Cuando se 'bebe' vino en la F1 y se encuentra una solución tecnológica

Son numerosaslas áreas donde un Fórmula 1 ha de gestionar las altas temperaturas que se generan ensu funcionamiento. Obviamente, el área del motor es la más importante yaque en su interior se produce la combustión y posterior expulsión de los gases derivados de la misma. Por ello, la industria aeroespacial yFórmula 1 se han retroalimentado mutuamente para el desarrollo de lasofisticada tecnología de materiales necesarios parasus respectivos frentes, a veces compartidos, como se muestra en el siguiente vídeo con los viñedos como principales beneficiados.

¿Cómo lograr materiales que soporten temperaturas de más de mil grados, con el menor peso posible, y que soporten el estrés generado por la vibraciones? Por ejemplo, tanto la Fórmula 1 como la industria aerospacial utilizan para los escapes especiales aleaciones como el Alloy 718, de extraordinaria rigidez y ligereza, también denoninado Inconel, vital en aplicaciones donde se generan elevadísimas temperaturas.

Hasta 2013, la Fórmula 1 utilizó la tecnología de los escapes de soplado, en la que se aprovechabael flujo de los gases de escape y suvelocidad para dirigirlos hacia el difusor trasero del monoplaza, incrementandoasí la carga aerodinámica en el paso por curva. Logicamente, uno de los gravesproblemas erala gestión de las elevadísimas temperaturas de los tubos de escape, que obligarona los técnicos a buscar soluciones para la disipación del calor y, por tanto, al uso demateriales especiales en las superficies exteriores del monoplaza y zonas cercanas alos escapes.

Un Fórmula 1 comparte en el asfalto de un circuito muchas de las tecnologías y materiales que permiten a un agricultor vitícola conocer de un continente a otro -y entiempo real- el estado de sus viñedos.