McLaren debería ya dar carpetazo a la temporada 2016 y trabajar para 2017

“Con la posición en la que estamos ahora y el rendimiento que tenemos, creo que concentrarse en el próximo año es ahora la opción más inteligente para nosotros”. Así se expresaba Fernando Alonso tras el GP de Canadá... pero de 2015. En el contexto actual de McLaren y Honda sus palabras tampoco quedarían fuera de lugar tras este pasado fin de semana.

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¿Debe centrarse ya el equipo británico en su monoplaza para 2017 y mantener al MP4-31 con respiración asistida? Ante un nuevo reglamento, con el tope técnico que Honda ha encontrado y los últimos resultados, McLaren quizás esté ya volcando sus principales recursos hacia un proyecto crucial para todas las partes, incluido el futuro personal de Fernando Alonso en la Fórmula 1. Porque, ¿compensa seguir evolucionando un monoplaza de media tabla y con fecha de caducidad ante la trascendencia del próximo desafío?

Alonso, bostezando en el Gilles Villeneuve

“No tengo ningún problema para empezar cada carrera desde boxes si seguimos mejorando el coche”, se resignaba Alonso ante la hecatombe técnica de Montreal el pasado año, “es la prioridad principal ahora, concentrarnos en el rendimiento del próximo año, veamos qué puede ofrecer el equipo”. A pesar de las buenas intenciones, la agonía de 2015 ya es bien conocida. Los resultados de la actual temporada, también.

Ciertamente Honda ha progresado, como también el chasis del Mp4-31. El nuevo turbo introducido en Montreal mejoraba la eficiencia de la parte eléctrica. La ‘décima de segundo’ ganada con el nuevo combustible ayudó. Pero la tozuda realidad se impuso. La pista canadiense laceró a Alonso con el déficit de potencia. De aquí la apuesta por la lluvia con los reglajes. Pero en seco se impuso la necesidad de ahorrar combustible y refugiarse en una sola parada para la carrera. Y sobre todo, confirmó que Honda ha tocado techo con su concepto de unidad de potencia con el que desembarcó en Fórmula 1.

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"Fue una carrera solitaria al fondo del pelotón, y sin lluvia, sin coche de seguridad, sin nada que nos dejara pelear” resumía Alonso tras la pasada carrera, “cuando tienes que ahorrar combustible, cuando eres dos segundos más lento y tienes 55 vueltas con neumáticos usados, la diversión de pilotar es muy pobre”.

Un tiro desviado que ha costado dos años

La evolución de Renault y Ferrari con sus respectivos motores desde 2015 recuerda cómo Honda se ha encontrado con una pared. Al desembarcar en la F1 presumía con un revolucionario concepto 'zero size' capaz de recortar la ventaja de Mercedes. Su compacta unidad de potencia incluía un turbo y compresor de pequeño tamaño y singular diseño asentado el interior de la “V” del motor, que permitía a su vez en un perfilado diseño aerodinámico en el monoplaza.

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“El problema era la de turbina y el compresor, a la velocidad que necesitaba girar, eran ineficientes”, admitía Yasuhisa Arai, el responsable anterior. El motor nipón siempre ha sufrido así con la sed de energía eléctrica y, por tanto, ofrecía un déficit de potencia frente a los rivales. Aunque la parte térmica fuera decente, Honda habría errado el tiro con su concepción del ERS, una desviación que ha costado dos años.

“Tal y como es la filosofía del motor, creo que es más difícil extraer la potencia que creemos que necesitamos”, confesaba Button en Sochi, “y esto no lo digo yo, es Honda, y por ello la reforma para el próximo año”. n 2017 hará falta también un nuevo y muy diferente chasis bajo el nuevo reglamento, que deberá responder a las necesidades de ese nuevo concepto de motor que Honda estaría desarrollando.

Suficiente información para calibrar el MP4-31

Desde McLaren se insiste en un todavía intenso programa de evolución en 2015. Pero Montreal confirmó que sus rivales están en Marte. Sus pilotos tocan con dificultad el Q3 y los puntos están caros en cada carrera. Alonso ya avisaba que Baku sería incluso peor. ¿Y el A1 Ring? ¿Y Spa o Monza?. Con Montmeló, Mónaco y Montreal, pistas de distinta naturaleza, McLaren ya ha podido calibrar el potencial de su monoplaza. Y hasta qué punto compensa seguir invirtiendo recursos en el MP4-31.

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“Es muy importante para un equipo de carreras tener presión, expectativas para la próxima carrera”, explicaba Fred Vasseur a El Confidencial respecto los efectos para un grupo humano de concentrarse ya en 2017. Según el responsable de Renault, “si nos rindiéramos a corto plazo, podríamos perder no la motivación, pero sí quizás el espíritu competitivo. Introducimos novedades cada semana en el coche para que el equipo esté motivado, creo que es bueno para todo el mundo”. También vale para McLaren o cualquier otro equipo. En esa fino alambre se moverá el equipo británico.

Proyecto crucial para McLaren... y Alonso

“El reglamento 2017 iguala la parrilla, y hay tiempo suficiente para que, con Honda, podamos recuperar el terreno, así que creo que tendremos una buena oportunidad para alcanzar a Mercedes el próximo año”, apuntaba Ron Dennis recientemente, confiando en que sea su equipo “el que llegue antes que el resto para destronar a Mercedes”. Sin embargo, para ello se requiere un monoplaza de consistente rendimiento y veloz en todo tipo de trazados. Un proyecto, en definitiva, muy trabajado. Porque si McLaren y Honda fracasan en 2017, será el último año de Alonso en la F1. A no ser que alguien le ofrezca el mejor monoplaza de la parrilla en 2018. De lo contrario, Le Mans y los prototipos del Mundial de Resistencia le esperan.

En la Fórmula 1, a finales de julio es normalmente cuando se empieza a cambiar el tercio para la temporada siguiente, de no mediar opciones al título. Quizás McLaren cuenta con recursos suficientes para afrontar holgadamente los dos frentes. Pero con el techo ya conocido de Honda y las pistas rápidas por venir, el MP4-31 tiene escaso recorrido esta temporada para luchar por el podio. ¿Por qué no concentrarse a fondo en 2017? Puede que McLaren esté ya en ello. Si fuera el caso, tampoco van a reconocerlo. Al menos, por ahora.