'The Imp': así era Johnny Herbert, el piloto vapuleado por Fernando Alonso

“Me metieron en el coche en mi primer gran premio, y me sacaron del habitáculo en el último”. Gran promesa del automovilismo británico en su día y hoy comentarista de Sky, Johnny Herbert cuenta con una singular historia deportiva y personal.Muy popular recientemente en España al pedir la retirada de Fernando Alonso,recibió una dura respuesta de este en directo.

“¿No te retiras?” había que tener cuajo para preguntarle directamente a Alonso algo semejante tras recomendaral piloto español su retirada. Pero quizás fuera reconocibleen quienes le conocen. En el pasado, Herbert fue bautizado por los periodistas británicos como “The Imp”,personaje de dibujos animados encarnado por undemonio malo y pequeño, pero entrañable y divertido. Siempre bromista, quizás desesa personalidad ligera y hasta superficialnacíasu cuestionamiento del piloto español.

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"¡Dejadme inconsciente, dejádme inconsciente!"

Jovencito de imagen angelical pero detalento endiablado, a mitad de los ochenta Herbert era señalado como un futuro campeón del mundo. Ganador exhuberante en el Festival Fórmula Ford de 1985 (campeonato mundial de la categoría), de la Fórmula 3 británica en 1987,varios equipos de Fórmula 1 se lo rifaron. Flavio Briatore al frentele firmó una opción para 1989 cuando aún no había empezado a correr en la Fórmula 3000.

Hasta que todo se truncó de repente. En Brands Hatch, se tocó con el suizo Gregor Foitek. El primer impacto brutal arrancó todo el morro y las suspensiones. Diez coches se vieron metidos en una pila en el accidente.“Pensé que había perdido las piernas, era la sensación que tenía cuando el coche se quedó parado. No las veía. Por eso en las fotos se me veía agarrandome la cabeza con las manos. No es que me doliera, es que no quería mirar…”

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Quién sí miró fue el primer comisario que llegó a la escena. “Me decía que estaba bien, entonces, se fue delante del coche, y se puso enfermo…” Mejor no describir el horripilanteparte de lesiones en las piernas. “Recuerdo que decía a la gente que venía: “¡dejadme inconsciente, dejadme inconsciente¡”. Uno de sus botines apareció en la toma de aire de otro monoplaza.

"Bromeaba para que pensaran que estaba bien"

Los médicos descartaron que Herbert volviera a correr. El británico se negaba a admitirlo. Pero su movilidad había quedado reducida, y los dolores eran permanentes. De hecho, le siguen hasta hoy, y han marcado toda su carrera.

“Antes del accidente era tímido y distante con la gente, no hablaba mucho. Se me tomaba por alguien arrogante, pero todo era timidez”, recordaría más tarde. "Pero por dentro tenía mucha confianza. Después, llegó el accidente y todo cambió. Lo único que podía hacer para superarlo era poner buena cara, reirme y bromear siempre para que todo el mundo pensara que estaba bien. Aunque era muy serio sobre mi carrera, quizás aparecía como alguien inmaduro, y puede que me complicaralas cosas. Peroya no me pude quitar esto de encima, porque nunca podía hablarle a nadie del dolor al que me tenía que enfrentar”. Había nacido “The Imp”.

Un increíble cuarto puesto

La opción con Benettón seguía en pie, siempre y cuando se recuperase, algo que parecía imposible.Durante el invierno 88/89 Herber hizo todo lo posible para debutar en la Fórmula 1 con una recuperación tenaz y durísima , tanto física como psicológica. Aquello ledio motivos para luchar. Cuando llegó a la pretemporada, se movía con un bastón por el circuito de Jerez.

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Con la pierna izquierda todavía como un palo, en los primeros entrenamientos paró de repente en boxes a las pocas vueltas. “Peter, no puedo hacerlo”. Sus tiempos eran lentísimos. Collins se puso blanco. “Lo voy a intentar una vez más”. Volvió a la pista y voló. Entró en boxes: “¿Me he quedado contigo, verdad?” “Era una broma, otra de las mías”. 'The Imp'.

Llegó el Gran Premio de Brasil. Herber andaba como un robot. Briatore le prohibió que usara muletas. Los huesos de lapierna izquierda no estaban soldados del todo.Se tomó diez pastillas de Nurofen antes de la carrera. En la carrera, le tuvieron que meter en su Benetton.Afortunadamente, el circuito de Interlagos no era exigente con la frenada, pero en los baches se moría de dolor.Al final, terminó en un increíble cuarto puesto,10.5 segundos por detrás del ganador, y 2.7 por detrás de Prost.

"No sé dónde hubiera llegado"

Pero la realidad es que no tenía fuerzas para frenar, como se confirmó el resto de la temporada. Al final de la misma fue despedido por Briatore. “No tuvo pelotas para decirmelo. Hizo que me llamara su secretaria”. Pero Herbert perseveró. Incluso volvió a Benetton más tarde, junto con Michael Schumacher, equipo con el que ganó en 1995 ante su público. “En las últimas diez vueltas, las piernas me dolían tanto que gritaba como un loco, pero no podía decir nada a nadie”. Sauber, Stewart, Jaguar...161grandes premios en total.

En 1991 ganó las 24 Horas de Le Mans con Mazda. Le endosaron todos los relevos finales, sin agua para beber. Se desplomó al salir del coche. En vez de subir al podio, le llevaron al hospital. En su último gran premio, Malasia 99, se rompió la suspensión de su Jaguar. Si en Brasil 89 le tuvieron que meter en el coche, en su última carrera le sacaron en camilla.

Johnny Herbert escribió una columna sobre Alonso poco acertada y hasta trivial en sus argumentos.“He sido campeón del mundo, tú no, por eso te has quedado de comentarista”, le espetó duramente el español en su corto intercambio en directo ¿Qué hubiera sido de Johnny Herbert sin aquel accidente de Brands Hatch? “No sé donde hubiera llegado. Creo que lo habría hecho bien. Antes del accidente, en mi cabeza hubiera sido cualquier cosa que quisiera, ante cualquier piloto, con cualquier coche. Después del accidente, nunca tuve esa sensación de nuevo”.