Carlos Sainz: el peligro de desconfiar (de los frenos) de su Toro Rosso

“Ha pasado de todo. Hemos tenido problemas de frenos desde la mañana, por cómo cogían temperatura. También hemos calculado bastante mal el momento de hacer la vuelta rápida, siempre nos hemos encontrado mucho tráfico. De ayer (viernes) a hoy (sábado) cambiamos los frenos y los de hoy no han funcionado como los de ayer. Los hemos vuelto a cambiar tras los Libres 3, pero no han ido mejor. Hay que analizarlo. No tenía el mismo 'feeling' en frenada… Un disco no se calentaba y el otro sí. Cuando tienes tantos problemas en una sesión como esta con los muros tan cerca es difícil hacerlo bien”. Carlos Sainz no ocultó la desconfianza que le ofrecía su Toro Rosso este sábado a la hora de negociar una curva del veloz circuito urbano de Bakú, donde este domingo saldrá decimotercero en el primer GP de Europa en Azerbaiyán.

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Es la primera vez que Daniil Kvyat supera a Sainz tras una clasificación desde que son compañeros en Fórmula 1. 3-1, en este sentido, todavía favorable al español. Si en contra del ruso jugaba durante la primera carrera de esta nueva etapa -en Montmeló- que no conocía tan bien como Sainz cada rincón del STR11, en este último sábado la explicación del madrileño parece ser la razón más contundente para explicar las tres-cuatro décimas por las que, aproximadamente, Dani fue más rápido que Carlos. “Con tantos problemas no me extraña, ya dije que es un piloto muy rápido y a la mínima que yo tenga un problema o no vaya cómodo con el coche, es normal que acabe delante”, indicó Sainz -en 'Movistar F1'- acerca de esta primera 'derrota'.

Pero, ¿cuánto puede afectar un problema de este tipo? "Se habla mucho de aerodinámica y de motor, pero lo más importante en un coche son los frenos. Cada vez que pisas a fondo puedes ejercer una presión equivalente a unos 100 kilos y necesitas estar seguro de que todo va a funcionar bien porque, según frenes, así vas a colocar el coche para salir de la curva. En un circuito de 6 kilómetros puede llegar a afectar hasta en un segundo si no tengas la confianza suficiente. Es importantísimo sentirse bien, mira Hamilton...". El Confidencial consultó a Andy Soucek para saber cómo de indefenso se siente un piloto si los frenos no le transmiten un buen "feeling", como en el caso de Sainz. La respuesta fue contundente y el ejemplo del accidente de Lewis es una muestra de las consecuencias que puede tener pilotar sin confianza. ¿Una hora y media pilotando así? "Buff...".

Sin “confianza” no exprimes las esquinas, no atacas como debes y no llevas al límite el monoplaza. Es complejo traducir con precisión esta ausencia de “feeling” en décimas, pero teniendo en cuenta que el de Bakú es un trazado urbano y donde los frenos están resultando ser un elemento más decisivo de lo esperado, la estimación de Soucek -hasta de "un segundo" resulta una buena referencia. El viernes, cuando Carlos se encontraba más cómodo con el coche, se le vio entre los primeros puestos y superó tanto en los primeros libres como en los segundos a su compañero, quien saldrá en una extraordinaria sexta posición este domingo.

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El tacto no es necesario para afrontar la recta más larga del calendario, de 2,1 kilómetros, pero sí resulta clave para recorrer el primer sector de curvas en ángulo recto y, sobre todo, el segundo sector de 'manos', donde se liman las paredes y en las que ya han dejado su firma tres de los mejores pilotos del campeonato: Daniel Ricciardo, Sergio Pérez y el mencionado Hamilton, precisamente el inglés también reconocía esta sábado que no había encontrado "feeling" con su monoplaza y que ello provocó su error y accidente. Carlos Sainz viene de estrellarse en el Muro de los Campeones de Montreal, así que debía hilar muy fino para no terminar de la misma manera en Bakú, algo que hubiera significado un golpe moral importante. Y, a pesar de ello, se quedó a poco más de tres décimas de su compañero…

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“El coche no iba igual que este viernes, tanto en frenada como llegando a la curva y quitando el freno. Obviamente, estoy descontento por todo ello, pero eso no quiere decir que el domingo no se pueda hacer bien, hay que salir a tope. Si acabamos en los puntos, estaré mucho más contento que hoy. No hay que tirar la toalla”. Viendo en Kvyat el punto hasta el que puede rendir el Toro Rosso, los mecánicos e ingenieros de Sainz tratarán de alcanzar tal nivel tras analizar lo sucedido y jugársela para la carrera. Carlos, sobre la marcha, descubrirá si vuelve a tener el Toro Rosso con el que disfrutó el viernes o el que le torturó el sábado.

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