Ferrari manda mensajes de calma, pese al tufo autoritario de Mercedes

“Ferrari no tiene problemas con el motor. Es lo que puedo anunciar oficialmente. Ese motor no ha cumplido su ciclo de vida, así que lo enviamos a Maranello para seguir probándolo. Haremos lo mismo con la actual unidad de potencia que se ha montado en el coche de Vettel”. Maurizio Arrivabene ha restado importancia a los contratiempos que sufrió este martes Kimi Raikkonen con elementos que rodean al propulsor del monoplaza rojo y que, según ha sabido El Confidencial, mantienen cierta preocupación entre los trabajadores de Maranello. Aún restan dos días de test y dos semanas para llegar a Australia, como ha señalado este miércoles Vettel: “Si ocurre aquí no es un problema; si pasa dentro de dos semanas será un poco peor”.

El tetracampeón del mundo completó la contundente cifra de 151 vueltas en el antepenúltimo día de entrenamientos, que se están llevando a cabo en el Circuit de Catalunya. ¿De qué calidad han sido tales giros? Con la incógnita de cargas de gasolina y estrategias que se buscan en cada una de esas vueltas -en comparación con los rivales-, las palabras que salen de la Scuderia son muestran tranquilidad: “No estoy preocupado (por los problemas de fiabilidad de Raikkonen, caja de cambios). No quieres que ocurra. Pero tenemos todavía dos días de test por delante. En general estamos contento por dónde nos encontramos”.

Atendiendo al objetivo que tiene Ferrari, ganar el campeonato, quizás no es la mejor situación si se compara con el rendimiento de Mercedes y su W07. La sensación en el paddock es de autoritarismo, huele a una dictadura similar o mayor a la de los dos años anteriores por su comportamiento en las simulaciones de carrera -quizás donde menos cartas se pueden esconder-. Esta reglamentación la tienen cogida por la mano desde que empezó (la llevaban preparando tres años) y aún parece que cuentan con margen como para seguir sacando décimas de la chistera.

McLaren ya es un equipo normal

McLaren va dando síntomas de mejora. Al menos de haber recuperado una vida normal, en la que puede aplicar mejoras cada día sin estar preocupado de aspectos básicos que le obligaban, como en 2015, a rendir al 70% de su potencial (en cuanto al motor). Eric Boullier, director de carrera de los de Woking, ha confirmado que en estos días se irá “implementando poco a poco el coche con evoluciones”. Su sonrisa en la cara cuando le preguntaron por la diferencia con respecto al año anterior saltaba a la vista. “Este año estás más tranquilo mirando la pantalla y la cantidad de vueltas”. Algo funciona, el nivel de hasta dónde llega ese paso hacia delante se verá a partir de Australia.

En el equipo de Toro Rosso, Carlos Sainz también está rodeado de gestos esperanzadores. Si en invierno había incertidumbre por no tener mucho margen de tiempo para acoplar el motor Ferrari (de 2015) al nuevo STR11, a día de hoy pueden estar seguros de que funciona sin aparentes complicaciones y muestra de ello son las 144 vueltas de este viernes de Max Verstappen y las 166 de Sainz en el segundo día. La aerodinámica dibujada por James Key inspira la misma confianza que la del año pasado y si a eso se le une un propulsor como el de Ferrari, el resultado es el optimismo.

Este jueves, penúltimo día de pretemporada para la Fórmula 1, Fernando Alonso saltará nuevamente al asfalto de Montmeló y se despedirá del MP4-31 hasta Melbourne, donde comience el camino que en 2015 no pudo casi ni iniciar.