay que ver dónde están las diferencias"

Toro Rosso introducía en Hockenheim un nuevo paquete aerodinámico que no proporcionó el esperado rendimiento. Ello, unido a la pérdida de terreno del motor Ferrari 2015 frente a los rivales, ha desconcertado al equipo italiano al faltar ese medio segundo que, se suponía, debería haber aportado la nueva evolución. Por ello, sus técnicos seguirán haciendo en Marina Bay pruebas comparativas como en Monza. “Si en Singapur seguimos teniendo problemas, sabremos con toda seguridad que nos espera una dura temporada por delante”, reconocía el piloto español.

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El pasado año, el STR10 tuvo un magnífico rendimiento en este trazado, incluso con pilotos debutantes como Sainz y Verstappen. “Los equipos de media tabla siempre llegamos aquí con un poquito más de esperanza, nosotros incluso más, porque sabemos que es un circuito que le va bien a nuestro coche. Es un circuito de carga aerodinámica y la tenemos", explicaba en 'Movistar F1'. Quizás el nuevo paquete aerodinámico haya acentuado las características intrínsecas del STR11, aportando una mayor carga que castigue los compuestos más blandos, venía a especular el propio Sainz.

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Que en Singapur el factor potencia sea menos relevante que en otras pistas ayudará a Toro Rosso para encontrar una dirección técnica para defenderse mejor en futuros trazados donde el motor no sea tan determinante. De aquí que Marina Bay el equipo italiano repita el viernes su trabajo comparativo con el paquete anterior y la última evolución “para ver dónde están las diferencias”, ya que se contrastarán los datos con los obtenidos en Monza, una pista de poca carga aerodinámica. “Si en Singapur volviéramos a ser competitivos, sabremos entonces si se debía a las características del circuito, a la temperatura de los neumáticos, presiones…".

"La carrera más dura que he hecho en mi vida"

“Creo que la carrera del año pasado en Singapur fue, probablemente, la más dura que he hecho en mi vida”, recordaba Carlos Sainz al llegar a esta edición. Porque no solo fue dura, sino también polémica, en otro más de los episodios vividos en el duelo con Max Verstappen.

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En la primera sesión de libres de 2015, el Toro Rosso ya mostró esa competitividad a la que se refería Sainz. El español fue octavo en la primera sesión de libres, justo por delante de Verstappen. En la segunda, sufrió el primero de los incidentes del fin de semana al tocar el muro. En los clasificatorios, Verstappen se clasificó octavo. En su vuelta rápida, Sainz arriesgó innecesariamente al no tener referencias en su instrumentación del volante. El parcial de la vuelta le situaba también en el Q3, pero un toque contra el muro le dejó decimocuarto de parrilla.

2015: Verstappen negó por dos veces

En la parte final de la carrera llegarían los problemas. El holandés tuvo que ser retirado de la parrilla por un problema eléctrico. Sainz, perdió seis posiciones por un problema puntual con el cambio a principio de la prueba, y en una de sus paradas en boxes. Ambos remontaron hasta entrar en los puntos en la parte final del gran premio.

Fue entonces cuando Toro Rosso pidió dos veces a Verstappen que dejara pasar a Sainz, pegado a su estela, para que el español pudiera atacar al Force India de Pérez, por delante del holandés ya que contaba con neumáticos más frescos. Este se negó. Franz Tost apoyaría después la decisión de Verstappen, a pesar de las órdenes del equipo en contrario.

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Con la competitividad del pasado año como referencia, Sainz y Toro Rosso se agarran al clavo ardiente de Singapur, ya que necesitan más que esperanzas para este próximo gran premio. Necesitan certezas técnicas. “Al final, esta es una carrera clave para nosotros, porque dictará nuestro nivel de rendimiento en un circuito que nos es realmente bueno ”. Y si no fuera así, toca sufrir hasta final de año.