Fernando Alonso: "Creo que se ganarán más de dos segundos en 2016"

“Si aplicamos algunas de las soluciones (en marcha) y todo funciona como esperamos, la ganancia de tiempo será muy grande”. Tanto los rivales de McLaren como los aficionados están a la expectativa de la progresión del equipo británico tras el dramático 2015, el peor en su historia. ¿Cuánto ganará el MP4-31 en la pista en 2016? ¿Luchará por el podio la próxima temporada? “Hay soluciones en marcha que son lógicas, bastante buenas y mantienen la motivación muy alta. Creo que en 2016 la foto será totalmente diferente”.

“Puede que sean más de dos segundos”, se atreve a cuantificar el piloto español respecto a las potenciales ganancias para 2016: “Todo el mundo mejorará entre medio y un segundo. Nosotros, al estar a más de dos segundos tenemos que recuperar más que eso”. El piloto español recuerda de nuevo la unidad de potencia nipona para recuperar tales diferencias: “Tenemos más claro cuáles son las fortalezas el monoplaza y tenemos que seguir esa dirección. Sabemos que el motor ha sido nuestra principal limitación, así que no habrá cambios radicales para el próximo año en lo que se refiere al diseño del coche y su filosofía. El propulsor será el factor principal para desarrollar su potencial”.

McLaren, el conejillo de Indias de Honda

La pasada temporada obligó a Honda a reconsiderar una estrategia que se demostró fallida para el 'tempo' y dinámica que exige el desafío de la tecnología híbrida en la Fórmula 1. Sin experiencia con ella en la alta competición y con un año de retraso en pista frente a sus rivales, el fabricante nipón busca desarrollar soluciones tecnológicas propias que se traduzcan en patentes con proyección a la faceta industrial de su producción automovilística. Además, se partía de cero, sin experiencia previa, ni colaboración de técnicos extranjeros que permitieran acortar los plazos de desarrollo de su tecnología híbrida.

Junto a lo anterior, sus responsables apostaron por conceptos técnicos agresivos e innovadores que no han funcionado como se esperaba y el restrictivo marco de evolución de la Fórmula 1 ha impedido un mayor progreso. Por otro lado, el arco temporal que Honda se marcaba para lograr resultados era demasiado laxo para las necesidades de McLaren y de la Fórmula 1 con el equipo británico como auténtico conejillo de Indias. Dennis y Boullier se han tenido que enfrentar a Honda para ese necesario reenfoque global. De aquí la reevaluación que el fabricante nipón se ha visto obligado a realizar para corregir el tiro, tanto en el aspecto tecnológico como en el logístico y temporal.

Honda ha entendido el mensaje

“Quizás en el dolor construyes una relación más sólida con tu socio. Y con Honda tenemos ahora una relación más madura”, reconoce Eric Bouiller, responsable del equipo británico: “Lo positivo es que Honda ha entendido la dedicación y determinación que se necesitan para ganar un día. Han reajustado un poco su nivel de recursos, que es muy bueno, así que han logrado cosas positivas de este proceso”.

El impacto de una temporada reciente también ha supuesto cambios en McLaren: “Nos hemos reagrupado y hemos modificado lo que era necesario cambiar en la forma en la que operamos”. De hecho, Bouiller considera que el equipo británico ha logrado una gran progresión aunque difícilmente percibida exteriormente ante los resultados: “Si ves el rendimiento durante la temporada, hemos alcanzado a los de arriba y recuperamos con un reglamento muy restrictivo así que también aquí hay cosas positivas”.

Segundos por cada vuelta de carrera

Es de suponer que Bouiller deja al margen la unidad de potencia, cuyo salto necesario cualitativo en los órdenes de magnitud que apunta Alonso permitiría colocar al equipo británico arriba de la tabla: “Hemos tenido que asumir juntos este dolor (con Honda), saldremos de todo este follón mucho más fuertes y mucho más eficientes como un solo equipo”.

El francés reconocía que “durante la temporada no hemos podido cambiar en el motor todo lo que hubiéramos querido. Uno de los elementos clave de la recuperación de energía (la parte térmica) no funcionaba como se esperaba. Nos golpeó duramente porque nos costaba segundos por cada vuelta en carrera”. Sin embargo, Bouiller volvía a recordar que parte de los problemas se derivaban del agresivo enfoque del proyecto porque “en principio, para derrotar a Mercedes había que hacer algo mejor. Así que seguimos un camino diferente para diseñar y trabajar. ¿Demasiado ambicioso? Es pronto para decirlo. Tenemos que esperar”.