Ferrari, vapuleado y en estado de 'shock'

“Una sorpresa para nosotros como para vosotros”, explicaba un desconcertado y decepcionado Vettel, “no lo entendemos”, “el coche no se ha comportado como durante todo el fin de semana”, “hay algo que no ha funcionado”… El batacazo para Ferrari en la clasificación del GP España fue monumental. Si se esperaba luchar por el mejor tiempo o la victoria en Montmeló como había pedido esta semana Sergio Marchionne, el equipo italiano se encontraba con Ricciardo, Verstappen y Red Bull por delante. Incluso se complicaba el poder atacar directamente a los Mercedes en la salida.

Los dos monoplazas italianos se clasificaron en tercera línea, a casi un segundo de los monoplazas alemanes, una diferencia incluso mayor a la de Sochi, a pesar de las últimas novedades aerodinámicos y de motor introducidas en las dos últimas carreras. Ferrari, de nuevo, parece entrar en involución.

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En la curva Campsa, pisando a fondo y necesitando todo el apoyo, Vettel recibía un latigazo de su monoplaza en el Q1. Era traicionado por la falta de agarre. A Raikkonen, sorprendido, le ocurría en otros puntos de la pista. Incomprensiblemente, la adherencia en el SF16-H era precaria. “No creo que fuese una curva u otra, era en todas ellas, lo que sugiere que la falta de adherencia era general”. Un equipo perdido, la peor sensación posible. En la misma pista donde se había trabajado intensamente durante el mes de marzo, en la pretemporada”

“Se ha comportado peor que durante todo el fin de semana , y por ello hemos perdido rendimiento, pero no sabemos por qué fue peor”, explicaba Vettel, “ha sido una cuestión de falta de rendimiento nuestro que de Mercedes o Red Bull rindiendo más en esta ocasión. Hoy hemos estado más lejos que en todo el año.

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Fernando Alonso presumía ayer de que la evolución de McLaren le permitía ser el tercer monoplaza en el último sector del circuito, sinuoso, y donde la potencia tiene menor relevancia. Por detrás de Mercedes y Red Bull, pero por delante del SF16, un golpe preocupante para el equipo italiano. “En el último sector es donde perdíamos la mayor parte del tiempo”. Es decir, en una zona de adherencia y agarre. Malas noticias para Mónaco, de confirmarse el mismo rendimiento.

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“Nos hemos quedados sorprendidos”, reconocería luego Rosberg, ya los Mercedes en ningún momento se vieron amenazados, “no se suponía que estuviéramos tan lejos por delante, pero también estamos sorprendidos por el ritmo de Red Bull”. La pista de Sochi, donde la potencia resultaba clave, resultó un paréntesis para el equipo austríaco, que ha vuelto a confirmar en Montmeló –como ya Christian Horner avisara en China- que es rival para Ferrari. Y mucho más todavía en Mónaco. Las alarmas en Maranello están en máximos.